“El sector privado aporta una gestión más flexible”
Alberto de Rosa cree que hay que actualizar la supervisión sobre las empresas privadas Sostiene que el sector privado ayuda a gestionar el gasto corriente sanitario con más eficiencia
Alberto de Rosa fue director del primer hospital (Alzira, Valencia, en 1999) que recurrió a la fórmula de la concesión administrativa para privatizar la gestión sanitaria, el mismo modelo que se extenderá en Madrid. Ahora es gerente de Ribera Salud, grupo líder en el sector.
Pregunta. ¿Qué aporta la gestión privada al sector público?
Respuesta. El problema de la sanidad a largo plazo es la sostenibilidad del gasto que genera el sistema. El sector privado ayuda a gestionar el gasto corriente con otro modo de hacer las cosas.
P. ¿Por ejemplo?
R. Aporta cuatro ventajas a la Administración. Toda la inversión corre a cargo de la empresa. Los poderes públicos mantienen las funciones de supervisión y planificación. El coste para el sistema público es un 25% más bajo y es un modelo que permite introducir herramientas de gestión más flexibles. El sistema público está anquilosado por unos corsés burocráticos no acordes a la sanidad del siglo XXI.
P. ¿Qué herramientas?
R. Una política de recursos humanos moderna, que permite la retribución por objetivos. No vale el café para todos. Y una apuesta por los sistemas de información: hay que medir cómo y quién hace las cosas, y eso se logra con la informatización. A ello se suma una gestión clínica más moderna. Como la financiación es por habitante, el objetivo primordial es que la gente no se ponga enferma, por lo que hay que apostar por la prevención.
P. ¿Por qué la eficiencia la tiene que aportar el sector privado?
R. Probablemente se recurra a modelos de gestión privada porque la gestión pública ha ido desvirtuándose ya que ha ido perdiendo capacidad de adaptación y de flexibilidad. Hay que redefinir el papel del gestor público y prestigiarlo.
P. ¿Cómo evitar que el ánimo de lucro afecte a la asistencia?
R. Con control público. Además, en la Comunidad Valenciana, existe una limitación de beneficios al 7,5%. Así se evita que la visión mercantilista prime sobre la asistencial.
P. ¿Hay control público suficiente?
R. Mientras había pocos hospitales de gestión privada, ha sido suficiente. A medida que el modelo ha crecido, creo que hay que actualizar los mecanismos de supervisión.
P. ¿Cómo ve la protesta que se ha desatado en Madrid por los planes privatizadores?
R. Son decisiones que pueden parecer difíciles de entender, pero el Gobierno regional está intentando que España salga antes de la crisis. Hay que oír a la gente y sumar a los profesionales a este proceso. La obligación de todos es hacer mucha pedagogía.
P. La Comunidad Valenciana fue de las primeras en apostar por la privatización. Pese a ello, su situación financiera, especialmente la sanitaria, es de las peores de España. ¿No es una muestra del fracaso del modelo?
R. En absoluto. Gracias a él se han acometido infraestructuras importantes a un coste inferior. El modelo está contribuyendo a sostener las arcas públicas de un modo importante.
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