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Más control sobre las ingenierías

La ANECA suspende un curso del máster de Caminos de la Católica de Murcia y augura más casos La universidad privada defiende su enseñanza

Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM).
Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM).

El control de Educación comienza a notarse en la Universidad. En una decisión sin precedentes —y forzada por un duro informe de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), del Ministerio de Educación—, la Comunidad de Murcia ha suspendido el inicio del primer curso máster de Ingeniería de Caminos de la Universidad Católica de Murcia (UCAM). La ANECA concluyó tras una inspección que no tenía ni el personal ni los laboratorios para un título tan sensible. El director de la ANECA, Rafael van Grieken, explica que este ha sido solo el primero: “Veremos con mayor frecuencia casos como este”. La UCAM replica que ya ha solventado las deficiencias con gran inversión y más profesores y que es un problema que solucionará en días.

La UCAM ha sido una universidad privada con un crecimiento espectacular. Con apoyo del Vaticano y de la Comunidad de Murcia, del PP, ha aprovechado el proceso de Bolonia y sus carreras flexibles. Abierta en 1997, hoy tiene 10.000 alumnos y de su creador, José Luis Mendoza, se dice que tiene casi línea directa con el Papa. La UCAM imparte hasta Medicina y hace un curso comenzó el máster de Caminos, una titulación de dos años destinada a gente con un grado en ingeniería.

El Colegio de Caminos de Murcia llevó el caso a la comunidad autónoma al considerar que no cumplía los requisitos. El pasado 8 de junio, la comunidad pidió a la ANECA que designase una comisión de expertos que “verificase in situ las deficiencias” detectadas, según el informe de la ANECA. El 13 de julio, la comisión —formada por cuatro expertos entre los que había dos catedráticos de Caminos— visitó la UCAM.

El informe de esa visita, de nueve folios y al que ha tenido acceso este diario, encuentra tres deficiencias. La primera es que buena parte del curso se daba los viernes por la tarde y los sábados. “Dada la complejidad de este máster se cuestiona que la asimilación de sus contenidos se pueda concentrar en tan corto periodo de tiempo”. También revela “carencias relativas al equipamiento y la infraestructura de los laboratorios”. Según el acta, “no había más que una escasa instrumentación de cada tipo (en algunos casos obsoletos o de un perfil muy bajo)”. “Al haber un solo laboratorio (de reducido tamaño) y solo ocho horas presenciales de prácticas por asignatura resulta difícil comprender cómo este indispensable conocimiento práctico llega a ser adquirido por todos los estudiantes”. La tercera falta es la del profesorado, ya que solo incluía entonces un doctor en Caminos.

La Agencia de Calidad vio fallos en los laboratorios y en el profesorado

Su conclusión era inequívoca: “Ni el profesorado ni los laboratorios que sustentan este máster en la actualidad garantizan las condiciones para que los estudiantes puedan asimilar los contenidos y adquirir las competencias que les permitan convertirse, al finalizar sus estudios, en ingenieros de caminos que puedan ejercer su profesión con garantías”. Por ello, el Consejo Interuniversitario de Murcia decidió el pasado lunes suspender el inicio del primer curso hasta que solucione las deficiencias, según fuentes del consejo. Los 42 alumnos que estaban a punto de empezar deberán esperar. Los que cursaron el primer curso, unos 70, seguirán en segundo. El máster cuesta 8.000 euros.

Van Grieken señala por teléfono que es relativamente frecuente que la ANECA frene la aprobación de un nuevo título hasta que cumpla unos requisitos, pero que hasta ahora no había llegado a suspender uno ya en marcha: “Las universidades cumplen con lo que habían puesto en el papel. Solo en casos flagrantes saltan determinadas alarmas”. Además, señala que este de Caminos es un caso puntual incluso en la UCAM.

El presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, defendió el martes que el retraso en el inicio del primer curso sería solo cuestión de días: “En cuanto venga la ANECA otra vez, verá que hemos hecho una gran inversión en laboratorios y que hemos cumplido con creces con lo que pedían”. Mendoza lamentó entonces que los responsables de la ANECA no hubieran vuelto para ver si los problemas que reveló la inspección habían sido solucionados.

La UCAM siempre ha culpado de las denuncias a los celos del Colegio de Caminos de Murcia, por tener las clases de la Universidad Politécnica de Cartagena casi vacías. Mendoza destacó que ha cumplido las exigencias de la ANECA, ha contratado doctores e incluso ha invertido 650.000 euros en un microscopio electrónico para detectar fallos en estructuras.

Careras sensibles, como Medicina, tendrán una vigilancia extra

Van Grieken no cree que la solución sea tan sencilla y justifica que la ANECA no haya vuelto a la UCAM: “Un laboratorio de hidráulica no se improvisa en tres semanas [...] Podría ser que [el curso] empezara en enero”. Este también alerta de que los alumnos que cursaron primero pueden tener que volver a realizar algún tipo de examen: “Veremos cómo, pero si hay alumnos que han pasado un curso sin medios tendremos que ver de qué manera esos alumnos hacen algo extra. Si consiguen este título tendrán que cumplir con todos los requisitos. Puede que haya asignaturas que se hayan saltado”.

Van Grieken rebate la idea de que hay universidades privadas regalando títulos: “Esto no es la selva. Hay mucha gente preocupada para que esto no pase. Hay procesos de control sin los cuales casos como este no saldrían”. Y añade que con las acreditaciones de los grados y los másteres, un proceso de seguimiento y control que comienza este curso, se verán con más frecuencia estos casos. El director de la ANECA admite que vigilarán especialmente las carreras sensibles. “Hay titulaciones con implicaciones más directas, como medicina o ingeniería, aunque un mal abogado te puede llevar a la cárcel. En general, todo lo que sean actividades reguladas tendrán un seguimiento extra”.

Calidad y montañas de papeles

J. A. AUNIÓN

Entre los pocos requisitos concretos que exige la pertenencia al Espacio Europeo de Educación Superior (lo que se ha conocido como proceso de Bolonia), están la estructura de tres ciclos a la anglosajona (grado, máster y doctorado) y los sistemas y criterios para asegurar la calidad universitaria. En España, esta última misión la cumple desde 2002 la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), que dirige los procesos para que profesores y titulaciones demuestren que tienen la calidad suficiente para formar parte de la Universidad española y europea.

Hoy, ANECA acumula a su vez todo tipo de sellos de calidad sobre trabajo, puestos por agencias internacionales, pero también se enfrenta a duras críticas. Por ejemplo, se le ha acusado de excesivamente burocrática, con procesos con mucha documentación y pocas imágenes directas de la realidad. Lo cierto es que la comprobación exhaustiva de cada uno de los títulos que se han puesto en marcha en los últimos años en la adaptación a Bolonia hubiera exigido un gasto que ninguna Administración estaba dispuesta a asumir, cuentan antiguos altos cargos de la ANECA.

Pero quizá la duda más inquietante se levantaba en torno a su independencia. En 2008, cuando se empezaron a examinar las primeras propuestas de títulos de grado adaptados a Bolonia (las nuevas licenciaturas y diplomaturas) y muchos suspendieron (sobre todo de universidades privadas), llegaron también las primeras presiones tanto académicas como ministeriales, aseguran las mismas fuentes. De hecho, entre la primera evaluación en mayo de 2008 y la reunión del Consejo de Universidades al mes siguiente, se levantó la mano con 22 de los 60 títulos que no habían pasado el primer examen.

Además, ANECA debe coordinar su trabajo con el de las agencias autonómicas que se han creado en 10 comunidades.

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