La huelga de profesores de Chicago pone a prueba la fuerza de los sindicatos

Los profesores de la escuela pública de Chicago han iniciado este lunes una huelga de 10 días, la primera en 25 años, en protesta por la reforma educativa planteada por el Gobierno local que dirige Rahm Emanuel, ex jefe de Gabinete de Barack Obama. El pulso entre los agentes sociales, una de las principales fuerzas de movilización del electorado demócrata, y el dirigente de la ciudad transciende del ámbito meramente doméstico. El apoyo de los sindicatos es vital para las opciones del presidente de cara a su reelección y el modo en la que se resuelva esta crisis podría dañar su carrera hacia la Casa Blanca a poco menos de tres meses para las elecciones.

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha indicado en rueda de prensa que Obama espera una solución "rápida" para la huelga aunque ha aclarado que el presidente no hará ninguna evaluación sobre el conflicto. Quien sí se ha manifestado al respecto es su rival republicano, Mitt Romney, que en un comunicado ha acusado al dirigente demócrata de haberse posicionado del lado de los sindicatos.

El efecto que la presión de los agentes sociales pueda tener en el resultado de la huelga esta siendo observado por otros distritos escolares de Estados Unidos que se enfrentan a reformas similares impulsadas para mejorar la calidad de enseñanza del país

Las principales causas de desacuerdo entre los agentes sociales y Emanuel estriban fundamentalmente en el mantenimiento de los beneficios salariales del profesorado, los criterios de evaluación de los docentes, determinantes para su despido, o el aumento de la jornada lectiva. El resultado de las negociaciones y el efecto que la presión de los agentes sociales pueda tener en el mismo está siendo observado por otros distritos escolares de Estados Unidos que se enfrentan a reformas similares impulsadas para mejorar la calidad de enseñanza del país.

“Esta huelga no era necesaria, se podía haber evitado porque las partes estábamos muy cerca de un acuerdo. Nuestros alumnos no se merecen esto, nuestros alumnos deberían estar en las escuelas”, declaró Emanuel el domingo por la noche, tras conocerse que los sindicatos habían decidido poner punto final a 10 meses de negociaciones. Este lunes, el alcalde, en una rueda de prensa en la que ha aparecido secundado por varios estudiantes, ha vuelto a reivindicar los principales contenidos de su reforma educativa, haciendo especial hincapié en la necesidad de evaluar a los profesores para garantizar la calidad docente.

El paro del profesorado de Chicago no puede llegar en peor momento para Emanuel, criticado por no ser capaz de poner coto a la creciente violencia de la ciudad, con una de las tasas más elevadas de asesinatos del país, y que acaba de renunciar a un puesto de responsabilidad para la recaudación de fondos por parte de grandes donantes para la campaña de Obama para centrarse en resolver la crisis educativa.

La comunidad educativa de Chicago es la tercera más grande del país. Los sindicatos representan a unos 30.000 docentes, de los que 26.000, según datos ofrecidos por los propios agentes sociales

La comunidad educativa de Chicago es la tercera más grande del país. Los sindicatos representan a unos 30.000 docentes, de los que 26.000, según datos ofrecidos por los propios agentes sociales, han secundado el paro. De las 578 escuelas, solo 144 han permanecido abiertas entre las 8.30 y las 12.30 de la mañana para garantizar las dos comidas diarias -desayuno y almuerzo- a la que tienen derecho los alumnos. El Ayuntamiento ha movilizado expresamente a miembros de la policía para garantizar la seguridad en las calles frente a posibles piquetes violentos y para evitar la presencia de estudiantes “ociosos por las calles”, especialmente en los barrios más peligrosos, según indicó el jefe de Policía Garry McCarthy en declaraciones recogidas por AP.

“Ha sido una decisión difícil que hubiéramos querido evitar, pero debemos hacer las cosas de manera diferente en esta ciudad si queremos dar a nuestros estudiantes la educación que se merece”, explicó el presidente del sindicato de profesores de Chicago, Karen Lewis, en declaraciones a la cadena CNN. A última hora del domingo, la imposibilidad de acercar posturas en relación con la garantía de los actuales beneficios sanitarios con los que cuenta el profesorado y la modificación del sistema de evaluación del profesorado, que prima la valoración de los alumnos por encima de otros factores como el índice de violencia o la marginalidad social de los centros -algo a lo que se oponen lo sindicatos-, impidieron desactivar una huelga que se anunció el 29 de agosto.

La relación entre Emanuel y los agentes sociales ha sido tensa desde que éste asumió las riendas del Gobierno local en 2011. El exjefe de Gabinete de Obama heredó un sistema educativo que debía enfrentarse a un recorte presupuestario de 700 millones de dólares (unos 550.000 euros). Al poco de asumir el cargo, su Administración redujo en un 4% las bonificaciones salariales de los maestros. El alcalde de Chicago ha ofrecido a los sindicatos un incremento de sus sueldos de un 16% en los próximos cuatro años para compensar el aumento en 90 minutos (para incluir media hora de recreo). La media de su salario en el curo pasado era de 74.834 dólares.