“Los restos son inequívocamente humanos. No hay ningún hueso animal”
Los autores del cuarto informe encargado por el juez del caso Ruth y José ratifican que es “muy improbable” que los huesos hallados en Las Quemadillas puedan ser identificados por ADN Los expertos descartaron en solo cinco horas que entre los restos hubiera huesos de animales
Los antropólogos forenses que han elaborado, a petición del juez que lleva el caso de la desaparición de Ruth y José, un cuarto informe sobre los restos hallados en la finca de Las Quemadillas han llegado a las mismas conclusiones que los expertos Francisco Etxeberria y José María Bermúdez de Castro, como ya adelantó este periódico el lunes. “Son inequívocamente humanos”. El director de la Escuela de Medicina Legal y Forense de la Universidad Complutense de Madrid, Bernardo Perea; el director del Museo de Antropología Forense de la Universidad, José Antonio Sánchez, y el responsable del laboratorio de Antropología del Instituto Anatómico Forense, Enrique Dorado, han explicado hoy en rueda de prensa que entre los huesos no había “ningún resto” con las características propias de un animal, en contra de lo que afirmó en su informe la técnica de la policía científica que los examinó por primera vez hace 11 meses y que ha sido relevada de sus funciones por ese garrafal error.
“Todos los restos están muy deteriorados por el calor”, ha señalado el doctor Perea, “por lo que va a ser muy improbable realizar cualquier tipo de identificación genética”. El antropólogo ha indicado que a partir de 300 grados la destrucción de la molécula de ADN es casi total. Y la hoguera en Las Quemadillas, propiedad de la familia de José Bretón, padre de los pequeños, alcanzó los 800 grados centígrados.
Los expertos han concluido que los huesos hallados en la hoguera corresponden a dos personas: una de seis años y otra de entre dos y tres. Ruth tenía seis años cuando desapareció y José dos.
El deterioro de los huesos, muy fragmentados, impide plantear cualquier hipótesis sobre las causas de la muerte, ha explicado el doctor Perea. También determinar el sexo de las víctimas.
Pese a la fragmentación de los huesos, el doctor Sánchez ha manifestado que no ha sido necesario examinarlos a través de un microscopio porque un análisis visual permitía determinar que se trataba de restos humanos. En ese primer análisis de los huesos los expertos emplearon cinco horas. Su informe coincide “prácticamente en la totalidad” con el que el forense Francisco Etxeberria realizó el pasado agosto a petición de la madre de los niños, Ruth Ortiz, y con la autorización del juez que lleva el caso. De no ser por esa tenacidad de la madre la policía seguiría pensando hoy, basándose en el informe de su facultativa, que los huesos hallados en la finca de los padres de José Bretón correspondían a “roedores y pequeños carnívoros”.
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