Los científicos del ‘Curiosity’ estudian el terreno a explorar
Las fotos del entorno del robot en Marte ayudan a planificar las operaciones
Los científicos están ya estudiando con detalle el terreno que el robot Curiosity explorará en Marte en torno a su lugar de aterrizaje. Una de las imágenes que ha tomado el vehículo muestra el paisaje que se extiende hacia la base del monte Sharp, en el cráter Gale, que interesa especialmente a los investigadores por las capas de sedimentos que allí afloran. La fotografía ofrece una perspectiva de los posibles objetivos geológicos del robot, empezando por la superficie arenosa salpicada de rocas que tiene cerca, explican los especialistas del Jet Propulsion Laboratory (JPL, en California). Más al fondo se distingue una zona de dunas oscura y detrás están las rocas sedimentarias del Sharp.
En este caso las imágenes originales se han alterado modificando la iluminación de manera resulte más fácil a los geólogos distinguir las rocas en el paisaje con una luz familiar.
En otra de las fotografías presentadas por la NASA se distingue el robot Curiosity en el lugar de aterrizaje captado por la sonda en órbita marciana MRO, con su cámara Hirise. El vehículo se aprecia en el suelo como un pequeño lunar rodeado de una zona azulada que es el terreno alterado por los cohetes de la grúa espacial que lo depositó en la superficie marciana. Los tonos azulados (grisáceos en la realidad) han sido reforzados a propósito también en este caso para facilitar las primeras evaluaciones de los especialistas.
En una de las imágenes recibidas desde Marte la semana pasada se aprecian las marcas que dichos cohetes hicieron en el suelo, y los científicos ya han dicho que quieren acercar el Curiosity para estudiar la base rocosa que ha aflorado. El laboratorio rodante, entre otros instrumentos lleva una pequeña perforadora para extraer muestras.
Mientras se va configurando el plan de trabajo de investigación, los ingenieros han completado la instalación del nuevo software en los ordenadores del Curiosity (el principal y el de repuesto) para iniciar las operaciones en el suelo de Marte, lo que la NASA llama el "trasplante de cerebro", ya que han eliminado toda la programación que fue necesaria para el aterrizaje. El vehículo podría empezar a moverse esta misma semana, aunque las pruebas de los instrumentos científicos de a bordo continúan. Según los responsables de la misión, el robot podría tardar un año en alcanzar la base del monte Sharp en el punto elegido, que está a una decena de kilómetros de distancia, ya que en el camino irá haciendo análisis del terreno y las rocas.
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