El obispo de Cáritas Latinoamérica admite una relación sentimental
Bargalló presentó su renuncia ante el embajador del Vaticano
El obispo argentino que preside Cáritas Latinoamérica, Fernando Bargalló, terminó admitiendo el pasado viernes que mantiene una relación sentimental con la mujer con la que fue fotografiado bañándose en una playa en 2011. En una reunión con todos los sacerdotes de su diócesis, la de Merlo-Moreno, en la periferia de Buenos Aires, terminó de reconocer lo que hasta ahora había negado, según ha publicado el periódico Clarín.
El pasado martes un canal de televisión porteño difundió unas imágenes de Bargalló bañándose en una playa de aguas cristalinas junto con una mujer. El obispo admitió en esa emisora que se trataba de una “amiga de la infancia”, con la que había “coincidido en un encuentro en México”, reconoció “cierta imprudencia” que pudo “haber dado lugar a malas interpretaciones” y se definió como comprometido con su sacerdocio. El Vaticano comenzó entonces una investigación para definir la situación del obispo. Pero más allá del escándalo que la cúpula eclesiástica comenzó a investigar, por la presunta violación de la promesa de castidad, en las bases de la Iglesia se preguntaban por qué el obispo había ido a un hotel de lujo de Puerto Vallarta en un viaje a México para asistir a una reunión del Secretariado Latinoamericano y Caribeño de Pastoral Social Cáritas.
El pasado jueves un periódico porteño, Crónica, publicó todos los presuntos detalles del viaje de Bargalló y su amiga de la infancia, una empresaria dueña de un restorán de Buenos Aires. Una pregunta que surge de las denuncias anónimas en los medios de comunicación es quién está detrás de ellas. Bargalló mantenía una mala relación con el alcalde de Merlo, el peronista Raúl Othacehé, que el año pasado fue acusado en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados por presunta persecución contra militantes de agrupaciones políticas, sociales y religiosas.
El obispo terminó renunciando el viernes a su cargo. Primero comunicó su decisión a los curas de su diócesis y después se marchó a la Nunciatura Apostólica (embajada del Vaticano) para presentarla. Bargalló se había defendido allí mismo el pasado miércoles ante el nuncio, representante del Papa Benedicto XVI, y había negado el romance con la mujer de las fotos. El culebrón acabó.
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