Aplazado el juicio contra la farmacéutica francesa Servier
El tribunal de Nanterre remite el caso al Constitucional porque la fiscalía de París tiene abierta la misma causa por las muertes causadas por el fármaco Mediator
La batalla judicial está servida en el caso Mediator, un medicamento contra la diabetes sospechoso de haber causado la muerte de al menos 500 personas en Francia. El tribunal de Nanterre aplazó este lunes el juicio por estafa que se abrió la semana pasada en esta localidad de la periferia parisiense, al aceptar transmitir la demanda de la defensa por inconstitucionalidad. Los letrados de los laboratorios Servier estiman que no se puede celebrar la audiencia de Nanterre porque la fiscalía de París tiene abierta otra investigación por los mismos hechos. Le corresponde ahora a la Corte de Casación examinar si encuentra elementos suficientes para delegar a su vez la decisión al Constitucional. La decisión puede alargarse hasta finales de año.
La presidenta de la sala 15 del tribunal de Nanterre, la juez Isabelle Prévost-Despres, ha considerado “seria” la cuestión jurídica alegada por la defensa de Servier, que apunta a la imposibilidad de juzgar a la empresa y a su fundador en Nanterre, cuando está inculpado por los mismos hechos en París. La Corte de Casación dispone ahora de tres meses para decidir si recurre o no al Constitucional, que tendría otros tres meses de plazo para pronunciarse. La fecha del nuevo juicio, si sigue adelante, podría fijarse en una audiencia de procedimiento prevista el 14 de diciembre.
Los laboratorios Servier y su fundador y presidente, Jacques Servier, al igual que cuatro directivos de la empresa, debían ser juzgados en Nanterre por engaño agravado, acusados de haber ocultado el carácter nocivo de su medicamento Mediator, destinado al tratamiento de la diabetes para personas con sobrepeso pero utilizado ampliamente como inhibidor del apetito. Se enfrentaban a una posible pena de cuatro años y una multa de 37.500 euros de multa. En paralelo, la fiscalía de París ha abierto una investigación por estafa y homicidio involuntario, entre otros delitos, y ha imputado ya a Jacques Servier y a seis empresas del grupo por “engaño” y “fraude”, aunque pueden pasar años antes de la celebración de un juicio. Sin embargo, la ley prevé que los mismos hechos no pueden ser juzgados dos veces.
El juicio de Nanterre es consecuencia de la iniciativa de una parte de las víctimas, que decidió recurrir al procedimiento de citación directa, más rápido, para poder obtener reparación rápidamente. Pero este procedimiento solo puede aplicarse en caso de delitos, y no de crímenes. Así la acusación se aplica únicamente al delito de estafa. Lo que querían evitar las víctimas era tener que esperar años la celebración de un juicio, como ha ocurrido en otros escándalos sanitarios, sobre todo teniendo en cuenta la avanzada edad de Servier, de 90 años. El caso de la sangre contaminada, por ejemplo, tardó 10 años en ser investigado y más de 20 años en ser juzgada.
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