Un seguro privado para recuperar el dinero

El sistema francés de la Seguridad Social difiere bastante del español y es bastante complejo, porque se basa en el copago y obliga a los usuarios a contratar un seguro privado si quieren recuperar el 100% del dinero que han puesto. En general, los pacientes pagan el 30% de los gastos de todas las consultas médicas (medicina general, especialistas, pruebas diagnósticas), y el 70% restante lo reembolsa la Seguridad Social. Pero la mayoría dispone de una mutua privada de salud que devuelve ese 30% restante o solo una parte, según el seguro contratado.

El sistema establece dos escalas de precio diferentes para las consultas, en función del tipo de acuerdo que tenga cada médico con la seguridad social. Existe una escala de precio fijo (26 euros medicina general, 28 euros los especialistas, 43,70 psiquiatras y neurólogos y 49 euros los cardiólogos) y otra donde los médicos fijan sus propios honorarios. En ambos casos, la seguridad social devuelve en un plazo de 10 días el 70% de los gastos tomando siempre como tarifa base la de los médicos de precio fijo.

Los beneficiarios de la CMU (cobertura médica universal) –aquellos con ingresos inferiores a 9.000 euros- disfrutan de una sanidad gratuita. Actualmente, hay unos 5 millones de personas en esta situación.

Para los gastos derivados de la hospitalización, la Seguridad Social prevé el reembolso del 80% de los gastos y para las medicinas, el tipo de reembolso varía entre el 100% y el 15% en función del reconocimiento del servicio médico prestado.

Además, desde 2004, los franceses pagan un euro extra por cada consulta (médico de cabecera, especialista, análisis o una radiografía). Solo están exentos los afectados por una enfermedad de larga duración, los que sufren una baja laboral permanente, los titulares de una pensión por invalidez, los jubilados o las mujeres embarazadas a partir del sexto mes. Ese fue el principio del copago. A partir de entones, con Nicolas Sarkozy como presidente, se han ido introduciendo nuevos copagos: 50 céntimos por cada medicamento y por atención paramédica, y 2 euros por transporte sanitario. Se aplica un tope de 50 euros al año por persona para el conjunto de todos los actos médicos y de 4 euros al día por gastos de transporte.

El sistema, pese a su carácter semiprivado, supone un agujero enorme para las cuentas públicas: el déficit de la Seguridad Social francesa fue de 17.400 millones de euros en 2011, y para 2012 prevé reducirlo hasta los 13.900 millones.