Irisina, la hormona clave en la pérdida de peso
La molécula se activa con el ejercicio y transforma la grasa blanca en parda
Que el ejercicio adelgaza no merecería ni una línea en un periódico. Pero, aunque parezca mentira, el mecanismo por el que esto sucede está en plena investigación. Y la clave parece estar en una hormona, la irisina, que es la que convierte la grasa blanca (el tejido adiposo) en parda (la buena). La descripción del proceso, en el que ha participado un equipo del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiología de la Obesidad y la Nutrición (Ciberobn) que dirige en Barcelona Francesc Villarroya ha merecido un editorial en la revista Cell metabolism.
El nombre, puesto en honor de Iris, el personaje mitológico que era el mensajero de los dioses griegos, indica a quién hay que atribuirle el descubrimiento: suelen ser los estadounidenses quienes se muestran más desinhibidos y creativos en esta tarea. El equipo español en lo que está trabajando es en la posible estimulación farmacológica del proceso “para conseguir que los pacientes obesos puedan eliminar su exceso de tejido adiposo blanco, pudiendo adelgazar con mayor facilidad y con menos carga de físico”.
Los estudios realizados por el equipo de investigación de Villarroya, apoyados por otras investigaciones europeas, apuntan a que la grasa parda puede detectarse y activarse exponiendo a las personas al frío, reduciendo su temperatura corporal y permitiendo quemar calorías mucho más rápidamente que la grasa regular.
La grasa parda en adultos es un descubrimiento reciente. Y abre una enorme posibilidad de investigación. En los humanos, su distribución varía en función de la edad, los niveles de glucosa, el sexo y el Índice de Masa Corporal (IMC) de cada persona, de forma que los individuos que tienen un IMC más alto cuentan con menor cantidad de grasa parda en su organismo. Esto reafirma el papel que ejerce la grasa parda en la regulación del peso corporal, de manera que contar con altos niveles de este tejido en el cuerpo ayudará a las personas a protegerse contra el sobrepeso y la obesidad, indica el Ciberobn en una nota. A su vez, también ayuda a responder a la pregunta de por qué algunas personas comen mucho y no engordan ni padecen diabetes tipo 2, mientras que otras sí. Además, mantener la grasa parda activa es clave para controlar el peso, especialmente en la edad madura y la vejez.
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