El Consejo de RTVE examinará la homilía del obispo de Alcalá

La Iglesia choca con la televisión pública. Las opiniones del obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, sobre los homosexuales y el aborto durante el oficio de Viernes Santo, emitidas en directo por La 2 de TVE, serán examinadas en el Consejo de Administración de RTVE. En la reunión del próximo miércoles, este organismo debatirá la posibilidad de presentar una protesta ante la Conferencia Episcopal por el contenido de las manifestaciones del obispo, según han señalado fuentes del Consejo. Algunos consejeros consideran “inadmisibles” manifestaciones de esa naturaleza en la televisión estatal.

Este organismo examinará la intervención del obispo Reig Pla, que durante el sermón del pasado viernes asoció la homosexualidad con la prostitución y con determinadas ideologías “que corrompen a las personas”. Estas expresiones, apuntan varios consejeros, vulneran los valores constitucionales que RTVE está obligada a respetar. Por eso, proponen remitir a la Conferencia Episcopal un escrito en que se refleje el malestar de la corporación por el contenido de la homilía.

El prelado expuso ante los fieles: “Quisiera decir una palabra a aquellas personas que hoy, llevados por tantas ideologías, acaban por no orientar bien lo que es la sexualidad humana, piensan ya desde niños que tienen atracción hacia las parejas del mismo sexo”. Y añadió: “A veces para comprobarlo se corrompen y se prostituyen. O van a clubes de hombres. Os aseguro que se encuentran en el infierno”.

Reig Pla, que preside la subcomisión episcopal de Pastoral Familiar y Defensa de la Vida, se refirió también al aborto: “Una jovencita, o una mujer, que está embarazada y que lleva una preocupación enorme por las razones que sean” es “seducida y es tentada” y “cuando va a abortar a una clínica sale destruida; porque ha destruido una vida inocente y se ha destruido a sí misma”.

Además de elevar una protesta ante la máxima autoridad eclesiástica española, el Consejo de RTVE debatirá la necesidad de “exigir que determinados comportamientos no vuelvan a producirse en la corporación”. Los consejeros no cuestionan la libertad de expresión ni tampoco el derecho de la Iglesia católica a utilizar la antena de TVE para retransmitir misas, pero sostienen que los contenidos que difundan a través de la pantalla deben ajustarse a los valores democráticos. “Hay límites, normas y principios que la corporación está obligada a cumplir y hacer cumplir, porque así está establecido en el Mandato Marco [el catálogo de normas en que se establecen los derechos y deberes de RTVE], pero el obispo de Alcalá los ha transgredido”, asegura Miguel Ángel Sacaluga, consejero elegido a propuesta de los socialistas.

En la misma línea se expresa Santos Ruesga (representante de UGT) mientras recuerda que las polémicas opiniones se vertieron en un medio estatal, como es TVE. “Los obispos pueden decir lo que quieran en el púlpito, pero en un espacio público deben respetar la Constitución y los valores de igualdad”, apunta.

El vídeo del oficio de Viernes Santo puede verse en la web de RTVE. Frente a las peticiones de algunos colectivos de que fuera retirado, la corporación apeló a la libertad de expresión para mantenerlo en el ciberespacio.

El debate que ahora quieren abrir los consejeros no pone en tela de juicio el derecho de acceso de la Iglesia católica. Insisten en que estas emisiones forman parte de la programación institucional a la que está obligada la televisión estatal. Confesiones, sindicatos y organizaciones no gubernamentales tienen reconocido este derecho.

Cada una de las confesiones utiliza a su libre albedrío el tiempo que adjudicado en pantalla. Tiene opción de elegir el formato que considere más idóneo, sea una misa o un reportaje sobre misioneros. Para el reparto de los espacios se atiende a criterios de proporcionalidad. Los católicos forman la comunidad religiosa más implantada, a larga distancia de la islámica, por eso gozan de más tiempo. La televisión pública sigue el criterio de proporcionalidad, el mismo que se emplea para adjudicar tiempos a los partidos políticos durante las campañas electorales.

Aprobado por las Cortes en 2007, el Mandato Marco de RTVE establece que la oferta de la corporación “pondrá especial cuidado” para que ninguna persona pueda ser discriminada o vejada por razones de edad, etnia, creencia o religión, orientación sexual o condición social. Además, huirá de tópicos y estereotipos de carácter sexista, homófobo, xenófobo o racista y no deberá caer en tratamientos discriminatorios o despectivos hacia la sociedad española y a las minorías que la conforman.