Las aulas cierran en Jerez porque no hay dinero para limpieza

Los colegios se han convertido en un lugar tan insalubre en Jerez que las aulas permanecerán cerradas. Tras una semana de huelga en el servicio municipal de limpieza que atiende los centros educativos públicos, la consejería de Educación ha anunciado desde este jueves la suspensión docente en diez colegios. En total, 3.750 alumnos sin clase. Hasta nuevo aviso.

“Que estaban los profesores de infantil limpiando las mesas con alcohol porque los niños se quedaban pegados. Que el jueves vomitó un niño de infantil y el viernes, por el olor que había, tuvieron que sacar a los críos de clase y repartirlos por el colegio. Por lo menos que aparezca alguien por los centros. Que les están quitando la educación”, protesta enérgica Inmaculada, una madre, a las puertas de una de las escuelas afectadas, Las Granjas.

Jerez (212.000 habitantes) se ha acostumbrado a padecer unos servicios públicos deficientes y paros casi de manera permanente en el último año. Una deuda municipal de casi 1.000 millones de euros parece explicar y justificar cualquier sobresalto en un municipio en el que la paz social estalló hace tiempo. A una huelga desde hace ocho semanas en el autobús urbano se ha sumado otro paro del transporte en la zona rural, sin servicios mínimos desde hace un mes por falta de dinero para comprar gasoil; a la paralización intermitente del servicio de ayuda a domicilio; al impago de nóminas a la plantilla municipal; y al apagón de 9.000 puntos de luz por un agujero en la caja que no permite ni reponer bombillas; se le añade ahora la falta de servicio de limpieza en los 47 colegios públicos de la localidad.

El conflicto dura ya una semana y afecta a más de 14.000 niños de entre 3 y 11 años. Esta es la cuarta huelga de fregonas desde el arranque del curso en septiembre, pero hasta ahora la basura en el aulario no había obligado a suspender clases. Este miércoles ya han cerrado tres colegios por problemas de salubridad. La actividad docente se ha anulado en todos los niveles de La Marquesa (675 estudiantes) y en el ciclo de infantil de García Lorca (150 niños) y Juventud (150 escolares). En total, casi un millar de alumnos sin clase.

En otras tres instalaciones, Alcazaba, El Retiro y Las Granjas, el absentismo ha sido generalizado. Los padres se han plantado ante el "lamentable" estado de las instalaciones y han decidido no llevar a sus hijos a clase.

Un centenar de padres y alumnos de una de las escuelas afectadas, Las Granjas, se ha echado a la calle para exigir "una educación digna". Cubiertos con bolsas de basura y pancartas en las manos han reivindicado el derecho a una educación “de mínimos” "¡Nuestros hijos no tienen culpa de la deuda del ayuntamiento. Que lo arreglen ya!", explotó Virginia durante la protesta. Desde el interior de otra bolsa de basura, Rosa reivindica “los derechos de estos niños”.

Los servicios mínimos tampoco han funcionado en esta huelga. En algunas escuelas los baños que usan más de 500 niños no se han desinfectado en cinco días. “Mientras no se limpie, los niños no vuelven a clase. Hoy el orín llegaba hasta la mitad del pasillo”, describe, Esther, otra madre que ha optado por alejar a sus hijos de las aulas.

Las trabajadoras de la concesionaria Limasa, a la que el consistorio debe 11 millones de euros, cobran tarde y mal desde hace dos años. El miércoles pasado iniciaron una nueva huelga de limpieza para reclamar al Ayuntamiento y a la adjudicataria el pago de cuatro nóminas atrasadas. La delegada municipal de educación, Lidia Menacho (PP), ha afirmado que la solución "está a la vuelta de la esquina" con la contratación de otra empresa concesionaria, aunque no garantiza en el medio plazo la normalización del servicio de limpieza en las escuelas.

El gobierno municipal responsabiliza a la consejería de Educación del incumplimiento de los servicios mínimos y anuncia la posible apertura de un expediente sancionador contra la empresa concesionaria. La Junta por su parte denuncia la "impasibilidad" del ayuntamiento ante un problema "grave y reiterado". Es la parálisis de un Ayuntamiento arruinado.