Bretón dice por carta que su “único objetivo” es encontrar a sus hijos

“El único objetivo es buscar y encontrar a nuestros hijos”. Así se ha pronunciado por carta José Bretón, encarcelado por la desaparición de sus dos hijos, Ruth y José, de dos y seis años. Según la declaración del único acusado, perdió de vista a los niños el pasado 8 de octubre cuando se encontraban en el parque Cruz Conde de Córdoba. Desde entonces, nada se ha sabido.

La carta ha sido leída por el abogado del acusado, José María Sánchez de Puerta, tras un encuentro entre ambos en la prisión cordobesa. En la misiva, Bretón agradece el "encomiable derroche" de su familiares y de "personas anónimas" "por encontrar" a los niños.

También reprocha el acusado las informaciones que le atribuyen comentarios que, según dice, “ni siquiera pasan” por su mente y aprovecha para destacar que no tiene nada que “reprochar” a su esposa. "Me ha dado los mejores años de mi vida y sólo tengo elogios. Fruto de nuestra unión tenemos el cielo completo, nuestros hijos Ruth y José. Ambos tenemos el mismo objetivo, verlos crecer sanos y felices", afirma Bretón en el escrito. Añade el acusado que quiere volver “a ver su caritas" y a escucharles de nuevo pedirle agua por las noches o a José responder que él es “el más flamenco”.

Tras pedir la unión de "todas las fuerzas” para que aparezcan los niños, Bretón afirma que "tan sólo los tontos gastan sus energías en criticar a los demás" en vez de dedicar "íntegramente su poca inteligencia" a la búsqueda de sus hijos.

Después de leer la carta, el abogado ha anunciado que la Interpol ha activado el código rojo de localización internacional para la búsqueda de los dos hermanos, con la difusión de las fotografías de los menores y sin descartar líneas de investigación en "lugares específicos" del extranjero, informa Efe. "Se ha perdido mucho tiempo buscando dos niños muertos en la parcela y no buscándolos vivos fuera de ella y quizá fuera de España", ha afirmado el abogado.

Finalmente, ha detallado que Bretón sigue con el régimen antisuicidio en la prisión, si bien, se le ha suavizado con medidas como dormir "las ocho horas reglamentarias", tener acceso a los periódicos y ver la televisión.