Las listas de espera de operaciones no urgentes se alargarán hasta ocho meses por los recortes

Las listas de espera para intervenciones no urgentes y sin riesgo vital se podrán alargar hasta ocho meses, según ha anunciado hoy Josep Maria Pedrosa, director del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) al presentar las medidas previstas para reducir el gasto sanitario.

Las operaciones de cataratas, hernias inguinales, juanetes, o las prótesis de rodilla son algunas de las operaciones que se pueden ver afectadas ya que la gestión de la lista se hará según criterios de gravedad y por el impacto que tenga la espera en la calidad de vida.

Pedrosa ha explicado además que se rebajan un 2% las tarifas que Salud paga a los centros por la actividad asistencial que prestan, una medida que consideran que no debe repercutir en la asistencia sanitaria.

Según el director de CatSalut, este recorte, que junto con la reducción de la compra de algunos programas supondrá un ahorro de unos 200 millones, es una de las acciones que se ponen en marcha en una primera fase de contención del gasto sanitario, con en la que también se ha previsto un ahorro de 233 millones en farmacia.

Ha recordado que el ahorro que se espera en los presupuestos es de unos mil millones, y que con las reducción de un 20% en las infraestructuras se rebajarán 70 millones. Otros 30 millones se conseguirán con la reducción de las estructuras administrativas.

Ante los medios ha remarcado que la contención presupuestaria se enmarca en cuatro ejes, potenciar la eficiencia de los gastos, de la actividad, en un nuevo modelo de la gestión de las listas de espera y en la reordenación de la lista de servicios asistenciales.

El Plan impulsará además las intervenciones quirúrgicas con cirugía mayor ambulatoria, que ya suponen un 34% y tienen menos costes que la hospitalaria, y alternativas al ingreso hospitalario como la atención y hospitalización domiciliaria, una fórmula que ya utilizan 23 centros catalanes. Con estas medidas esperan reducir la estancia media de 5,4 a 4,9 días, lo que pueden supone el dejar de usar unas mil camas menos al año.

Otro objetivo del departamento de Salud es lograr una mayor coordinación entre la asistencia primaria y la hospitalaria para pacientes crónicos, al detectar que hay 36.000 personas que ingresan como mínimo cuatro veces al año, y que suponen el 17,3% de las altas anuales.

Desde Salud se ha anunciado además una segunda fase de medidas, que no se ha fechado, con la que se espera ahorrar 350 millones de euros.

Estas medidas requerirán negociaciones con los sindicatos, el personal sanitario y los centros, para llegar al ajuste final que el Gobierno ha marcado para garantizar la sostenibilidad del sistema público de salud. Las medidas más drásticas, unificar servicios, o cerrar urgencias, se aplicarán en esta segunda fase, pero garantizando la calidad asistencial, y sin cuestionar si es más necesario optimizar los quirófanos operando por la mañana o por la tarde.

También se reordenarán servicios y dispositivos de alta tecnología, como el tratamiento oncológico, porque, según ha dicho Pedrosa, no es necesario que 15 centros hagan cirugía de esófago. Las urgencias también se revisarán para ver qué dispositivos fijos y móviles hay en Cataluña y se unificarán los que tengan menor presión asistencial.

En la rueda de prensa Pedrosa se ha referido a cómo afectarán estas medidas al cierre de camas, destacando que actualmente solo se ocupan un 85% de las 14.200 que hay. Además, ha recordado que en Semana Santa o verano se usan menos, hasta el punto de que el año pasado se cerraron en estas fechas unas 2.000 sin tener sensación de crisis.