La sanidad se alza contra los recortes que eternizan las listas de espera
Los sindicatos avisan de un colapso de los servicios asistenciales y de que se vulnerarán los derechos de los usuarios
La sanidad catalana se prepara para recibir una estocada que le dejará secuelas de difícil curación. Es la advertencia que lanza el sector sanitario en pleno, a pocos días de que el Departamento de Salud concrete a los hospitales y centros de atención primaria el alcance de unos recortes que sin duda van a pasar factura a la calidad asistencial. Los hospitales tienen que enviar antes de mañana el proyecto de recortes, que la Administración debe aprobar. Los usuarios "no van a tardar mucho" a ver vulnerados sus derechos, advirtió ayer el sindicato UGT, que destacó que grandes hospitales, como el Sant Pau, el de Bellvitge o el del Mar de Barcelona, y de ámbito comarcal, como el de Granollers, el de Mataró o el Joan XXIII de Tarragona, ya han empezado a cerrar los quirófanos que funcionaban por la tarde para acortar las listas de espera de las intervenciones comunes. "Si hoy un paciente aguarda tres meses para ser operado de cataratas, la espera se alargará hasta los seis meses o más", admitió ayer el gerente del hospital del Mar, Jaume Raventós, que tiene ya encima de la mesa un plan de contención del gasto con medidas como la reducción de los equipos de guardia y de los cargos directivos.
El cierre de plantas (en Bellvitge ya se han clausurado dos, con 48 camas inhabilitadas), la reducción de pruebas complementarias y la supresión de parte de la actividad durante las vacaciones de Semana Santa o en verano son otras medidas que los centros sanitarios plantean para responder a la exigencia de Salud de recortar gastos.
No solo los sindicatos han puesto el grito en el cielo ante las consecuencias que comportarán tales medidas. Los gerentes de los hospitales públicos aseguran que no pueden aplicar un tijeretazo de la magnitud que les exige Salud sin poner en peligro la calidad asistencial. Los partidos de la oposición clamaron ayer también contra los recortes. "El Gobierno se está cargando el modelo sanitario catalán", dijo el socialista Joaquim Nadal. Jordi Miralles, de ICV-EUiA, censuró la "visión privatizadora" de CiU, y Anna Simó, de ERC, avisó que su partido no apoyará los presupuestos si hay recortes en sanidad.Los sindicatos ya tenían asumido que los recortes iban a poner en la calle a miles de profesionales eventuales, que dejarán de contratarse para sustituir bajas o vacaciones, o para reforzar plantillas durante la campaña de la gripe. Pero ayer el consejero de Salud, Boi Ruiz, admitió que la reducción de actividad en los centros también podría pasar factura al personal interino, lo que generó la inmediata respuesta de todas las organizaciones sindicales.
Metges de Cataluña alertó de que si se quiere prescindir de los profesionales es porque el recorte de la actividad es de tal magnitud que "se dañará el núcleo del sistema, es decir la relación médico-paciente". CC OO calcula que los recortes comportarán el despido de unos 5.000 profesionales. El sindicato apoyará hoy a la junta de personal del hospital Joan XXIII de Tarragona en una concentración para protestar por el cierre de plantas, de quirófanos y de camas, y por el coste que estas medidas tendrán para la plantilla. También el sindicato de enfermería SATSE rechaza que los recortes alcancen al personal interino. La formación lamentó ayer que el departamento "tome la salida fácil" haciendo recaer el tijeretazo sobre los trabajadores.
Las patronales de los hospitales concertados, la Unión Catalana de Hospitales y el Consorcio de Salud y Social de Cataluña, ya han advertido que el recorte de un 2% de las tarifas que les pagará el departamento y la reducción de la actividad que les encargará (un 7,5% menos de media) les obligarán a reducir plantillas e incluso a presentar ERE en algunos centros o reducir salarios.
Precisamente ayer el TSJC desestimó el recorte salarial del 5% que se aplicó el año pasado, como en todos los organismos públicos, en el 80% de los centros sociosanitarios y de salud mental concertados. La sentencia solo avala el recorte en el 20% de los centros, ya que son consorcios y fundaciones con participación mayoritaria de la Generalitat.
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