Cuatro jóvenes denuncian abusos sexuales durante 20 años en la 'casa cuna' de Tenerife
El funcionario acusado estaría a punto de jubilarse y se encuentra en libertad provisional
La popularmente conocida como casa cuna de Tenerife está constituida por tres hogares, donde actualmente se alojan unos cincuenta niños y jóvenes huérfanos o con problemas familiares de toda la isla. Durante veinte años, uno de sus funcionarios ha podido haber abusado sexualmente de varios de estos chicos. Es al menos la denuncia que uno de los menores puso en enero pasado y a la que se han sumado al menos otros tres, que, a su vez, han dado nombres de más de una decena de posibles víctimas. La titular del Juzgado número 2 de La Laguna ha dejado a este hombre en libertad provisional, aunque un portavoz del Cabildo Insular de Tenerife ha confirmado hoy a este periódico que, a pesar "de no disponer de todos los datos de la investigación", se ha "apartado temporalmente" al trabajador de este centro, y el Instituto de Atención Social y Sociosanitaria se ha personado en la causa judicial.
"Es una temeridad que este hombre siga en libertad", advierte Natalia Domínguez, la letrada de dos de los denunciantes, hoy con 25 y 27 años, que aseguran haber sufrido abusos sexuales desde los 12 en la casa cuna y en el domicilio del presunto agresor. "No sabemos ante qué nos enfrentamos; quizás hay decenas, centenares de niños afectados; imagínate qué puede haber pasado ahí dentro durante 20 años sin que nadie detectara nada". Durante estos dos decenios han podido residir en la casa cuna más de 500 menores. La noticia la destapó el diario digital Canariasahora, donde se asegura que el funcionario acusado de estos presuntos abusos está a punto de jubilarse y es delegado sindical.
Natalia Domínguez relata que el presunto agresor "estudiaba bien las carencias afectivas de cada niño y los compraba con regalos como teléfonos móviles, Xbox, se ganaba su confianza y luego pasaba a la fase de halago diciéndoles que eran muy guapos y que se podrían ganar la vida como modelos". En ese punto, pasaba a hacerles fotografías prometiéndoles elaborar un book y hacerlos famosos.
Durante el registro de la vivienda del trabajador denunciado, la Policía Judicial encontró abundantes pruebas. "El material incautado es híper explícito", asegura la letrada, quien pone énfasis en cómo nadie del centro, ni los visitantes, detectaron nunca nada extraño durante 20 años. "Ahora mismo, las víctimas están muy desprotegidas, porque este hombre está en libertad, pero hay más", advierte la abogada. "Se ha mostrado una falta de control y vigilancia del centro, de las instalaciones, de sus trabajadores, pero también de los chicos: uno de mis representados dice que se pasó casi toda su infancia con una conducta claramente antisocial, apartado en una esquina, mientras sus compañeros jugaban en el patio, y nunca nadie se interesó por conocer qué le estaba ocurriendo; ¿acaso tienen que matarse a hostias y romper el mobiliario para que alguien se interese? La cuestión es tan disparatada que asusta".
Es ahora, cuando se ha destapado el caso, cuando el centro ha puesto a disposición de los menores residentes psicólogos de forma permanente. "El centro ha reaccionado ahora perfectamente, pero tienes que ver en qué estado están los chicos que viven ahí dentro; con crisis de ansiedad graves e ingresos en hospitales", asegura Domínguez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.