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Líderes de las principales religiones, juntos para combatir el estigma del sida

Primera cumbre mundial dedicada a analizar su respuesta al mal.- El preservativo y la homosexualidad no se incluyen para no molestar a la iglesia católica ni al islam

Cerca de 40 líderes religiosos de los principales credos mundiales se han comprometido hoy en Holanda a colaborar en la lucha contra la discriminación padecida por los enfermos de sida, o con VIH. Para lograrlo, han firmado sendos documentos que subrayan, de un lado, la necesidad de promover la solidaridad y el respeto hacia los afectados. La prevención y erradicación de la pandemia centra el segundo texto, que ha tenido en cuenta las distintas "sensibilidades religiosas". Así, no aparecen los preservativos, que son un problema en la iglesia católica. Tampoco las relaciones homosexuales, rechazadas por el islam.

"Pero ha habido consenso para centrarnos en la solidaridad y en el apartado sanitario, económico y político de un mal que puede afectarnos a todos", en palabras de Ofelia Ortega, pastora de la Iglesia Presbiteriana Reformada de Cuba. Para ella, la mejor forma de combatir el estigma del sida es compartir recursos y medicamentos en todos los continentes. "Hay que hablar con los Gobiernos para que cooperen. También es necesaria una labor pastoral con la población. En suma, se trata de fomentar la aceptación del enfermo de sida, y del seropositivo, y no fijarse tanto en los motivos del contagio", añade. En la lista de participantes de la cumbre, la primera con religiosos "mediadores e inspiradores sociales" de alto rango, no figuraba ningún español.

Las dos declaraciones suscritas serán elevadas a Naciones Unidas. Para 2015, la ONU quiere lograr el acceso universal a las medicinas y tratamientos del sida. "Son recursos mal repartidos. La injusticia social afecta en especial a los pobres, las mujeres y las niñas, y los marginados. Espero que este encuentro sirva para eliminar de una vez la transmisión de madre a hijo. No habría nada más noble", ha dicho Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA , organizadora de la cita. Él mismo ha mencionado el caso de una embarazada africana que estaba infectada, pero no así su marido. El esposo quería repudiarla porque pensaba que había mantenido relaciones con otra pareja. La verdad es que ella había sido violada antes del matrimonio y se había contagiado. "Es inaceptable que casi 30 años después de que esto empezara, unos 400.000 bebés sigan naciendo en África con VIH. Es un modo de transmisión casi eliminado en el resto del mundo", recordó.

El Fondo para la Población de la propia ONU, y la organización no gubernamental holandesa Cordaid, también han colaborado. Y de Holanda ha salido otra de las propuestas. Se trata de nombrar un embajador específico para gestionar el sida, como el que ya funciona en La Haya. Su titular, Marijke Winrocks, ha recordado que la compasión y la dignidad alcanzan todas las creencias. "Pero la prevención es polémica. Incluye la sexualidad y valores morales no siempre fáciles de conciliar. Creo que lo mejor sería unir la moral y el pragmatismo. Así, las comunidades religiosas y los Gobiernos podrán trabajar juntos", ha añadido.

Los cerca de 40 representantes musulmanes, cristianos, budistas, bahais, judíos, hindúes y sijs presentes en Holanda, han recibido los últimos datos de la ONU sobre la pandemia. Entre éstos, destaca el hecho de que cada día se contagien de VIH más de 7.400 personas. Otras 5.500 mueren de sida a diario. Desde 1981, año en que fue identificada la enfermedad, han fallecido 25 millones de personas. ONUSIDA calcula que se necesitan 26.800 millones de dólares para que los países de ingresos medios o bajos puedan acceder a los medicamentos.

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