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Un robot submarino cruza el Atlántico

El 'Caballero Escarlata' llegará a Baiona tras recorrer más de 7.500 kilómetros sin motor, alimentado únicamente por sus baterías

Ruta seguida por el planeador submarino RU27 desde el 27 de abril hasta su entrada en aguas españolas el 13 de noviembre.
Ruta seguida por el planeador submarino RU27 desde el 27 de abril hasta su entrada en aguas españolas el 13 de noviembre.PUERTOS DEL ESTADO

Como un torpedo pacífico, el primer robot submarino que ha cruzado el Atlántico está ya a sólo unos 300 kilómetros de las costas gallegas y será recibido oficialmente en Baiona el 9 de diciembre tras recorrer 7.500 kilómetros, sin motor y alimentado únicamente por sus baterías. En los últimos días los controladores de este aparato no tripulado teledirigido han tenido que luchar con las complicadas corrientes de esa zona y las altas olas para orientar el robot hacia la costa y mantenerlo al mismo tiempo fuera del alcance del abundante tráfico marítimo de la zona. La próxima semana, un barco de Puertos del Estado, que colabora desde el principio en este proyecto de la Universidad Rutgers y la agencia NOAA , de Estados Unidos, saldrá para recogerlo.

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El glider (planeador submarino) entró en aguas españolas el pasado 13 de noviembre tras 201 días de navegación, ya que salió el 27 de abril de la costa del Estado de Nueva Jersey. Es un aparato científico, que tiene como misión recoger datos del océano como la densidad del agua, la salinidad, la profundidad y la temperatura. Cada ocho horas aproximadamente emerge y transmite por satélite los datos recogidos, al tiempo que recibe las órdenes para modificar el rumbo en caso necesario.

"Es un acontecimiento histórico que haya conseguido cruzar el Atlántico, significa que ha empezado una nueva era en la exploración de los océanos", comenta Enrique Álvarez Fanjul, de Puertos del Estado. "En el futuro veremos flotas de estos minisubmarinos por todas partes, que recogerán continuamente datos de forma cómoda y precisa". Estos datos ayudarán, entre otras cosas, a conocer mejor el papel de los océanos en el cambio climático. Vigilarán el calentamiento del agua, que está relacionado con el nivel de mar, algo muy importante para diversos sectores socioeconómicos, y especialmente para las infraestructuras portuarias. Hay quien avanza que estos robots serán también un nuevo modo de transporte, ya que son vehículos no contaminantes, de los que se recupera todo. Este es el segundo intento de que un planeador cruce el Atlántico. En el primer intento, justo hace un año, el glider se perdió por las islas Azores, seguramente porque le entró agua.

El robot se llama RU27, conocido también como El caballero escarlata, mide 2,4 metros y pesa 60 kilos. Se alimenta de sus baterías, y sus aletas le permiten planear y aprovechar las corrientes del océano. De hecho, la velocidad media del planeador ha sido de 15 centímetros por segundo y cuando llegó a aguas españolas había consumido apenas el 60% de la carga de las baterías, informan fuentes del proyecto. También dispone de sensores para evitar el choque con barcos.

Para emerger y sumergirse, hasta 200 metros de profundidad, el planeador se basa en los cambios de flotabilidad, que se generan por un mecanismo de pistón, informa la universidad. Así cambia el volumen del planeador y por tanto su densidad, que se hace mayor o menor que la del agua circundante. Cuando inicia el descenso la cámara reduce su capacidad y la densidad aumenta, por lo que se hunde. Las alas le proporcionan sustentación para controlar el descenso y las baterías se pueden desplazar en el interior para cambiar la posición del centro de masa. Entonces recoge datos a través de sus sensores, como la salinidad, la profundidad, el oxígeno disuelto o dirección de las corrientes.

Al llegar a la profundidad programada, la cámara vuelve a su capacidad máxima. El volumen aumenta, la densidad disminuye y comienza el ascenso.

En la actualidad se han fabricado ya un centenar de unidades de estos planeadores, que construyen tres empresas de Estados Unidos, entre ellas Webb Research. Los científicos e ingenieros las adaptan para sus objetivos. En España, el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, utiliza cuatro de estos vehículos para sus investigaciones en el Mediterráneo. Una nueva generación experimental se está desarrollando para ahorrar batería aprovechando las diferencias térmicas en el agua.

Los responsables del proyecto escogieron Baiona para la ceremonia de recogida de esta nueva carabela porque fue el primer lugar, con la llegada de La Pinta en 1493, en el que se conoció el Descubrimiento de América. Irán a recibirlo cerca de 40 científicos norteamericanos y se espera poder retransmitir el acto en directo. Allí estarán, entre otros, Jerry Miller, responsable de la Oficina de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca, Richard Spinrad y Jane Lubchenco, responsables de la NOAA, y Dean Goodman, de la Universidad Rutgers. Seguramente El Caballero Escarlata terminará sus días expuesto en el Museo Smithsonian de Estados Unidos junto a otros vehículos pioneros. En el proyecto han participado también organizaciones de Irlanda, Canadá, Reino Unido y Noruega. En España tienen el apoyo del Ministerio de Fomento a través de Puertos del Estado y de la Dirección General de la Marina Mercante, así como de la Universidad de Las Palmas.

El interés de esta tecnología emergente es evidente, explican en Puertos del Estado, ya que es de aplicación directa en diversos sectores socioeconómicos y, muy particularmente, será de utilidad a las autoridades portuarias. El conocimiento de la evolución del nivel del mar es un dato imprescindible para el diseño de infraestructuras portuarias, y éste depende, en gran medida, del contenido calórico del océano, pues el agua se dilata al aumentar su temperatura. Estos robots servirán para tener datos más precisos de este fenómeno. Por otro lado, los resultados obtenidos servirán para verificar y mejorar los modelos de circulación marina desarrollados por este organismo público.

Un submarinista fotografía el robot RU27, un submarino que salió de Nueva Jersey el pasado 27 de abril y que llegará a Baiona a principios de diciembre tras recoger información sobre cómo afecta el cambio climático al océano Atlántico.
Un submarinista fotografía el robot RU27, un submarino que salió de Nueva Jersey el pasado 27 de abril y que llegará a Baiona a principios de diciembre tras recoger información sobre cómo afecta el cambio climático al océano Atlántico.
Botadura del planeador RU27 en New Jersey.
Botadura del planeador RU27 en New Jersey.RUTGERS UNIVERSITY

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