La NASA pierde el contacto con la sonda Phoenix y da por concluida su misión en Marte
La nave llevaba explorando la superficie del planeta rojo desde hacía cinco meses
Las autoridades de la NASA han informado esta noche (hora española) de que han perdido la comunicación con la sonda espacial Phoenix, que analiza la superficie de Marte desde hace cinco meses, y que por ello dan por concluida su misión en el planeta rojo. "Estamos cesando las operaciones y dando por concluidas las operaciones", ha dicho el director de la misión, Barry Goldstein, en un comunicado.
Los ingenieros de la Agencia Espacial Estadounidense establecieron contacto por última vez con la nave el pasado 2 de noviembre, cuando la sonda se comunicó brevemente con la Tierra. El silencio en el que se ha sumido la Phoenix no es ninguna sorpresa, porque a finales de octubre la sonda había superado ya en dos meses su expectativa de vida útil.
Tras un viaje de diez meses, la nave aterrizó en el desierto helado de Marte, cerca del Polo Norte, el 25 de mayo. La inminente llegada del invierno marciano, con un descenso brusco de las temperaturas y una creciente oscuridad, ha dificultado cada vez más la comunicación con la Tierra. El fin de la misión no supone un revés para la NASA, dado que la agencia espacial ya había anticipado que el cambio de estación en Marte, del verano al otoño y con menos horas de luz, iba a provocar esta situación, sólo que ha ocurrido tres semanas antes de lo esperado por las tormentas de polvo. Phoenix funcionaba mediante energía proporcionada por sus paneles solares, que ya no se podían recargar suficientemente.
Con todo, la NASA ha dicho que continuará intentando comunicarse con su artilugio, aunque no espera volver a recibir respuesta alguna.
En busca de agua
Durante estos últimos cinco meses la sonda ha estudiado la composición del terreno y las condiciones atmosféricas para saber si alguna vez Marte pudo albergar agua y vida. Un instrumento láser de la sonda detectó a finales de septiembre nieve cayendo desde nubes en la atmósfera de Marte, a unos cuatro kilómetros de altura. Otro instrumento de la sonda identificó la presencia de carbonato cálcico en muestras del suelo extraídas de una pequeña zanja, lo que sugiere que en el pasado ese suelo estuvo en contacto con agua líquida.
"Phoenix nos ha dado muchas sorpresas y tengo confianza en que sacaremos en los años venideros más joyas de este tesoro de datos que nos ha proporcionado", ha dicho el principal investigador de la misión, Peter Smith, de la Universidad de Arizona.
Por su parte, Doug McCuistion, director del Programa de Exploración de Marte de la NASA en Washington, ha afirmado que "Phoenix ha dado un importante impulso a nuestra esperanza de que podamos demostrar que Marte era habitable y que posiblemente tenía las condiciones para mantener vida".
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