El fiscal rebaja a 14 años la pena para el acusado del crimen del metro por sufrir esquizofrenia
Los peritos discrepan acerca del alcance de la enfermedad mental del procesado
La Fiscalía ha rebajado de 17 a 14 años de prisión su petición de pena para David F., el joven acusado de haber arrojado a un hombre al metro de Barcelona, después de que los psiquiatras forenses hayan catalogado como grave la esquizofrenia que sufre el procesado. Los médicos forenses y psiquiatras que atendieron al acusado en prisión y durante sus ingresos hospitalarios han coincidido hoy en diagnosticar una esquizofrenia paranoide a David F., quien días después del crimen llegó a sugerir a uno de sus médicos que el crimen lo había cometido un marciano.
Por este motivo, el ministerio público ha rebajado a 14 años su pena de prisión, al apreciar en el acusado una eximente incompleta de enajenación mental, y la acusación particular, que inicialmente solicitaba una condena de 20 años, ahora la ha dejado en 17 teniendo en cuenta la atenuante de transtorno mental. Los peritos que hoy han declarado en el juicio han discrepado acerca del alcance de la enfermedad mental del procesado, ya que mientras los forenses mantienen que se trata de una esquizofrenia moderada que no anula sus facultades mentales, los psiquiatras del hospital y la prisión creen que el joven actuó bajo los efectos de un brote psicótico severo.
Discurso "razonable y persistente"
En opinión de los forenses, el procesado no encaja en un perfil psicótico porque normalmente ese tipo de dementes confiesan el crimen y dan una explicación a lo sucedido, aunque sea delirante, mientras que David F. negó los hechos desde el principio con un discurso "razonable y persistente". Otra circunstancia que, según los forenses, hace dudar de que el acusado actuara por un brote psicótico es que, pese a tratarse de un crimen "extraño", fue bien planificado: el procesado se cubrió el rostro para no ser identificado y se colocó muy bien para dar el empujón.
Por su parte, Alvaro Muro, médico que ha atendido a David F. en la cárcel, ha relatado que, según le contó el procesado en una visita, días antes del crimen había notado que "le habían cambiado a su hermano, que tenía un color diferente", por lo que llamó a los Mossos d'Esquadra para denunciarlo. De acuerdo con esta versión, cuando el día del asesinato el acusado estaba en la entrada del metro de Navas, un rayo de sol se reflejó sobre su reloj, miró hacia el cielo y entonces vio una nave extraterrestre, de la que descendió un marciano que, con sus mismos rasgos físicos, entraba en la estación. En ese momento, ha añadido el perito, David F. se dio cuenta de quiénes eran los que en los últimos días estaban cambiando la identidad de las personas.
"Aquí no habla de marcianos, ni de San Pedro ni de extraterrestres"
Esa alucinación referida por el psiquiatra de la prisión no ha convencido al fiscal, que en sus informes ha negado que el procesado estuviera afectado por un delirio cuando actuó porque así lo demuestra que en su declaración en el juicio mintiera al explicar que fue detenido por error después de que el verdadero culpable le obligara a ponerse su chaqueta. "Aquí no habla de marcianos, ni de San Pedro ni de extraterrestres", ha resaltado el fiscal, que ha pedido que el acusado cumpla su pena en la unidad psiquiátrica de prisión porque si se le interna en un hospital, "al año el médico dice que está bien, y a la calle".
En sus informes finales, el abogado de David F. ha acabado reconociendo que su cliente es sin duda el autor del crimen, aunque merece la absolución por enajenación mental, y ha pedido que, si se le condena, cumpla ocho años en un centro psiquiátrico y el resto de la pena, en la cárcel una vez se le considere rehabilitado.
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