500 millones de euros para 33 emergencias humanitarias

Unicef ha cifrado en 635 millones de dólares (más de 491 millones de euros) la cantidad necesaria para responder a las emergencias humanitarias de 33 países de todo el mundo, incluyendo conflictos "conocidos" como el de Darfur (Sudán), u "olvidados" como el de Haití. Así se desprende del Informe de Acción Humanitaria 2007 de Unicef, presentado en Barcelona por el Comité Español de esta ONG.

"Éstos son los fondos que, a día de hoy, calculamos necesarios para actuar en 33 emergencias, pero, tal y como ocurrió el 2006, a medida que avance al año surgirán nuevos imprevistos para los que también habrá que pedir recursos", ha explicado la subdirectora de la Oficina de Programas de Emergencias, Pierrette Vu Thi. Al comienzo de 2006, UNICEF pidió a la comunidad internacional 805 millones de dólares (un 26 por ciento más que este año), pero al final del ejercicio esa cantidad había ascendido a 1.261 millones.

La agencia de la ONU ha informado en Ginebra de los fondos obtenidos en 2006, que únicamente alcanzan el 53 por ciento de lo solicitado, y de sus metas iniciales para 2007, que consisten en trabajar en 33 emergencias de todo el mundo. La mayoría de ellas se concentran en África, donde se quiere destinar al menos 155,4 millones de dólares. Sudán es el que tiene mayores necesidades, ya que UNICEF reclama 121 millones de dólares para un país sumido en un conflicto armado que ha matado a 200.000 personas y obligado a dejar sus viviendas a más de 2 millones de personas (la mitad son niños).

Allí, el paludismo es endémico y el sarampión, la fiebre amarilla, la meningitis, y el cólera siguen matando gente, el 60 por ciento de la población no tiene acceso a agua potable y unos 16.000 niños pueden estar trabajando con grupos armados. Si se atiende su petición, Unicef podrá, por ejemplo, inmunizar este año a 3,2 millones de niños contra el sarampión, alimentar a 300.000 niños y 25.000 mujeres embarazadas o lactantes, informar a 600.000 jóvenes sobre el sida, asegurar acceso sanitario primario a 3,7 millones de personas en la región sudanesa de Darfur, hacer 200 pozos de agua o atender a 80.000 retornados en el sur.

Al igual que en Sudán, Unicef busca fondos para financiar programas similares en la República Democrática del Congo (para la que pide 96 millones de dólares), Uganda (48), Etiopía (45), Somalia(24), Liberia (20), Costa de Marfil (19), Chad (16), República Centroafricana (13), Zimbabue (13), Burundi (12) y, así, hasta 21 países africanos. Fuera de ese continente, las prioridades de Unicef están, de momento, en los territorios palestinos ocupados (25,8 millones de dólares), Afganistán (15,9), Corea del Norte (10), Haití (10), Sri Lanka (9,6), Nepal (6,3), Norte del Cáucaso (5,9), Líbano (5,7) Timor Oriental (3,6) y Georgia (1,2), entre otros.

Sin embargo, la obtención de todos esos fondos no será fácil y, previsiblemente cerca de la mitad no llegarán nunca, tal como ocurrió en 2006, según Vu Thi, quien ha lamentado especialmente que peticiones como las de Colombia o Haití no se llegaran a cubrir ni al 1 por ciento. "Otras crisis olvidadas, como Angola o Nepal, sólo recaudaron el 38 por ciento, mientras que las más financiadas -Chad y Somalia- únicamente recibieron el 70 por ciento", ha añadido.

Ese es uno de los motivos de que las aportaciones más interesantes para la agencia sean las que no están destinadas a un objetivo concreto, sino que los donantes permiten que sea la organización la que elija en qué invertirlas. Después de haber recibido en 2006 el 25 por ciento de las aportaciones a los fondos de emergencia bajo esa fórmula, Unicef pide este año a los donantes que, "en la medida de lo posible", apueste por esa modalidad.

Otra innovadora fórmula utilizada en 2006 fue el histórico acuerdo de Unicef con el club español Barcelona FC para que su nombre figure en las camisetas del equipo de fútbol, que nunca habían llevado publicidad. No hay que olvidar tampoco la campaña solidaria a favor de Unicef que el diario El País puso en marcha el año pasado y cuyos beneficios se han entregado recientemente.

Además, la agencia ha potenciado otras alternativas de financiación, como los fondos fiduciarios por múltiples donantes y el Fondo Central de Respuesta de Emergencia de la ONU (CERF), que en 2006 fue la fuente más importante de financiación de emergencia, por detrás del Comité Alemán de UNICEF. "Es una verdadera satisfacción que más del 20 por ciento de los fondos proceda de los comités nacionales, es decir, de donaciones particulares", ha agradecido la experta, tras aclarar que el 50 por ciento procedió de gobiernos.