Cañizares: "Cómo se puede decir no a la guerra, no a la violencia doméstica y sí al aborto"

El vicepresidente de la Conferencia Episcopal española (CEE)y cardenal primado y arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares, ha comparado hoy, durante su intervención en unos cursos de verano, las guerras con la violencia doméstica y con el aborto. Además, Cañizares ha criticado la política educativa y familiar del Gobierno, al tiempo que ha asegurado que, si no se respetan los Acuerdos con la Santa Sede en materia de educación, los obispos acudirán "al Tribunal Supremo".

Cañizares, que con la ponencia Familia, educación y vida desde la fe en España ha abierto el curso Catolicismo y España, organizado por la fundación García Morente y la Universidad San Pablo CEU, ha afirmado que no está "conforme en modo alguno con la LOE", porque responde a una concepción marcada por los objetivos de la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Y ha agregado que es fruto del proyecto de implantar una nueva cultura, que surge en 1976, y cuya primera muestra fue la de imponer la asignatura alternativa a la clase de religión.

El purpurado ha dicho que, en relación con la disposición adicional tercera de la LOE, existe una "base de acuerdo" para que en su entrada en vigor en este curso, y en relación con los criterios objetivos para el acceso al destino de los profesores de religión, se tengan en cuenta los Acuerdos con la Santa Sede. Si esta base de acuerdo no se respeta, están "dispuestos a acudir a los tribunales". Sobre la situación de la familia, con cuyo análisis ha iniciado su intervención, Cañizares ha asegurado con tono apocalíptico que España es "uno de los lugares de Europa donde la institución familiar sufre mayor deterioro, y la última en planes de apoyo y protección a la familia".

"Escritos en la propia naturaleza humana"

"Familia, educación y defensa de la vida son las tres realidades básicas que configuran lo que es y lo que está llamada a ser España hoy y en el futuro", ha aseverado Cañizares, para agregar que en ella "se juega el futuro del hombre y de la sociedad". También ha abogado por el derecho inalienable de los padres a elegir la educación que deseen para sus hijos, y ha señalado que la "demanda mayoritaria" de la asignatura de religión refleja el interés mayoritario por una educación que potencie el desarrollo integral de los jóvenes. El arzobispo de Toledo ha dicho que familia, educación y vida son principios irrenunciables y que no "son verdades de fe", sino que "están escritos en la propia naturaleza humana".

"No tienen carácter confesional sino que se dirigen a todas las personas independientemente de su opción religiosa", ha añadido. Cañizares ha reiterado que el Estado está al servicio del hombre, de su defensa, para afirmar que los derechos humanos son anteriores al mismo Estado o cualquier ordenamiento jurídico porque están consagrados para el ser humano por el mismo hecho de serlo. Ensu opinión, es obligación del Estado tutelarlos y garantizarlos, en todos los aspectos, y garantizar las libertades para evitar totalitarismos, y la Iglesia lo único que está haciendo con la defensa de estos derechos es ayudar "a salvar a la joven democracia española muy zarandeada por tantos aspectos que todos conocemos".

En su ponencia, ha dicho que son muchos los padres que "piden atención urgente a la familia hoy, que padece grandes males, y ya es hora de afrontar sus soluciones sin complejos". Como una de las causas de la crisis de la familia ha citado a la "plaga del divorcio que cobra sus víctimas en los hijos" y el aborto, que ha llegado a comparar con la violencia de género y la guerra de Irak: "Cómo se puede decir no a la guerra, decir no a la violencia en los hogares y decir sí al aborto". Sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, ha indicado que "se está destruyendo la verdad del matrimonio" y se lleva a la "quiebra" de la humanidad. Constituyen, en resumen, "un riesgo para toda la sociedad, en su futuro".