Un ecologista chino contrario a la presa de las Tres Gargantas, agredido tras declarar ante la policía

Un activista chino que se hizo célebre por su oposición a los desahucios llevados a cabo por la construcción de la presa de las Tres Gargantas podría quedar paralítico después de recibir una paliza tras declarar ante la policía por unas declaraciones a un medio de comunicación extranjero, según han informado fuentes de la organización Human Rights in China.

Fu Xiancai, que adquirió relevancia por su oposición a las expropiaciones de campesinos para la construcción de enorme presa, la mayor del mundo, que ha obligado al desplazamiento de millones de personas que vivían en la zona que queda anegada por las aguas de la enorme infraestructura. Según la ONG, Fu recibió una paliza por parte de un desconocido el pasado 8 de junio.

Se da la circunstancia de que Fu recibió la paliza justo después de declarar ante el Buró de Seguridad local de Zigui (en Hubei, en el centro del país), al que había sido convocado para dar explicaciones sobre la entrevista que había concedido a la televisión alemana Das Erste el 20 de mayo en un programa especial sobre la construcción de la presa de las Tres Gargantas. En dicha entrevista, Fu vertió críticas a la construcción de la presa, destacando que el gobierno chino no había pagado indemnizaciones a las personas desplazadas.

A la salida de esa cita, el activista fue golpeado en su espalda por un desconocido con un objeto contundente, y cayó inconsciente a la cuneta, donde media hora más tarde fue ayudado por un viandante. Una vez en el hospital, las pruebas demostraron que el cuello de Fu estaba fracturado y en la actualidad está paralizado hasta los hombros y ha perdido el control sobre sus funciones corporales, aunque no ha perdido la capacidad de hablar, según HRIC.

Su situación es todavía peor debido al sistema médico chino, ya que la familia solo puede permitirse pagar 875 dólares del total de 10.000 que cuesta la operación para que el activista recupere la movilidad, y el tratamiento que recibe en la actualidad cesará en cuanto la familia deje de pagar.

La ONG denuncia que las autoridades locales tratan de evitar que se conozca el caso de Fu e incluso el propio corresponsal alemán que lo entrevistó no pudo entrar con un fotógrafo en el hospital donde se encuentra el activista porque la policía lo impidió.

Una portavoz del Ministerio chino de Exteriores ha asegurado no saber nada del incidente, pero la diplomacia alemana ha pedido a las autoridades chinas que esclarezcan las circunstancias de la brutal agresión. Ante la aparición en la cadena pública ARD de la información sobre Fu, el portavoz del ministerio, Martin Jaeger, se ha mostrado preocupado sobre este incidente y ha señalado que la embajada alemana en Pekín ha recibido instrucciones de solicitar información al gobierno chino al respecto.

Por su parte, el director de la cadena de televisión regional NDR, que pertenece a la red de televisiones de la ARD, Jobst Plog, ha dirigido una carta de protesta a la embajada china en Berlín, en la que insta al gobierno chino a ofrecer a Fu toda la asistencia médica necesaria y en la que señala que "no hay duda alguna de que el ataque fue un acto de venganza por sus declaraciones a la ARD".