La NASA retrasa por segundo día consecutivo el lanzamiento de la primera sonda a Plutón

Los aficionados a la exploración espacial tendrán que esperar otro día más, por lo menos, para ver cómo el cohete más rápido de la historia libera a la sonda Nuevos Horizontes de la tiránica gravedad terrestre y la catapulta hacia Plutón, el planeta más exterior del sistema solar, pasando por Júpiter. La hoja de ruta de la sonda no se inmutará demasiado, seguramente, por una espera de otro día más, frente a los nueve años que debe durar su viaje.

Si ayer fue el viento, más fuerte de lo esperado en la zona que los norteamericanos renombraron como cabo Kennedy (y que los españoles conocemos desde su descubrimiento como Cabo Cañaveral) el causante del retraso, hoy los problemas han sido otros.

La agencia espacial norteamericana, la NASA, ha achacado a un apagón en una estación de control de la misión el retraso de otras 24 horas más, hasta el jueves, de la primera sonda que visitará Plutón, un cuerpo tan pequeño y alejado del sol que muchos se resisten calificar como planeta. La ventana de oportunidad, que es como llaman los científicos al periodo de la rotación terrestre en el que el lanzamiento es posible, se abrirá mañana entre las 19.08 y las 21.07 horas (hora peninsular española.

De la Tierra al cinturón de Kuiper, pasando por Plutón

La misión Nuevos Horizontes bate de nuevo marcas en el largo listado de proezas que la NASA tiene en su haber. Desde la duración del viaje (llegará a Plutón en 2015), hasta la cantidad y calidad de los instrumentos embarcados (que investigarán la atmósfera del planeta, cartografiarán su superficie e indagarán en su composición), pasando por el hecho de que será la nave que más rápido haya abandonado nunca la atmósfera terrestre (a 58.000 kilómetros por horra), todo hace que el lanzamiento de esta sonda despierte la atención de los medios.

Pero si Plutón y su única luna, descubiertos en una fecha tan reciente como el siglo XX, despiertan la curiosidad de los científicos, hay otra visita que hará Nuevos Horizontes de la que muchos estudiosos esperarán impacientes datos desde ahora y hasta dentro de dos lustros: el cinturón de Kuiper.

Se trata de una franja de numerosísimos cuerpos helados -algunos de ellos con tamaños similares a los de la Luna terrestre- que orbitan en los confines del sistema solar, y que algunos científicos consideran que podrían ser la fuente de los llamados cometas de corto periodo, de los que podrían deducirse pistas sobre la formación del sistema solar.