España suspende en igualdad
Un estudio del Foro Económico Mundial sitúa a España en el puesto 22 de los 30 países de la OCDE
Un estudio pionero del Foro Económico Mundial sitúa a España en el furgón de cola de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) en cuanto a igualdad entre hombres y mujeres (ocupa el puesto 22 de 30). El informe incluye a otros 28 países pobres y en vías de desarrollo hasta un total de 58, pero en este ránking España tampoco sale favorecida, ya que ocupa el puesto 27. Aunque todos los estados suspenden, los que logran una mejor nota son los nórdicos, mientras que las peores calificaciones las obtienen los islámicos.
Así, Suecia, Noruega, Islandia, Dinamarca y Finlandia ocupan los cinco primeros lugares en la lista de países que más han hecho por reducir la brecha entre hombres y mujeres en las esferas analizadas: educación, participación económica y política, y salud. El estudio, a cuya presentación hoy en Londres ha asistido la abogada de derechos humanos y esposa del primer ministro británico, Cherie Blair, señala que los países escandinavos son "sociedades muy liberales" que se caracterizan por la "apertura y transparencia" de sus administraciones. Todos ellos cuentan además con "redes de seguridad muy incluyentes" para los grupos más vulnerables de la población y las mujeres tienen acceso a un más amplio espectro de oportunidades, políticas y laborales.
"Aun cuando ningún país ha conseguido hasta ahora eliminar la brecha entre los sexos, los nórdicos son los que más han logrado reducirla y en cierto modo constituyen un modelo aplicable al resto del mundo", asegura el estudio. Los autores del informe han utilizado distintas variables como la participación económica -si el hombre y la mujer reciben el mismo salario por igual trabajo-, la oportunidad económica -la calidad del trabajo al que tienen acceso- así como las respectivas posibilidades de participación en el mundo político. Igualmente han medido otros factores como la facilidad de acceso a la educación en sus distintos niveles, a la salud y al bienestar en general.
Por delante de Australia, Bulgaría y Colombia
Los siguientes lugares después de los cinco nórdicos los ocupan, por este orden: Nueva Zelanda, Canadá, Reino Unido, Alemania, Australia, seguidos de dos repúblicas bálticas que pertenecieron a la antigua URSS: Letonia y Lituania. Francia ocupa en decimotercer lugar, seguido de Holanda (14), Estonia (15), Irlanda (16), Estados Unidos (17), Costa Rica (18) -primer país latinoamericano de la lista- Polonia, Bélgica, República Eslovaca, Eslovenia, Portugal y Hungría. España aparece en el puesto 27, por delante de Australia, Bulgaría, Colombia (28), Rusia, Uruguay (32), China, Suiza, Argentina (35), Sudáfrica, Israel y Japón. De acuerdo con el informe, aunque España figura en una posición destacada en salud y bienestar (en quinto lugar), en la participación política de la mujer ocupa una posición media (27) y sus peores puntuaciones son en participación y oportunidades económicas (lugares 45 y 34).
Así, la medida resulta mala, sobre todo si se compara con el resto de la OCDE, una lista restringida en la que España ocupa el lugar 22. En el ránkin general, tras Bangladesh (39), Malasia, Rumanía (41), Zimbabue, Malta, o Tailandia están Italia, en el puesto 45, Indonesia (46), que va seguida por países latinoamericanos como Perú (47), Chile (48), Venezuela (49), y a continuación aparece Grecia (50), Brasil (51), México (52). En los últimos lugares de la lista de 53 países aparecen la India (53), Corea, Jordania, Pakistán, Turquía y Egipto (58).
Según Augusto López-Claros, economista jefe del Foro Económico Mundial y autor del estudio junto a Saadia Zahidi, la discriminación de la mujer constituye un claro ejemplo de injusticia que se basa muchas veces en tabúes y prejuicios y perjudica gravemente al país que la practica. Cuanto más consiga un país reducir la brecha entre los sexos en los distintos campos, más aprovechará su potencial económico y más competitiva será su economía. En la presentación, López-Claros ha calificado la educación de "requisito clave" para cerrar la brecha en todos los terrenos. El objetivo del estudio es "permitir a los países identificar los puntos fuertes y los más débiles en un área de enorme importancia para su desarrollo y darles la oportunidad de aprender de experiencias exitosas a la hora de promover la igualdad entre hombres y mujeres".
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