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Reportaje:

La nevera de Noé

Un banco de ADN congelado conservará la información genética de animales en peligro de extinción

El Noé bíblico reunió todas las especies de animales y las embarcó en su arca para salvarlas del diluvio universal. Los noés del tercer milenio quieren emular a su antecesor y para ello han fletado El Arca Congelada, un innovador proyecto para preservar, a ochenta grados bajo cero, el ADN de especies en peligro de extinción. En el futuro este material genético podría utilizarse para la clonación.

El proyecto, coordinado por el instituto de genética de la Universidad Nottingham, al norte de Inglaterra, permitirá que generaciones futuras de científicos puedan estudiar criaturas desaparecidas. También favorecerá los programas de conservación de especies. Aunque la clonación no es el principal objetivo de la idea, ya hay quien habla de un próximo "Parque Jurásico", en el que animales extintos regresan a la vida como sucedía con los dinosaurios en la película de Steven Spielberg.

Nadie debe esperar ver "dinosaurios trotando por el centro de Londres", aclaró uno de los promotores de la iniciativa, pero la directora de la comisión supervisora, Anne McClaren no descartó que la información genética pueda llegar a usarse para recrear una especie por razones determinadas.

Los primeros de la fila

Las primeras muestras de especies en peligro de extinción como el caballito de mar amarillo, la tórtola de socorro y el órix de Arabia ya han sido almacenadas en el Museo de Historia Natural y la Sociedad Zoológica de Londres. Estas dos instituciones acogerán especies de mamíferos, insectos, aves y reptiles.

Duplicados de estas muestras se conservarán en otras partes del mundo como el centro para la reproducción de especies en peligro de extinción de San Diego (EE UU) y el centro australiano de almacenamiento de genes de animales. Se espera que desde universidades de todo el mundo se colabore con el proyecto enviando muestras de ADN.

La iniciativa británica dará prioridad a las especies que puedan extinguirse en un periodo de cinco años y a las que sobreviven en cautividad. Los científicos calculan que en los próximos treinta años podrían desaparecer miles de animales, incluidos 1.130 tipos de mamíferos y 1.183 especies de aves.

La polémica de la clonación

El ritmo de extinción de animales es en estos momentos el mayor en la historia de la Tierra, lo que plantea una situación "desesperada", aseguró Phil Rainbow, conservador del Museo de Historia Natural. "El progreso en biología molecular es tan rápido que no podemos predecir lo que podrá hacerse con ella en las próximas décadas", señaló. Para los futuros biólogos y conservacionistas y para los animales a los que quieren proteger, esta red global (de bancos de datos) será de un valor inconmensurable".

El profesor de la Universidad de Oxford Alan Cooper, que también forma parte de la comisión supervisora del arca, está convencido de que, en años venideros, el ADN será usado para la clonación. "Quién sabe para qué podrán usarse estas muestras en el futuro. Creo que puede haber casos, como, por ejemplo, el del tigre, en que puede valer la pena favorecer la clonación frente a la extinción", argumentó.

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