Los médicos descartan que la niña china ingresada en Madrid padezca neumonía asiática

Las autoridades sanitarias han descartado que la niña china ingresada en un hospital de Madrid padezca nemonía atípica después de haber sido sometida a varias pruebas. La pequeña fue trasladada al centro desde Barajas, después de que el avión en el que viajaba fuera bloqueado, anoche, varias horas en una pista aislada. También ha sido ingresado su hermano, por precaución, aunque sólo la niña presentaba tos y fiebre alta, síntomas similares a los de la neumonía asiática.

El resto de los 120 pasajeros del vuelo 4302 de la compañía alemana Lufthansa, procedente de Francfort, pudieron abandonar el aeropuerto tras varias horas dentro del avión. En el aparato viajaba una veintena de ciudadanos chinos, aunque sólo la niña presentaba fiebre.

En un principio se informó de que sólo la niña era la ingresada, pero la Cadena SER ha señalado posteriormente que también permanece en el hospital su hermano. Ambos han sido sometidos a diversas pruebas. Los niños venían junto con su padre desde Shangai y en la ciudad alemana de Francfort enlazaron con un vuelo en dirección a Madrid. Ni el padre ni el hermano sufren, asimismo, neumonía asiática.

La alarma se disparó en el avión cuando al aterrizar alrededor de las 23.00 de anoche recibió la orden de dirigirse a una zona apartada hasta que la pequeña, que presentaba tos y fiebre alta, fuera atendida por personal sanitario que posteriormente trasladó a los dos niños al hospital.

Hasta ese momento los pasajeros vivieron momentos de angustia, retenidos dos horas en el interior del avión. Finalmente, pudieron abandonar la aeronave y, tras rellenar el formulario para este tipo de situaciones que ha dispuesto el Ministerio de Sanidad, recoger sus maletas.

Sin mascarillas

En esas horas de espera la tensión llegó a su extremo, según algunos pasajeros, cuando las azafatas se colocaron unas mascarillas y, siempre según la versión de algunos pasajeros, no ofrecieron esta medida de protección a los viajeros, entre los que había otros niños.

Santiago Montero, uno de estos pasajeros, mostró en conversación por teléfono móvil su enfado con la compañía alemana: "En Francfort vi un jumbo de Air China y cómo 20 pasajeros más venían con nosotros. Pero esto no ha sido una sorpresa. A la niña se la veía enferma desde el principio. No tenían que haberla dejado subir".