El fiscal archiva la denuncia contra los responsables del aborto de la niña nicaragüense

La Fiscalía de Nicaragua no promoverá acciones judiciales contra los padres, médicos y mujeres que participaron en el aborto de Rosa, la niña de nueve años que había quedado embarazada tras ser violada en Costa Rico. La Fiscalía ha desestimado la acusación presentada la semana pasada por una particular, según una resolución dada a conocer ayer lunes.

El artículo 165 del Código Penal de Nicaragua establece que el aborto terapéutico debe ser practicado con la intervención de al menos tres médicos y el consentimiento del cónyuge o parientes más cercanos, supuestos que se cumplieron en este caso. Una junta médica que examinó a la menor en Managua determinó el pasado mes de febrero que su vida corría peligro tanto si abortaba como si continuaba con el embarazo, por lo que los padres tenían la decisión final, de acuerdo a lo que establece la ley. Los médicos que practicaron el aborto "actuaron soportados en el dictamen de la comisión forense y con la autorización de los padres de la menor, por lo cual no puede considerarse ilegal su conducta", asegura la Fiscalía.

"Los presupuestos procesales fueron debidamente cumplidos en el caso que nos ocupa, máxime que la decisión a tomar le competía única y exclusivamente a los padres de la menor en uso de sus derechos de patria potestad que les concede la ley", estima la Fiscalía en su resolución. El escrito añade que "desestima esta denuncia por ser notoriamente improcedente y ordena el correspondiente archivo administrativo" para que el caso sea cerrado oficialmente.

Mujeres contra la Violencia

La Red de Mujeres contra la Violencia de Nicaragua que protege a la niña celebró el cierre de las investigaciones como una victoria, que pone de manifiesto que la vida humana está por encima de los prejuicios religiosos. "Estamos muy contentas porque queremos creer que este es un mensaje que reconoce que la vida de las personas está por encima de cualquier dogma y prejuicio religioso", ha manifestado la presidenta de la agrupación feminista, Violeta Delgado.

La menor, cuya identidad se ha protegido con el nombre ficticio de 'Rosa', fue violada presuntamente por un campesino de 20 años en una finca de café en Costa Rica, donde su padres trabajaban desde hacía ocho años, antes de decidir su regreso a Nicaragua, el pasado mes de febrero. La niña fue sometida el 21 de febrero a un aborto terapéutico en una clínica privada de Managua, después de que el Ministerio de Salud rechazara interrumpir el embarazo, con 15 semanas de gestación.

El aborto desató una fuerte polémica entre grupos feministas, el Gobierno y la Iglesia Católica, que pidió públicamente que se castigara a los responsables, tras lo cual se inició una investigación oficial abierta la semana pasada sobre la base de una denuncia presentada por la ciudadana Dora Roque.