La inmersión de un robot de reconocimiento da inicio al reflotamiento del submarino 'Kursk'
Con la inmersión de un pequeño sumergible de exploración han dado comienzo hoy en el mar de Barents las operaciones que permitirán el reflotamiento del submarino nuclear Kursk, hundido en agosto de 2000 tras sufrir un accidente a bordo.
El minisubmarino, pilotado a distancia y lanzado desde el barco noruego Mayo, tiene como misión examinar los restos de la nave, según han indicado fuentes del mando de la Flota rusa del norte.
Además, deberá medir los niveles de radiación en el agua que rodea al Kursk, con vistas a que a continuación pueda descender un grupo de buzos para preparar el reflotamiento del submarino.
El Kursk se hundió el 12 de agosto de 2000, después de sufrir un accidente todavía no esclarecido por completo. Según las últimas investigaciones, la nave podría haber naufragado después de que explotase a bordo un nuevo misil que estaba probando el ejército ruso.
Los 118 tripulantes del submarino murieron en el hundimiento, y 106 de los cuerpos aún se encuentran a bordo de la nave, después de que el pasado otoño fueran rescatados 12 de ellos.
La operación de reflotamiento, que debe concluir el 20 septiembre, costará cerca de 14.000 millones de pesetas (casi 85 millones de euros) y estará a cargo de la empresa holandesa Mammoet. La nave se encuentra a 108 metros de profundidad.
Los buzos deben cortar la proa del submarino, donde se guardan los torpedos, que resultó muy dañada por la explosión. A continuación el equipo de rescate colocará el submarino sobre una plataforma especial de 140 metros de longitud y 35 de ancho, que será izada hasta unos metros bajo la superficie del mar, para luego ser remolcada hasta el puerto de Murmansk.
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