Estas fotos muestran la belleza (y complejidad) de ser madre y bailarina
Lucy Gray se ha pasado los últimos 14 años retratando a tres estrellas del ballet de San Franscisco que decidieron conciliar trabajo y maternidad.
Empezó a ser conocida por proyectar retratos de Tilda Swinton versión XL en las fachadas de San Francisco. Además de enaltecer la imagen fuerte de la actriz, Lucy Gray escribe, hace documentales, es fotógrafa y copa las páginas de New York Times o The Independet. Su último trabajo, al que ha consagrado gran parte de los últimos catorce años, lleva por título Balancing Acts.
El proyecto, que acaba de convertirse en libro publicado por Princeton Architectural Press, documenta la complicada tarea de ser madre y estrella de la danza. La vida de tres bailarinas del reputado ballet de San Francisco (Kristin Long, Tina LeBlanc y Katia Waldo) queda inmortalizada a través del registro de sus ensayos estando embarazadas, sus descansos para amamantar a sus bebés entre bambalinas o la ejecución de elaboradas coreografías bajo la atenta mirada de sus pequeños. Un canto a la necesaria conciliación entre vida profesional y maternidad reflejada en un mundo, en el que a priori, es complicado ser madre y seguir en activo a pleno rendimiento. Así explica a S Moda cómo y por qué surgió este proyecto:
1. ¿Por qué decidiste empezar esta serie fotográfica?
Cuando tenía diez años mis padres se divorciaron y viví con admiración como mi madre tuvo que empezar a trabajar para mantener a sus cinco hijos. Veinte años más tarde, cuando me convertí en fotógrafa y tuve mi primer hijo, me sensibilicé mucho con las madres trabajadoras. Intenté inmortalizar a una amiga mientras se sacaba la leche materna de camino al trabajo pero faltaba completar la escena con la imagen de su bebé llorando en casa y los hombres esperándola en la oficina. Entonces un buen día, mientras hacía la compra, conocí una bailarina. Allí estaba en el mercado, con su pose etérea, sosteniendo en brazos a su hijo de tres años. Cuando llegué a casa descubrí que se trataba de Katita Waldo, una estrella del Ballet de San Francisco, compañía en la que casualmente tres integrantes acababan de dar a luz. Decidí que quería fotografiarlas porque eran tres mujeres en la cima de su carrera que, sin embargo, habían decidido arriesgarlo todo para tener hijos.
© 2015 Lucy Gray
2. ¿Qué pretendes transmitir con estas imágenes?
Quiero que las madres trabajadoras vean ejemplos de mujeres que concilian la maternidad y la vida profesional y que, por difícil que parezca, consiguen ser cada vez mejores en los dos campos. Además, creo que es importante reivindicar que en Estados Unidos hay 75 millones de madres trabajadoras. Las mujeres tienen hijos y tienen que mantenerlos económicamente. En lugar de negar esta realidad, podríamos apoyar sus esfuerzos y los de su maridos.
3. ¿Por qué crees que es tan complicado para una bailarina ser madre?
Las bailarinas que aparecen en el libro empezaron a bailar a los tres años; con solo once ya sabían que querían dedicarse a la danza profesionalmente y a los quince, lo habían conseguido. Cuando decidieron tener hijos estaban poniendo en riesgo su medio de vida, su pasión y todo lo que sabían hacer. Además hay que pensar en el riesgo físico, ¿qué pasa si tener un hijo cambia sus cuerpos de forma negativa?, ¿qué pasa si después de la baja maternal les resulta imposible volver? Todas tenían miedo a ser despedidas. No hay muchas bailarinas dispuestas a arriesgar todo eso, así que la mayoría optan por no tenerlos.
4. En tu libro explicas que, contra todo pronóstico, las tres mejoraron en su trabajo tras tener hijos.
Cuando comencé el proyecto pensaba que fotografiaría a mujeres que estaban pasando un momento difícil al tener que cuidar de sus bebés mientras trabajaban. En cambio, ellas lo disfrutaban. Todas volvieron a la faena más frescas y los críticos no paraban de escribir acerca de cómo habían mejorado. Kristen Long superó su bulimia gracias a la danza y la maternidad, Katita Waldo empezó a ganar más confianza y a perder el miedo escénico al salir al escenario y Tita LeBlanc comenzó a relajase y dejarse llevar, guardando los grandes esfuerzos para una tarea más dura: ser madre.
© 2015 Lucy Gray
5. ¿Cómo has mantenido la motivación durante 14 años de trabajo?
Cuando empecé el proyecto, pensaba que tendría mi libro listo en dos años. Creía que era un tema importante, que nunca nadie había hecho ningún proyecto así y que los editores sabrían apreciarlo. En vez de eso, me dijeron que las mujeres debían elegir entre trabajar o ser madres y que las fotos en blanco y negro no venden. Eso fue en 2003. Era incapaz de decirle a las bailarinas que no había libro después de todo, así que seguí peleando. Tras mucho reveses, conseguí que diez años después Princeton Architectural Press confiara en mi proyecto. Durante todo ese tiempo continué alimentando la colección de fotos. Ahora agradezco los rechazos del principio. Mi libro es mucho más completo de lo que hubiera sido hace una década.
6. ¿Qué es necesario para facilitar las cosas a las mujeres que quieren ser madres sin sacrificar su profesión?
Lo primero es reconocer que las mujeres trabajan igual que los hombres, ya sea por necesidad, pasión o por ambas. Por supuesto, también hay que dejar claro que cuando une mujer tiene hijos, sus ganas de trabajar no tienen por qué disminuir. Creo que se debería aumentar su sueldo para motivarlas y abaratar los gastos que conlleva cuidar de los niños.
© 2015 Lucy Gray
7. Tienes dos hijos. ¿Cómo ha sido para ti compaginar un trabajo creativo con la vida familiar?
Al igual que las bailarinas, he encontrado la felicidad en la combinación de trabajo y maternidad. Siempre quise trabajar y ganar dinero para mantener a mi familia. Mi primer hijo me dio la confianza para pasar del mundo editorial (era escritora) a ponerme tras la cámara. Cuando tuve al segundo, empecé a escribir y disparar fotos al mismo tiempo. Mis hijos están muy involucrados en mi profesión. El primero ha posado para mi y el segundo trabaja detrás de la cámara.
8. ¿Qué proyectos estás preparando?
Estoy ilustrando A Christmas Carol de Charles Dickens mediante fotos protagonizadas en su totalidad por modelos negros. Tengo entre manos otra idea de libro recopilando mis fotografías a bailarines de tango; este verano daré clases sobré cómo ilustrar historias cortas y, probablemente, empezaré una película el próximo otoño. Y aún hay más.
Puedes comprar el libro Balancing Acts, aquí.
© 2015 Lucy Gray
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