Paz de la Huerta: «Harvey Weinstein me violó dos veces, haré todo lo posible por verlo entre rejas»
La intérprete es una de las bazas del fiscal en el juicio contra el productor. Charlamos con ella sobre cómo afectó su doble violación a su vida, cómo la película que ha escrito y dirigido ha sido un proyecto liberador y por qué pide justicia para ver a su agresor en la cárcel.
Paz de la Huerta tiene su Boyhood particular. Se llama Valley of Tears y lleva desde 2011 grabando fragmentos, escribiendo, dirigiendo y protagonizando una película que comenzó como una adaptación del cuento Los zapatos rojos de Hans Christian Andersen y que ha acabado configurándose como su legado visual personal, un proyecto con simbolismos autobiográficos que ella define como «mi viaje de curación». Una oda al instinto de supervivencia y a las segundas oportunidades. Una apuesta por reivindicar «el fin del sufrimiento». Todavía no lo ha acabado. Falta una escena crucial, un nacimiento, y por ello ha creado una campaña de crowdfunding para poder acabarla y cerrar muchas heridas abiertas. Porque Paz no ha hecho una película sobre la adolescencia de una joven cualquiera como grabó Richard Linklater. No. En la suya hay violaciones, escenas escalofriantes y hasta amputaciones. Será porque su vida tampoco ha sido una vida cualquiera.
Hija de un marqués y grande de España (Íñigo de la Huerta y Ozores) y de una analista de la ONU por los derechos de la mujer (Judith Bruce), la actriz conocida por su papel en Boardwalk Empire, encumbrada como mito erótico por Jim Jarmusch o Gaspar Noé, se crió en Manhattan y se dedicó a la actuación y modelaje desde niña. Cuando tenía 14 años, mientras rodaba Las normas de la casa de la sidra, vio por primera vez y entró en contacto con el hombre que, según defiende, la violaría once años después en dos ocasiones y con apenas un mes de diferencia: Harvey Weinstein. Su testimonio llegará al caso judicial que ahora mismo está abierto contra el ex magnate cinematográfico. De la Huerta, que ahora vive en París a la espera de estrenar una exposición en octubre, volará en breve a Nueva York para asistir al fiscal en el caso. Va a por todas. Mientras tanto, y a la otra línea del teléfono, insite en poder cerrar cuanto antes su Girlhood cinematográfico. «Acabarlo significa mucho para mí en muchos niveles. El mensaje que quiero transmitir es que puedes superar los obstáculos que te ponga la vida, puedes curarte y tener paz, dejar de sufrir».
En Valley of Tears exploras la coerción como «el sufrimiento que una mujer experimenta con las horribles peticiones de un hombre que tiene el poder del control». ¿A quién representa este hombre?
A mí me han violado. Esta película esta íntimamente relacionada con mi vida, así que te puedo decir que ese hombre está basado en Harvey (Weinstein). No sólo él me violó, también tuve otro abusador en mi vida. En la película este hecho aparece, pero la escena de violación está narrada desde la perspectiva de la mujer. Por ejemplo, todo el mundo recuerda la terrible escena de la violación a Monica Bellucci de Irreversible, de Gaspar Noé, con el que rodé Enter the Void, pero yo he querido rodarlo desde otro punto de vista. Quería enseñar cómo es realmente porque yo he pasado por ello. Se trata de una mujer a la que mutilan pero que tras ese infierno es capaz de pedir perdón por su pasado y por el de sus agresores.
Siete meses después de contar que Harvey Weinstein te violó en dos ocasiones, ¿valoras como un episodio liberador el haberlo hecho público?
Sí, lo ha sido. Pero quiero verlo entre rejas, ese es mi objetivo.
El día que Weinstein se entregó a la policía y salió de comisaría esposado tú misma pediste en tus redes «justicia», también especificaste que «las repercusiones de sus actos son horribles: depresión, ataques de nervios o comportamientos suicidas». ¿Los has vivido en primera persona?
He sufrido depresión y tuve un ataque de nervios bastante importante después de que me violase la primera vez y antes de la segunda. Mi terapeuta me ayudó bastante en aquella época y trabajó conmigo de forma muy cercana, me repetía mucho «Harvey no está ahí contigo, ahora estás a salvo» para calmarme en los momentos en los que recaía y sí, también he tenido tendencias suicidas.
Una situación que no sólo te afectó a nivel personal, también debió repercutirte en lo profesional.
Sí, por supuesto. Además, tuve un accidente de coche durante un rodaje en 2011 que me dejó año y medio sin poder salir de la cama (durante una escena de Nurse 3D en sufrió una lesión en la columna y el director decidió contratar a una doble para acabar la película. Ella después demandaría a los productores por asegurar que esa cinta “había acabado con su carrera”). Fue un momento muy duro, no pude volver al rodaje de Boardwalk Empire y no me recuperé físicamente hasta que me operaron en 2013. He tenido que volver a empezar mi vida y mi carrera al mismo tiempo.
En unas semanas acudirás a declarar a Nueva York, asistiendo a la investigación de la fiscalía en el caso Weinstein (De La Huerta colaboró previamente con los detectives de la policía que investigan el caso ofreciéndoles, como otras víctimas, su testimonio). Los investigadores aseguran que tu caso es uno de los «más convincentes» contra él.
No puedo hablar mucho del caso por razones legales, pero sí te puedo decir que la justicia debe cumplirse y que haré lo que tenga que hacer para que ocurra. Volaré hasta Nueva York para hablar con el fiscal y lo haré. Quiero verlo entre rejas, no puede salirse con la suya después de lo que me hizo a mí y a otras tantas mujeres.
¿Mantienes contacto con otras víctimas de Weinstein?
Sí, con algunas.
Hace unos días vimos a Asia Argento en Cannes reivindicar que todavía quedan muchos Harvey Weinsteins por descubrir en la industria. ¿Estás de acuerdo?
Asia Argento es mi amiga y tiene toda la razón. Los hombres deberían tener miedo, Weinstein no fue el primer hombre que abusó de mí. Hay muchos depredadores en Hollywood, como ella dijo en su discurso: «sabemos quiénes sois y no os podéis salir más con la vuestra». Lo suscribo totalmente.
¿Afectará este nuevo paradigma a la forma en la que las mujeres son retratadas en pantalla?
No necesariamente, no. Todo esto son hechos. La historia nos ha dicho qué significa ser mujer: hemos sido violadadas, agredidas y sexualizadas. No creo que haya nada malo en recrear retratos honestos sobre lo que significa ser mujer pero espero que haya distintos papeles para que las mujeres puedan superar estos arquetipos.
Y quizá también sirva para cambiar el trato sobre las propias actrices cuando las cámaras no están grabando.
Exacto, yo he pasado por mucho haciendo películas. No me han tratado muy bien, he sufrido mucho, pero también me he curado y he perdonado. Espero que ahora los hombres sean más temerosos con su comportamiento respecto a las mujeres.
¿Cómo te sentiste al descubrir que el equipo de Weinstein estaba investigando tu pasado para tratar de desestabilizar tu caso y tu testimonio?
Creo que han intentado muchísimas cosas, como esconder correos electrónicos o borrar documentos sobre mí. Pero no puedo contarte mucho más por temas legales.
El caso Weinstein ha supuesto un terremoto en el tratamiento del acoso y agresiones sobre las mujeres a escala global, ahora el mundo parece creer a las mujeres. ¿También lo está haciendo Hollywood?
Ha sido muy difícil. Nadie me creyó ni me protegió cuando yo dije que Weinstein me había violado. Cuando pasó y lo conté, básicamente recibí la impresión de que merecía que me hubiesen violado porque era guapa y sexy. La única persona que realmente estuvo conmigo y me ha apoyado es mi abuela, la que vive en Sevilla. Ella siempre me quiso proteger y nunca me ha explotado. Lo que sí creo, o quiero creer, es que ahora es un momento de cambio. Este tipo de comportamientos no tienen que ser validados, pero ni en Hollywood ni en ninguna otra parte.
¿Qué esperas del juicio?
Mi objetivo es que vaya a la cárcel, me violó dos veces y haré todo lo que pueda para que acabe entre rejas.
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