Vuelve el pelo sintético: así se llevará uno de los fenómenos de la temporada

“Este artículo no es para ti si te sientes pobre esta temporada”. Con esta frase arrancaba un artículo de la revista estadounidense Vogue publicado el 14 de septiembre de 1929 y dedicado a las prendas de piel natural. En su interior, la pieza aseguraba que aquel invierno sería “el del cordero, el visón y la marta cibelina, todos animales muy aristocráticos” y que las pieles finas “son una marca de distinción, y nada las reemplaza”. El consejo de Vogue, entonces, era el de comprar el mejor abrigo de piel que pudiera permitirse cada uno.

En un salto en el tiempo hasta 2024 esa recomendación se ha actualizado en numerosas ocasiones. No solo por ética (tras la creación de PETA en la década de 1980, la moda ha desarrollado cierta sensibilización ante el trato animal: el primero en dejar de utilizar pieles naturales fue Calvin Klein en 1994, y en las últimas dos décadas le siguieron Vivienne Westwood en 2007, Versace, Armani, Gucci, Prada o Chanel, que ya no usa pieles de animales exóticos, como serpiente, cocodrilo o lagarto), también por estética. El acabado de pelo largo sigue despertando fascinación pero lo hace de una forma completamente nueva y en su enésima reinvención salta de abrigos de colores vivos a zapatos de tacón, gorros, bolsos, vestidos y casi cualquier prenda, sin importar su formalidad.

Lejos queda la imagen del abrigo de visón como símbolo de estatus socioeconómico, y sin embargo, para que el acabado de pelo largo sea una tendencia hoy hizo falta un desencadenante con cierto barniz de nostalgia. El año pasado el pelo (a menudo sintético) encontró una etiqueta con gancho, la Slavic Girl, primero con cientos, luego con miles y ahora con millones de visualizaciones en las redes sociales. En los vídeos, viralizados principalmente en TikTok, aparecen todo tipo de prendas de pelo, desde imponentes abrigos largos hasta bolsos, zapatos o gorros.

El acabado de pelo se ha sacudido el último rastro de naftalina que le pudiera quedar gracias a las prescriptoras de moda, ese grupo de mujeres con ojo clínico para el estilo, que trabaja en la industria (ya sea como redactoras, estilistas, diseñadoras o creadoras de contenido) y cuyas fotografías asistiendo a los desfiles de firmas internacionales marcan el primer pulso de las tendencias en la calle. De Copenhague a Nueva York, se están avistando zapatos de salón revestidos con flecos de pelo, enormes abrigos de colores, bolsos que parecen tener melena… mires adonde mires se palpa la obsesión por el acabado “furry” en todo tipo de detalles, formas y colores pero siempre con un espíritu maximalista.

En los otros desfiles, los que sí suceden sobre una pasarela, también se han visto numerosas propuestas para la temporada del otoño invierno 2024-2025: Prabal Gurung y Balmain sacaron abrigos gigantescos de pelo largo, Michael Kors tuvo su particular abrigo “yeti” en un tono empolvado, Erdem puso largas plumas a un enorme abrigo de colores y a unos zapatos de tacón, Jil Sander combinó una chaqueta de pelos largos con una falda en color amarillo mantequilla, y Ferragamo puso a los pies de sus modelos unos zapatos revestidos de plumas de avestruz. También hay referencias más evidentes al clásico abrigo corto de visón, ahora en pelo sintético: Loewe hizo una reinterpretación del abrigo corto de visón en pelo sintético y con forma de sudadera, y Miu Miu sacó a desfilar a Gigi Hadid con un abrigo tres cuartos marrón de doble botonadura.

El acabado furry también encuentra maneras divertidas de aplicarse, como en el caso del top con cola en color azul de David Koma, los cuellos voluminosos de las nuevas chaquetas bomber de Burberry, o los cortísimos vestidos-abrigo de Alexander McQueen. Bottega Veneta, Gabriela Hearst, 3.1 Phillip Lim, Erdem, Eckhaus Latta… la lista de marcas y diseñadores que han utilizado el pelo llamativo en sus colecciones es casi infinita y la traducción a las marcas más comerciales también: Mango, Bimba y Lola, Zara, en su nueva temporada se pueden encontrar infinidad de piezas interesantes.

La moda dicta integrar estas piezas con prendas relajadas y poco importantes: mezclarlas con pantalones vaqueros anchos, con zapatillas deportivas, con colores neutros y con todo el rango de básicos del armario. Ahora el estatus no lo dicta el animal que se lleve puesto sino la pericia en incorporarlo a un look actualizado.

Compras de temporada: