Emma Roberts contra la idea de los ‘nepobabies’: defiende que su célebre apellido solo le hace perder papeles
La sobrina de Julia Roberts y protagonista de ‘American Horror Story’ cree que sus conexiones familiares han hecho que se le escapen más trabajos de los que ha conseguido firmar
Emma Roberts se encuentra de promoción. Tras el fracaso en taquilla de la última película en la que participó, Madame Web (Roberts ha culpado de ello a Internet, por hacer memes de su trama), la actriz presenta estos días una nueva cinta. Se trata de Infiltrada en la Nasa, una comedia romántica con ecos de Una rubia muy legal que se estrenaba este fin de semana en Prime Video, siguiendo la tendencia del resurgir de este género.
Emma Roberts, nieta también de la reputada coach de actuación Betty Lou Bredemus, apareció por primera vez en la gran pantalla cuando tenía 10 años, en Blow Up, junto a Penélope Cruz y Johnny Depp. Después encadenó varios papeles infantiles y alcanzó la fama global por su trabajo en las series Scream Queens y en American Horror Story, donde aparece en las seis temporadas. Sin embargo, no fue incluida en la célebre portada de New York Magazine que hace un par de años hizo estallar la conversación sobre los bebés del nepotismo. “¿Debería ofenderme?”, ríe en su entrevista, “Fue un golpe bajo poner a todos los hijos de famosos en la portada de una revista sobre cuerpos de bebés. La conversación sobre los nepobabies podría haber sido un artículo más interesante, escrito inteligentemente en Vanity Fair, con matices, pero en cambio, fue una especie de odio viral hacia la gente”.
La fama le provoca sentimientos encontrados, confiesa también en la pieza de Flaunt: “Nunca quiero sentir como que estoy en un castillo de cristal, pero a veces cuando abandonas tu casa hay un sentimiento de paranoia: ‘¿Alguien me está haciendo fotos? ¿Alguien me está grabando un vídeo?’. Si lo están haciendo, apesta; pero si no lo están haciendo y creo que sí, también. Es una situación en la que siempre sales perdiendo”, explica la actriz y también productora de Infiltrada en la Nasa. Disfruta mucho de este segundo rol y tiene su propia compañía de producción (Belletrist, como su viral club de lectura del que saca novelas para adaptar a la pantalla). En este campo ya prepara un nuevo trabajo, la adaptación del libro If You Lived Here You’d Be Famous Now junto a Kim Kardashian, de la que se hizo amiga tras su cameo en American Horror Story.
Roberts no es la primera bebé del nepotismo que se revela contra la etiqueta (sin terminar de reconocer su privilegio). A raíz de la publicación de la portada de New York Magazine, otros hijos de celebridades dieron su opinión sobre el tema. Lily-Rose Depp, retoña de Johnny Depp y Vanessa Paradis, contaba en una entrevista con la revista Elle que está harta de que se presuponga que ha llegado donde está por la ayuda de sus progenitores: “Puedo decir rotundamente que nada te va a dar un papel excepto ser el adecuado para ese papel. Internet se preocupa mucho más por quién es tu familia que la gente que te escoge para los castings”. Lourdes Leon, Lola, hija de Madonna, añadía entonces: “Quiero sentir que me merezco las cosas y que no se me han dado hechas. Claro que indudablemente hay un privilegio en mi vida, sería estúpido no reconocerlo. Los bebés del nepotismo son normalmente algo horrible, pero mi madre y mi padre se esforzaron para que yo fuese mucho más lista que todo eso”.
A todas ellas les contestaba en Instagram la modelo italiana Vittoria Ceretti: “Sí, entiendo todo ese ‘estoy aquí y trabajo duro para lograrlo’, pero realmente me encantaría ver si hubieras aguantado los cinco primeros años de mi carrera. No solo ser rechazada, porque sé que tienes experiencia con eso y seguramente puedas contarme tu historieta triste al respecto (aunque al final tú siempre te puedes ir a llorar al sofá de tu padre en la villa de Malibú). Pero ¿no poder pagar tu vuelo de vuelta a casa con tu familia? ¿Esperar horas para hacer una prueba/casting y ver pasar por delante a un nepobaby, desde el cálido asiento de su Mercedes con su conductor y su amigo/asistente/agente cuidando de su salud mental? No tienes ni puñetera idea de cuánto tienes que luchar para que la gente te respete. Lleva años. Lo que tú obtienes gratis el primer día”, exponía la modelo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.