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La Navidad es el enemigo número 1 de la píldora

Un 51% de las mujeres no la toma correctamente durante estas fiestas. Celebraciones, excesos con el alcohol u olvidarse de meter las pastillas anticonceptivas en la maleta pueden acabar en embarazos no deseados.

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Getty (Getty Images)

Las fiestas, los cambios en las rutinas, los viajes… Un estudio sobre 2.505 mujeres elaborado por Lloyds Online Doctor, una empresa farmacéutica con servicio de recetas online, revela que, con los fastos navideños, un 51% de usuarias se olvida de tomar la píldora. Y aportan más datos: una de cada seis se olvida porque estaba ebria; a una de cada siete se le pasa porque está dándolo todo de fiesta en fiesta y se le va el santo al cielo; una de cada seis no pudo localizar a un médico que le extendiera la receta en tan señalados días y casi una de cada tres se olvida de meterlas en la maleta. Como no son épocas propicias para la abstinencia, el resultado suele ser un momento de pánico. Y de ahí que muchas de las afectadas por el olvido soliciten la píldora del día después e incluso se arriesguen a un embarazo no deseado. Con mucho de esa proverbial flema británica y otro tanto de retranca, la farmacéutica ha rodado un vídeo titulado ‘Period Drama’ en el que una joven doncella de época pasa unas horas agobiada hasta que un jinete le acerca su caja de píldoras a la campiña donde pasa sus alegres navidades.

Lo paradójico es que la píldora anticonceptiva no es nada nuevo. Como tampoco lo son las pocas pero férreas normas que hay que seguir para garantizarnos ese más de 99% de seguridad frente a embarazos no deseados. Una al día y siempre a la misma hora. Así de sencillo. Sin embargo, según revela el ginecólogo y director del Grupo Diatros, Rafael Sánchez-Borrego, “hasta el 65% de las usuarias se olvida de tomar algún comprimido a lo largo del mes”. O sea, que más de la mitad de las mujeres que toman la píldora como medio anticonceptivo, se encomienda a la buena ventura para no quedarse embarazada en vez de apoyarse en la ciencia que viene en forma de pastilla. Y eso, sin fastos navideños de por medio. El consejo más habitual de los profesionales en planificación familiar suele ser tener siempre a mano una caja de repuesto. Una en el cajón de la oficina por si se nos ha olvidado tomarla en casa y otra más en casa, por si las moscas. Así, por ejemplo, en caso de vomitar, tendremos a mano una píldora de repuesto. Porque, como recomiendan desde la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, si han pasado menos de 4 horas desde la toma, hay que volver a ingerir otro comprimido, pero de un envase distinto para no descabalar el que está en uso. Si han pasado más de 4 horas, la digestión está hecha y no hay peligro. En tiempo de saraos navideños es muy posible olvidarse de tomar la píldora o hacerlo con varias horas de retraso. Si han pasado más de 12 horas, lo suyo es usar preservativo en los siete días siguientes.

Imagen de la serie New Girl.

Everett

La píldora anticonceptiva en España solo se despacha con receta del ginecólogo, aunque muchas farmacias suelen hacer la vista gorda. En caso de urgencia, es cuestión de peinar varias hasta dar con una donde no exijan la receta. En previsión de que tu ginecólogo se tome vacaciones, lo sabio es pedir la receta con antelación. Si se va al pueblo de la abuela, mejor no darle el soponcio de comprarla en la misma farmacia donde ella adquiere los medicamentos del corazón. Claro que el soponcio también te lo puedes llevar tú: recuerda que en el último año han cerrado algunas farmacias rurales y te puedes ver con receta y sin lugar donde canjearla. De modo que, ante cualquier desplazamiento, lo coherente es llevarla en la maleta con los regalos de Papa Noel. Y si no hay píldora o se te ha pasado, usar preservativo, que, por cierto, es el método anticonceptivo más utilizado en España: un 56% frente al 22% de la píldora y el 12% de la vasectomía (datos de la Sociedad Española de Contracepción, SEO).

Romper la pauta en la anticoncepción hormonal y practicar sexo como quien se lanza al vacío sin red lleva a algunas mujeres a recurrir a la contracepción de urgencia (la píldora del día después). En España se dispensa sin receta en cualquier farmacia (o así, al menos, lo ordena la ley, aunque quedan un 3,3 % de farmacéuticos objetores que no la despachan) o en un centro sanitario de urgencia. Pese a la facilidad para conseguirla, la SEO señala que solo un 14,7% de mujeres entre 14 y 50 años confiesa haberla usado en alguna ocasión en su vida. Y un 78,9% reconoce haberlo hecho por algún problema con el método anticonceptivo habitual, normalmente, por rotura del preservativo o retención del mismo dentro de la vagina. Solo un 3,8% la solicitó por fallo de cualquier otro sistema empleado. Las que deciden jugársela pensando que “total, por una sola píldora no se van a quedar” tienen tres veces más de posibilidades de embarcarse en una gestación no deseada. En caso de no haber seguido la rutina en la toma de la píldora y haber mantenido relaciones sexuales sin protección, los doctores recuerdan que la píldora del día después tiene una efectividad superior al 90% en las 24 horas siguientes a dicho acto sexual. A partir de aquí, su efectividad disminuye. El plazo máximo para tomarla es de 72 horas después del coito de riesgo. A partir de aquí, si el óvulo fecundado se ha implantado en la pared del útero, estaremos ante un embarazo y la píldora ya no tiene nada que hacer. Será el principio de una pesadilla después de Navidad.

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