‘La crisis es una bendición para el yoga’

Durante cinco días, del 5 al 9 de julio, Barcelona acoge por segundo año consecutivo una conferencia que reunirá a más de 50 profesores de yoga de todo el mundo y más de 500 participantes. Con más de 100 actividades entre clases de multitud de estilos, demostraciones gratuitas o conciertos de Kiran (música tradicional india) , el encuentro es una prueba de la buena salud de esta disciplina en un país sin tradición en este tipo de eventos.

¿A pesar de la crisis o gracias a ella? “La crisis para el yoga es una bendición”, señala Pau Castellsagué, promotor de este evento junto con sus hermanos Isis y Wari (autor de las fotografías que acompañan este artículo). “La gente sin recursos se pregunta qué puede hacer, mientras que los que están acostumbrados a tapar sus carencias con comodidades ven cómo estas carencias quedan destapadas. La gente busca respuestas y las enseñanzas ancestrales funcionan”, señala.

Con varios yoguis que llegan directamente de la India, las enseñanzas ancestrales están bien representadas en esta conferencia. No sólo para los practicantes más avezados, sino también para quienes busquen una iniciación. “No es lo mismo comenzar en un gimnasio con un profesor que también da clases de Pilates, por ejemplo, que aprender directamente de una persona que lo vive desde hace décadas”, indica Castellsagué. 

Dice que el yoga crece en tiempos de crisis. ¿Qué fortalezas ayuda a desarrollar en un contexto como este?

Veo el yoga como una manera de anticiparse. Las posturas de yoga son una pequeña cárcel que decides imponerte de forma voluntaria. Con cada una de ellas, aprendes a respirar y vivir en paz situaciones de encarcelamiento. De esta forma, cuando en tu vida diaria llegan las dificultades, las situaciones desagradables o inesperadas, has aprendido a no rechazarlas. El yoga te sirve para entrenarte a vivir en paz y en aceptación. Todos somos yoguis. Todos somos seres espirituales con cuerpo, mente y alma. El yogui es una persona que trata de que haya unión. La mente se calma, el cuerpo se queda tranquilo,  y el alma puede decidir.

En España el Pilates tiene mucho éxito. ¿Qué aporta el yoga que no tenga Pilates?

Tengo amigos que salen a correr. En su caso, su yoga es ir a correr. Pilates es una forma de yoga. Diría que yoga es un paso adelante para alimentar la parte más sutil.

Con el boom del yoga en Occidente se han multiplicado los estilos más variopintos, y los que defienden la variante más tradicional protestan. ¿Cómo lo ve?

Es como decir que la ensalada mediterránea lleva cinco ingredientes y punto. No. Lleva un montón. ¿Quién puede asegurarlo? Es bueno que haya variedad. No todo el mundo vibra con lo mismo. ¿Por qué rechazar prácticas en lugar de abrazarlo todo? Cuando encuentras algo que funciona, es fácil caer en la tentación de creer que es lo único, que le irá bien a todo el mundo. Lo importante es que cada uno encuentre la práctica propia.

Los yoguis de la India que participarán en Barcelona son un contraste con las súper estrellas de estilo muy comercial que pululan por otras conferencias.

Cuando uno se baña con el poder y dinero, el ego toma el timón. El ego es necesario para hacer cosas en la vida. Sin él no habría posibilidad para cambios, y no tendríamos personalidad. Pero ese ego necesita estar al servicio del alma, y no como un caballo  desbocado. Hay profesores de yoga con un gran éxito y reconocimiento, y las masas los adoran. Pero ese es el reto: lidiar con el éxito. 

John Friend [el creador del lucrativo sistema Anusara, presente en la conferencia de Barcelona de 2011 y hoy en el centro de un escándalo de abuso de poder e incorrección sexual] claramente no supo hacerlo.  

Friend dio con un sistema muy personal y muy bello. Como ser humano que es, se ha desviado. Es tan grande lo que él ha creado que su desvío se magnifica. Se ha metido en un callejón sin salida. Viajaba por el mundo sin parar, era muy comercial. Ahora tiene que parar y volver a su práctica.

@nataliamartin es periodista. Si quieres ponerte en contacto con ella escribe a natalia@vidasencilla.es