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Moda

Thinking MU, la tradición mediterránea tejida en diseño contemporáneo

La diseñadora Júlia Esqué transforma el arte del trenzado del mimbre en una colección de piezas textiles únicas junto a Thinking MU, donde el costumbrismo catalán y la sostenibilidad son protagonistas

Amanda Rodríguez

Sentir admiración por sus raíces mediterráneas hizo que la diseñadora Júlia Esqué (38 años, Barcelona) elevara su arte hasta lo que es a día de hoy. Durante más de cinco años pasó por escuelas de lujosos países como Suiza o estudios de increíbles ciudades como Nueva York, pero desde 2019 elige su tierra, Cataluña, para desarrollar su profesión de forma independiente, una basada en el diseño de objetos de iluminación o de mobiliario, entre otros accesorios. En el centro de Barcelona es donde tiene ubicado su taller, compartido con otros artistas manuales como ella. El mimbre, material de cuna en la región, han llevado a Esqué a desarrollar impresionantes propuestas que recuerdan a la cestería, una labor manual de gran tradición en los pueblos catalanes, donde aún se trajina con el vímet, el mimbre catalán cultivado a orillas de los ríos. En el trabajo de trenzado habitual para fabricar cestas y cestillos se inspira Raíces AW25, su colaboración otoño-invierno con la marca de moda española Thinking MU que ya está disponible.

Esqué está especializada en el arte con papel desde hace unos seis años, cuando empezó a entramar por placer cartulinas de distintos colores, que dieron como resultado originales estampados de rayas y cuadrados. ”Me apasiona trabajar con las manos, elijo el color, lo corto y decido en cada momento en qué línea va para entramarlo y que las distintas gamas se mezclen. No tiene mucho secreto, pero me relaja mucho crear estos estampados de manera tan intuitiva”, cuenta la diseñadora. De esta manera ha nacido el print de las ocho prendas de esta exclusiva colección, que tiene desde camisetas hasta faldas y algún vestido.

Al partir de un trabajo totalmente manual, el proceso de digitalización ha sido todo un mundo. Se ha conseguido gracias a un rapport, una imagen que se puede copiar tanto en vertical como en horizontal y, al mismo tiempo, hace invisibles las uniones entre el vértice de una estampa y el principio de la otra. “Es decir, desde el ancho del tejido se imprime todo entero y luego se confeccionan las prendas”, detalla Esqué. “Incluso con su fallo y su imperfección”, matiza Pepe Barguñó, director creativo y fundador de Thinking MU.

Esta firma surgió en Barcelona en 2007 como un proyecto de “agricultura ecológica”. Empezaron vendiendo solo camisetas con mensajes en favor de la ropa de sostenible y la moda ética. El concepto se empezó a internacionalizar, sobre todo en el norte de Europa, y casi 20 años después, es una marca total look, con prendas tanto para mujer como para hombre y tiendas físicas en Madrid, Barcelona y San Sebastián.

Thinking MU, que produce en base a la normativa de Comercio Justo, se fijó en el proyecto de la barcelonesa por su habilidad de trenzar el papel como si fuera mimbre. “Queríamos que esta colección plasmase la tradición mediterránea. Hay una especie de nostalgia en los que hemos nacido entre esto y la idea era coger esas sillas y cestos para descontextualizados y darle volumen a una prenda. No son dibujos planos”, explica Barguñó.

No es la primera vez que la marca hace una colaboración de este tipo, una estrategia que está a la orden del día en el mundo de la moda. En este caso, Thinking MU lo justifica como una forma de salir de la zona de confort para que creadores de moda y artistas plásticos trabajen de la mano. “Nos gusta ensalzar a diseñadores independientes que tienen propuestas manuales. Nos fijamos mucho en trabajos de collage. La parte gráfica y artística es uno de nuestros bastiones”, asume el director creativo.

Tampoco es la primera vez que Esqué se acerca a la industria de la moda. Su otro proyecto destacado en este campo fue para Paloma Wool, firma que han lucido las cantantes Rosalía y Amaia, entre otras celebrities. “Esto surgió totalmente de la nada. Subí unas fotos a Instagram y me contactaron para decirme que mi trabajo les encantaba y que querían utilizarlo”, desvela Esqué. Aunque dice que se lo pasa “bomba” realizando este tipo de colaboraciones textiles, admite que no estaría todo el tiempo haciéndolas: “soy más tridimensional”.

Materialidad real, más que digital

Para Esqué es importante pensar que quien lleva una pieza de Raíces AW25 es capaz de apreciar y captar la esencia de tanto de la tradición catalana del mimbre, como del trabajo manual que hay detrás. “En una de las camisetas, si te acercas, se aprecian unas sombras pequeñas que son las texturas de los papeles que yo misma he entramado. Hay algo que te lleva a una materialidad real, más que una cosa digital”, sugiere la artista.

Desde tejidos de algodón 100% ecológico, a los fabricados con algas, pasando por tintes naturales con acabados que compiten, en cuanto a calidad, con los colorantes reactivos e industriales. Igual que a Esqué, a Thinkin MU le preocupa mucho también difundir sus valores. En su caso, los de la moda regenerativa. En este sentido, Barguñó defiende “hacer algo más profundo, más allá de una prenda bonita”. “Siempre tratamos de explicar su historia y su valor, para convertirla, de alguna manera, en una obra de arte”, añade.

Diseñadora a la par que madre

Esqué es madre de un niño de tres años y celebra que puede conciliar muy bien la maternidad con su trabajo como diseñadora independiente. “Puedo permitirme tomar decisiones en cuanto a horarios, es cuestión de organizarse. Tengo la suerte de que mi pareja trabaja también de manera autónoma y los dos sabemos compenetrarnos para que cada uno tenga tiempo de cuidar su proyecto profesional como quiere”. Aunque asegura que cuenta con una red de apoyo que le ayuda cuando lo necesita, “si no, sería imposible”.

Esta catalana adora su trabajo pero reconoce que en ocasiones también es duro hacerlo de manera independiente. “Yo sé diseñar, pero no sé vender, no sé comunicar... Muchas veces me gustaría terminar un diseño y que alguien se encargase del resto para yo ponerme con lo siguiente. Los procesos son muy largos”.

— Para terminar, me gustaría saber si tienes una prenda favorita de Raíces AW25.

— Sí, claro. Me flipa la falda de cuadraditos de color beige. Me recuerda a los bolsos entramados de Bottega Veneta y es la primera vez que trabajo con texturas en el mismo tono y me alejo de todo lo colorido que había hecho antes, por ejemplo con Paloma Wool. Ha sido guay sacar el color y solo dejar el entramado, como la cosa más básica, más sintética.

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Sobre la firma

Amanda Rodríguez
Redactora en la sección de Redes Sociales. También pasé por Planeta Futuro y la sección de Madrid. Graduada en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS.
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