_
_
_
_
_

Todas las indirectas de Rosalía a Rauw (y viceversa): ambos artistas escenificaron su despecho con guiños

Las actuaciones en los Grammy Latinos de ambos cantantes estuvieron plagadas de elementos simbólicos que hablaban de su ruptura, su despecho y su dolor

Rosalia
Rosalía durante su actuación en los Grammy Latinos anoche en Sevilla.CRISTINA QUICLER (AFP via Getty Images)

Ella iba entera vestida entera de negro con un vestido de corte sirena con escote corazón de Schiaparelli. Rauw vestido de la cabeza a los pies de blanco con un traje de Yves Saint Laurent. Ella rodeada de una escenografía milimétricamente pensada por el creativo Guillermo Santomá, quien con el sencillo recurso de una cobertura de plástico creó un universo de hielo en el que también estaban envueltos también los guitarristas que pusieron la música a la interpretación de la cantante catalana. Él dentro de un aro de llamas que refulgían cada vez que su voz hacía un requiebro.

Primero actuó Rosalía. En un movimiento arriesgado, por la grandeza del referente, hizo su propia versión del “Se nos rompió el amor” que Manuel Alejandro compuso en 1985 para Rocío Jurado. La actuación estuvo acompañada por infinidad de símbolos: desde las guitarras con formas de violines que añadían dramatismo y tono de despedida a la puesta en escena, hasta las luces azules glaciales que impregnaban los elementos plásticos del escenario de frío. El vestido escogido por la cantante, además, guardaba claras reminiscencias con el famoso ‘revenge dress’ de Diana de Gales, el diseño de Christina Stambolian que la británica se puso en su primera aparición pública tras saberse que su marido le era infiel con Camilla Parker-Bowles.

Pero sin duda, la letra de la propia canción, que narra el fin de una relación amorosa marcada por una pasión sexual que languidece, era el mensaje más poderoso de todos. La cantante no desaprovechó la ocasión para cargar aún más las tintas y cambiar una de las líneas para matizar las causas de la ruptura del amor: “Se nos rompió el amor de tanto usarlo... o de no usarlo”. Entre el público se encontraba su exnovio, cuya reacción las cámaras no fueron capaces de captar.

Si captaron, claro, su posterior actuación en la que interpretó cuatro canciones, frente a la tonada única de su antigua pareja. La primera de todas fue la más simbólica y la que generó más comentarios también por lo que tenía de mensaje subliminal. Con un outfit inmaculado y poniendo caras de dolor, el puertorriqueño cantó también una versión. La suya del “Se fue” de Laura Pausini, quien, coincidentemente estaba también en la gala, como premiada con el galardón Persona del Año.

Si bien Rosalía solo acudía a la gala a actuar, Rauw Alejandro iba en calidad de nominado al Latin Grammy a Mejor Álbum de Música Urbana por ‘Saturno’, premio que finalmente se llevó Karol G. La catalana se llevó cuatro gramófonos con ‘Motomami’ en la pasada edición.

Después de la versión de Pausini, Alejandro aún interpretó tres canciones de su último trabajo. Entre el público, aplaudiendo y jaleando, estaba su madre, con la que llegó a la alfombra roja de la gala.

Quien no presenció su actuación, notoriamente, fue su exnovia, quien mientras él cantaba estaba en el backstage bailando con el cuadro flamenco que la había acompañado en su turno. Volviendo a sus orígenes flamencos, taconeó y movió al aire su larga melena, sus pendientes y sus pulseras de Schiaparelli, adornadas con un ojo. El ojo, por cierto, se considera un símbolo de protección, buena salud y buenas energías que protege contra la mala suerte y el mal de ojo. También simboliza la verdad.



Tu comentario se publicará con nombre y apellido
Normas

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_