Cómo sobrellevar la primavera cuando tiene alergia al polen
Los expertos recomiendan ir a la playa, evitar los parques, llevar mascarilla y tender la ropa en el interior
La primavera está aquí y con ella, además de las flores, las alergias con sus síntomas. Los más frecuentes son el moqueo, la congestión, el lagrimeo, el picor de nariz y los estornudos. En España, ocho millones de personas son alérgicas a algún tipo de polen, o a varios, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). EL PAÍS ha consultado a expertos para entender cómo sobrellevar la primavera cuando se tiene alergia al polen.
Juan José Zapata, presidente del comité de aerobiología clínica de la SEAIC, describe la alergia como un problema del sistema inmunológico que hace que las personas sean sensibles a elementos que deberían tolerar. En este caso, el polen descarga sustancias que pueden inflamar las mucosas, pero en la población general no causará síntomas o serán muy leves. Sin embargo, a quien sí le afecta puede perder mucha calidad de vida, cuenta Ana Martínez-Cañavate, presidenta de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP).
¿Solo puedo tener alergia en primavera?
Lo primero es tener un buen diagnóstico para saber cuál es el polen que provoca la reacción alérgica. A diferencia de lo que piensa mucha gente, esta patología no se produce solo en primavera. En esta época es cuando hay mayores concentraciones de polen, pero realmente está en el ambiente todo el año. La artemisa, por ejemplo, poliniza en diciembre y enero, indica Zapata.
Ahora los protagonistas son el plátano de sombra y las cupresáceas (como los cipreses) y va a comenzar la época de las gramíneas, continúa. Las especies más alergénicas son estas últimas y el olivo, que suelta el polen entre mayo y junio. Aunque, según Martínez-Cañavate las alergias están dejando de ser estacionales y se vuelven cada vez “más perennes” como consecuencia del cambio climático y el aumento de las temperaturas en el planeta.
¿Qué se puede hacer en la calle?
Los dos expertos coinciden en aconsejar que se eviten los paseos por el campo o por el parque en esta época del año, sobre todo los días con niveles de polinización elevados. En su lugar, recomiendan la playa, ya que la humedad del ambiente hace que haya menos polen en suspensión.
A la hora de salir a la calle se recomienda usar mascarilla, preferiblemente FFP2, que ayuda a filtrar las partículas, y gafas de sol para que no entren en contacto con los ojos, expresa Martínez-Cañavate, de la SEICAP. Además, al volver a casa conviene lavarse los ojos y las mucosas con solución salina para eliminar los restos de polen que puedan tener.
¿Cómo hay que actuar en casa?
La alergóloga niega el mito de que el mediodía sea el mejor momento para ventilar la casa. Al contrario, recomienda hacerlo a primera hora o a partir de las nueve o diez de la noche y mantener las ventanas cerradas desde de las diez de la mañana. “En las horas de más calor es cuando más se abren las flores y más polen expulsan”, comenta la alergóloga.
Tras airear las habitaciones se puede pulverizar un poco de agua en ellas para que el ambiente coja un poco de humedad y no haya partículas en suspensión. También se puede emplear un humidificador, pero durante poco tiempo, porque se puede provocar el efecto contrario: el ambiente se humedece demasiado y pueden proliferar los ácaros y los hongos, que también pueden causar alergias, advierte Martínez-Cañavate. Quien tenga aire acondicionado en casa debe asegurarse de que cuenta con filtros que retengan el polen y que estos estén en buen estado.
A la hora de lavar la ropa, no se aconseja tenderla en el exterior, mejor hacerlo en el interior o utilizar secadora. “Si tendemos fuera, es más probable que el polen del ambiente se pegue a las fibras de la ropa y lo llevemos siempre encima”, expone Zapata, de la SEAIC.
¿Y en el coche?
Si se va a viajar, continúan los expertos, hay que llevar siempre las ventanillas bien cerradas y asegurarse de que los filtros del aire acondicionado del automóvil, igual que el de casa, se encuentran en buen estado. Además, los antihistamínicos pueden producir somnolencia, hay que tener esto en cuenta antes de coger el coche. El alergólogo de la SEAIC recomienda, ante la duda, consultar la web de la Dirección General de Tráfico, que cuenta con un listado de las medicaciones aptas para conducir, como por ejemplo la bilastina.
Si empiezas a tomar antihistamínicos después de cinco días pasándolo mal, algo harán, pero no será lo mismoJuan José Zapata, presidente del comité de aerobiología clínica de la SEAIC
¿Se puede ser alérgico al cambio de tiempo?
Ambos alergólogos desmienten el mito de que los cambios de tiempo produzcan alergia o aumenten sus síntomas. “Se pueden tener otras patologías, pero no se es alérgico al aire o al viento”, sentencia. Por su parte, Martínez-Cañavate explica que se puede producir una rinitis vasomotora, que va acompañada de moqueo y estornudos, pero no tienen nada que ver una cosa y otra. “Simplemente, tiene una mucosa nasal muy sensible que reacciona a los cambios de temperatura”, manifiesta.
¿Qué tratamientos hay?
Zapata incide en la importancia de tomarse en serio los tratamientos. Los antihistamínicos deben empezar a usarse con los primeros síntomas, aunque sean muy leves, para que sean lo más efectivos posible. “Si los empiezas a tomar después de cinco días pasándolo mal, algo harán, pero no será lo mismo”. Sin embargo, no son la única opción contra la alergia. Hay otras opciones, como las vacunas, que lo que hacen es propiciar que el paciente desarrolle tolerancia a la sustancia que le provoca la alergia. Pueden ser sublinguales, inyectables, en pastillas o en gotas y el alergólogo asegura que tienen una eficacia muy alta y llegan a hacer que la patología desaparezca. En el caso de los niños, añade Martínez-Cañavate, es más fácil que acaben con los síntomas y lleguen a la vida adulta sin sufrirlos.
Aunque la alergia puede suponer una pérdida de calidad de vida para quien la padece, la situación puede suavizarse si se siguen los consejos de los especialistas y se evita lo máximo posible el contacto con los alérgenos. Si llevan a cabo una estrategia bien organizada, los pacientes pueden pasar bien la temporada, incluso, puede que algunos solo necesiten usar antihistamínicos los tres o cuatro días con los niveles polínicos más altos, concluye Zapata.
La tecnología como aliada
Conocer los niveles de polen en el ambiente puede resultar muy útil para las personas alérgicas. Para ello, disponen de varias vías. La propia SEAIC cuenta con una web en la que se pueden consultar los datos en el ámbito nacional de sus estaciones de medición. También han desarrollado la app Polen Control, que permite saber el riesgo diario de alergia, activar alarmas para las plantas a las que se es alérgico, registrar los síntomas e, incluso, compartirlos con el médico. El Hospital La Fe, de Valencia, creó R-Alergo para ofrecer información de los niveles polínicos en la ciudad de Valencia.
El alergólogo destaca las dos redes que cuentan con datos oficiales en el ámbito nacional: la Red Española de Aerobiología (REA) y la Red de Captación de la propia SEAIC. Zapata es el encargado de captar los niveles de polen de Almería. En el ámbito autonómico hay varias comunidades que ofrecen esta información, como Castilla y León, la Región de Murcia y la Comunidad de Madrid. Esta última cuenta con su propia red, llamada Palinocam, a la que los ciudadanos pueden suscribirse y recibir la previsión diaria en su correo electrónico o mediante SMS.
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