Los adolescentes con problemas de espalda tienen más riesgo de que su afección se cronifique en la edad adulta
Un cómic gratuito ofrece 10 claves para evitar el dolor de espalda en los escolares ante la vuelta al colegio
Los adolescentes entre 13 y 15 años que padecen dolor de espalda tienen más posibilidades de que su afección se vuelva crónica en la edad adulta. Para el desarrollo correcto de la columna vertebral de los menores y reducir el riesgo de que sufran estos problemas es fundamental incluir la actividad física en sus rutinas. En España, el 36,4% de los jóvenes a partir de 15 años afirman ser sedentarios durante su tiempo de ocio, según el último Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2020-2021 realizado por el Ministerio de Sanidad. Practicar deporte regularmente disminuye la duración del episodio y su impacto en la vida cotidiana.
Para educar en este ámbito a los menores, las familias y el personal docente en España, se ha puesto en marcha la Campaña de Prevención del Dolor de Espalda, realizada por el Consejo General de Colegios de Médicos (CGCOM) y la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda. El proyecto cuenta con la colaboración de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del alumnado (CEAPA) y con el apoyo de la Fundación Asisa. Se trata de 10 claves recogidas en el Tebeo de la Espalda, un cómic al que se puede acceder de forma abierta y gratuita.
El decálogo va desde consejos sobre la postura que se debe mantener, la práctica de ejercicio, cómo situarse si se utiliza un ordenador o una pantalla, recomendaciones sobre el peso que deben llevar los niños y los adolescentes en las mochilas y cómo llevarlas, hasta no fumar. Francisco Kovacs de la Unidad de la Espalda Kovacs del Hospital HLA Universitario Moncloa y director de REIDE sostiene que el consumo de tabaco, además de nocivo para la salud en general, aumenta las posibilidades de tener problemas de espalda y empeora el pronóstico en caso de sufrirlo.
El sedentarismo no solo incrementa el riesgo de sufrir problemas de espalda, también la intensidad del dolor y la interferencia que causa en la vida cotidiana de los pacientes. Kovacs asegura que hay una relación directa. La espalda se mantiene recta y en equilibrio gracias a la tensión muscular. Si no se hace deporte estará menos preparada para malas posturas o malos movimientos y aparecerán el dolor y las lesiones. La zona más afectada es, sin duda, la lumbar con el 60% de los casos, afirma el médico. Esta cifra es similar en todas las edades y se debe a que es la parte de la espalda que más carga y más tensión soporta.
Estas dolencias son casi inexistentes en menores de 8 años, pero aumenta la frecuencia a partir de los 10 y desde los 15 las cifras se equiparan a las de los adultos. “En España el 51% de los chicos y el 69% de las chicas de entre 13 y 15 años ya las sufren de manera crónica”, asegura Kovacs.
Cuando se produce un episodio de dolor de espalda lo aconsejable es evitar el reposo, sobre todo si dura más de 48 horas, ya que a partir de este momento se comienza a perder tono muscular y es más fácil que se produzca una recaída con el tiempo. Se recomienda realizar el mayor grado de actividad física que se pueda sin que produzca o aumente el dolor. “Si puedo andar diez minutos y al cabo de ese tiempo me comienza a doler de nuevo, descanso y vuelvo a hacerlo después”, indica el especialista.
El mobiliario escolar también tiene un papel importante. Kovacs incide en la importancia de que este sea regulable para que pueda adaptarse a la altura de cada alumno. Cada niño tiene su propio ritmo de crecimiento y en la misma clase a veces coinciden niños más bajos con otros que ya han dado el estirón, sostiene el director de REIDE. “El mobiliario debe usarse de forma que no obliguemos a los niños a adoptar una postura incorrecta durante varias horas al día”.
Puedes seguir a EL PAÍS Salud y Bienestar en Facebook, Twitter e Instagram.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.