Carina Szpilka: “Necesitamos gestionar esta crisis con herramientas del siglo XXI, no con las del XX”

El Observatorio Retina de EL PAÍS es un foro que reúne a 50 grandes expertos en tecnología en España: directivos, emprendedores, académicos, responsables públicos e investigadores que nos ayudan a identificar las grandes tendencias y entender su impacto en nuestras vidas. Hemos preguntado a 18 de ellos qué puede aportar la innovación en la lucha contra el coronavirus. Estas son las respuestas de Carina Szpilka, presidenta de Adigital y CEO de K-fund.

P. ¿Qué pueden hacer la tecnología y el ecosistema digital en este momento para combatir la crisis?

R. La tecnología ya está ayudando mucho. Sin duda, gracias a ella podemos conectarnos en el confinamiento, nuestros hijos pueden seguir aprendiendo, algunos tenemos la suerte de poder seguir trabajando desde casa, somos capaces de ver a nuestros amigos y disfrutar de la cultura (viendo museos o escuchando óperas) o hacer ejercicio cada día.

Pero esto es lo que todos vemos, lo que ya teníamos. Detrás está lo que no todos ven, que es la enorme solidaridad digital del ecosistema, donde equipos de desarrolladores, de expertos en productos, en datos, en protección de datos, se han movilizado para desarrollar en tiempo récord herramientas que ayuden a gestionar la crisis, como ha sido la herramienta coronamadrid.com y tantas otras iniciativas de colaboración público-privada.

Estamos viendo mucha solidaridad digital en estos días, con grandes y pequeñas empresas abriendo sus plataformas, dejando su uso de forma gratuita, donando su tiempo para ayudar a otros. Por eso desde Adigital hemos puesto en marcha la plataforma TechforCovidSpain.org para poder recoger tantas y tantas muestras solidarias del ecosistema digital español.

P. ¿Qué iniciativas podrían adoptarse a medio plazo para mitigar esta o nuevas epidemias?

R. El escenario de una pandemia, algo que antes veíamos muy lejano, se va a convertir en un nuevo riesgo que tanto gobiernos como empresas van a empezar a valorar. Es muy importante que hagamos retrospectiva de la gestión de esta crisis y saquemos todos los aprendizajes necesarios.

Para mí, surgen claramente dos grandes reflexiones: la necesidad de interpretar mejor las señales del entorno y la necesidad de prever escenarios y poder anticiparnos a ellos para reaccionar rápido. En ambos casos, la tecnología a través de un uso mejor y más coordinado de los datos será clave. Esto abrirá muchos debates, particularmente sobre la protección de datos, pero creo que el futuro pasará por la capacidad de tener mejor trazabilidad de la información y mayor concienciación de los ciudadanos.

Siento ser un poco crítica pero creo que a nivel mundial, salvo en algunos países, hemos gestionado la crisis con herramientas del siglo XX y tenemos que aprender a gestionarlas con herramientas del siglo XXI: más datos para hacer mejor diagnóstico y seguimiento, más inteligencia artificial para ayudar a resolver dudas de ciudadanos, más geolocalización para identificar focos, más modelos de predicción de escenarios, más innovación en tecnología médica con impresión 3D...

P. ¿Cómo cree que será nuestro mundo después de esta crisis?

R. No quiero entrar a valorar la intensidad de la crisis o no, ni compararla con crisis de nuestra historia reciente, esto dependerá de la duración y de las medidas de recuperación. Pero sí creo que muchas cosas serán iguales aunque otras muy distintas. Y como se trata de pensar en positivo, en todo lo que realmente podremos cambiar a partir de ahora, espero que construyamos un mundo donde volvamos a poner a la ciencia en primer plano, dotándola de los recursos necesarios para avanzar en investigación y desarrollo y seguir progresando. Donde la manera de trabajar va a cambiar, donde pondremos en valor los resultados más que la presencia horaria en una oficina, donde el talento cobrará aún más protagonismo. Donde perderemos miedo a lo digital y veremos que se pueden hacer las cosas de una manera distinta.

Un mundo donde tendremos que decidir si protegemos más nuestra individualidad o la comunidad. Donde necesitaremos poder discriminar noticias buenas de malas y tener más criterio personal para tomar nuestras decisiones. Un mundo más humano, donde recuperemos la humildad y la sensación de que somos vulnerables y tenemos que trabajar juntos unos con otros. Y, eso sí, quiero volver a saludar a todo el mundo con dos besos y no chocando los codos.