‘Apps’ para encontrar tu casa en el año nuevo

Esa casa con la que sueñas para el año nuevo que está a punto de comenzar la tienes a un clic. Lejos queda aquella estampa de recorrer calles y calles, libreta en mano, para anotar el teléfono escrito justo debajo del cartel de alquiler o venta. Los más nostálgicos quizás no hayan dado el salto digital, pero el sector inmobiliario lo ha adoptado sin ambages. Tanto es así que ya optan por denominarse proptech. La revolución tanto tecnológica como de internet han acelerado el proceso. Un proceso al que también se han sumado las apps. Badi, Idealista, Fotocasa y Habitalia son algunos de esos nombres propios que, si buscas ese nuevo hogar, te habrás descargado e instalado.

Debajo de tanto cambio, Ignasi Giralt, director general de Badi en España, no quiere pasar por alto el que considera más trascendental: situar en el centro de todo al usuario. “Anteriormente, este sector iba de negocios entre empresas. El enfoque ahora es diferente. Se trata de un cambio radical”. Tanto si quieres una habitación, un piso compartido, vender o alquilar, las aplicaciones han conseguido simplificar gran parte del quebradero de cabeza que suponía esta labor —la odisea ahora es llegar a tiempo antes de que desaparezca la oferta—. “Queremos simplificar la vida a las personas y la app tiene que ser fácil para cualquiera. El usuario, al margen de su destreza tecnológica, debe poder comprar, alquilar o lo que sea”, sostiene. 

Cabe pensar que, aunque Giralt equipare cualquier proceso inmobiliario, las razones de fondo de cada una de las partes difieren. Sin embargo, según su propia experiencia, la base y la raíz de la mayoría de estas aplicaciones es la misma. “Se trata de llevar a los implicados, sin excepción alguna, al mundo digital. Y los pasos coinciden igualmente para todos”, asegura. Evidentemente, nunca será lo mismo pagar por una casa que ponerla a la venta, pero los pilares en los que se sustenta, sí. Elegirla, pagarla y firmar el contrato representan fases que nadie eludirá por mucho que la digitalización avance. Y aquí es donde las aplicaciones, cada una con su estilo, tendrá que sustentar sus características.

Uno de los grandes debe del proptech asoma en forma de desentendimiento una vez que vendemos, compramos o alquilamos. Como explica Giralt, aquí la innovación tendrá que acelerarse. La experiencia del usuario aparece incompleta. “El mercado aún no ha hecho el esfuerzo innovador una vez que una persona ha comprado o alquilado. Tenemos que dar más servicios una vez llegados a este umbral”, zanja. Otra arista en la que queda camino por recorrer es la relacionada con la seguridad, tanto de pagos como de contratos. Sin embargo, aquí falta menos por construir. “Nosotros cubrimos cancelaciones en el último minuto, pagamos al propietario a las 48 horas de que el inquilino llegue y evitamos estafas y anuncios fraudulentos”, afirma. 

La llegada de los contratos inteligentes

Los contratos inteligentes también piden paso dentro de las aplicaciones. Se trata de un elemento que no solo afecta a todo lo que suene a despachos jurídicos. En opinión de Giralt, habrá un salto cualitativo importante en el momento en el que una app aglutine pasarelas de pago seguras con los llamados smart contracts. “Aquí radica el verdadero avance del sector porque la mayoría de plataformas buscamos ser transaccionales”, vaticina. Ante la sencillez y facilidad que buscan los usuarios en medio de la jungla inmobiliaria, si alguna empresa le deja todo el proceso dentro del móvil, no pasará de largo la oportunidad. “No deja de ser una mejora en los costes de gestión”, añade.

El proptech, que emplea a unos 5.500 trabajadores y levanta alrededor de 150 millones de euros en concepto de financiación, según un estudio de Savills Aguirre Newman, tiene en las apps un aliado más que natural. Ni mucho menos se trata de tirarse al vacío, pero los usuarios cuentan con una competencia suficiente como para ir de una a otra hasta encontrar lo que buscan. “Siempre podemos mejorar el producto, pero nuestro fin no deja de ser observar las necesidades de los clientes y ofrecérselas digitalmente”, concluye Giralt. Como cualquier otro sector, la tecnología ha removido por completo los cimientos. Sin embargo, los usuarios ya cuentan con una serie de características a las que atenerse para encontrar un nuevo hogar en tan solo un clic.