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¿Es la terapia online una señal de progreso en salud mental?

Si antes el protagonista en la consulta de un psicólogo era el diván, puede que en el futuro tan solo se necesite un ordenador, un fondo que transmita calma y una conexión wifi eficiente

Cada vez más usuarios y profesionales optan por la terapia online. Aunque en occidente su llegada es reciente, la comodidad y la flexibilidad de este tipo de atención hacen que gane cada vez más adeptos. Y no solo por parte de los pacientes: los profesionales de la psicología también se muestran predispuestos a tratar con sus pacientes a través del ordenador. Al menos, esa es la conclusión a la que ha llegado una encuesta realizada por psicólogos colegiados en Madrid y publicada en la revista Sciente Direct. Más concretamente, los resultados de la encuesta señalan que el 26,66% de los psicólogos que participaron ya usaban algún tipo de formato online para ejercer; un 60,49% valora positivamente hacerlo en el futuro; y tan solo un 12,78% lo descarta. Estos datos reflejan una actitud bastante positiva hacia este nuevo formato. Sin embargo, a algunos profesionales de la salud mental nos sigue preocupando que podamos dar pasos atrás en lo que se refiere a calidad en el tratamiento con los pacientes.

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Uno de los motivos que nos lleva a plantearnos estas cuestiones es que en los últimos años, la psicología está sufriendo un proceso de comercialización, quizás reproduciendo el modelo de otras ramas sanitarias como la odontología, que ofrecen "descuentos, bonos y tarifas reducidas para según qué situaciones especiales". En ese sentido, la terapia online suele ser considerablemente más barata que la presencial, por una razón obvia: hay que invertir menos para ofrecer el servicio. A la vez, el factor del coste puede que sea una de las razones principales por las que cada vez más personas se decanten por ella.

En general, el hecho de que cada vez más personas elijan la terapia online no debería ser motivo de preocupación, siempre que se demuestre que no pierde en eficacia respecto a la tradicional. Pero, ¿qué dicen los estudios sobre la eficacia de la terapia online? Los resultados pueden ser controvertidos: es difícil discriminar el grado de sesgo y encontramos datos tanto a favor como en contra. Sin embargo, uno de los estudios más famosos que ahonda en esta cuestión, Las mejores prácticas de la terapia online, publicado en Journal of Technology in Human Services, concluye que la terapia online es eficaz, sin apreciar diferencias significativas en relación a la terapia presencial, sobre todo en aquellos casos relacionados con la ansiedad o el estrés.

Aún así, el factor humano es el más determinante a la hora concretar la efectividad de la terapia, por encima del medio que se emplee. La razón por la que algunos terapeutas somos reticentes a usar Skype u otros medios para vernos con nuestros pacientes es sobre todo por el miedo a que el vínculo se resienta. Sin embargo, la investigación Telepsicología y videoconferencia: problemas, oportunidades y una guía para los psicólogos,  publicado en Australian Psychologist, apoya las conclusiones de la investigación anterior y refleja que no hay diferencias significativas entre la alianza terapéutica desarrollada en terapia presencial y la obtenida en teleterapia.

Lo que es evidente es que disponer de esta posibilidad es un avance porque nos abre posibilidades y caminos nuevos. Por ejemplo, nos permite trabajar con personas que por alguna razón deben migrar y quieren seguir conservando a su profesional de referencia. Otras ventajas que suelen referir los pacientes que escogen la terapia online tienen que ver con la reducción del tiempo que deben invertir en ella, no tener que desplazarse les ahorra tiempo. Y es más fácil encontrar una hora libre al día que dos. La terapia online también puede ayudar a reducir el impacto emocional que supone para la persona tener que dar el paso de situarse en la consulta de un psicólogo, y el estigma que todavía acarrea.

Para los terapeutas es un recurso práctico cuando tienen que montar una clínica por su cuenta. Emprender un negocio no es siempre una tarea sencilla y esta modalidad nos ofrece ciertas facilidades. Igual que para el paciente, el terapeuta también puede ahorrar tiempo escogiendo este formato terapéutico.

Pero una de las utilidades más destacadas es la atención en crisis. En muchas ocasiones, el paciente experimenta una situación crítica en la que necesita la ayuda de su terapeuta. Poder vernos aunque sea online es un recurso que elimina la frialdad del teléfono u otros medios menos personales como son el Whatsapp o el mail.

A pesar de las ventajas que puede tener, es importante no perder de vista que no todas las teleterapias son válidas y que debemos encontrar alguna manera de regular los servicios que se ofrecen a fin de no caer en un "vale todo". Es frecuente encontrarse con ofertas de empleo donde se pretende que un psicólogo atienda por Whatsapp o email innumerables solicitudes de personas que tienen problemas y a las que no conoce. No existen las soluciones fáciles y generalizadas, hacer terapia es siempre un proceso de dedicada personalización.

Alejandro Vera es psicólogo y nutricionista en Grulla Psicología y Nutrición.

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