Internet de las cosas para saber cómo afecta la contaminación a los atletas
La 'startup' navarra Kunak trabaja en un proyecto para medir la calidad del aire en acontecimientos deportivos y entender cómo influye al rendimiento de los participantes.
Durante los Juego Olímpicos de Pekín en 2008, el bicampeón olímpico Haile Gebrselassie, plusmarquista asmático con 25 récords mundiales en su haber, se negó a correr la prueba del maratón alegando que el aire estaba demasiado contaminado. “No quiero poner en peligro mi futuro. No quiero suicidarme en Pekín haciendo algo equivocado. He hecho lo mejor por mi salud”, señaló entonces en una entrevista a EL PAÍS.
Hoy, el atleta etíope protege esta causa como Embajador de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) y Defensor del Medio Ambiente de la ONU para el Aire Limpio. La cooperación entre ambas organizaciones ha terminado derivando en un proyecto que a Gebrselassie le hubiera gustado ver en funcionamiento hace once años.
- ¿De quién hablamos?
Kunak Technologies es la startup navarra que trabaja en el citado proyecto: una iniciativa para monitorizar calidad de aire por medio de sensores y analizar el impacto que tiene este en el rendimiento y la salud del deportista.
La compañía nace en 2012 de dos emprendedores procedentes de los sectores aeroespacial y militar. Aprovecha el internet de las cosas para monitorizar parámetros en tiempo real y crea soluciones para capturar datos ambientales y controlar infraestructuras y equipos de forma remota.
El año pasado comenzaron la segunda fase del programa de financiación europea Horizonte 2020, por el que recibieron 1,6 millones de euros para terminar de pulir su producto. Han trabajado con la Organización Mundial de la Salud, Acciona, Volkswagen, el Canal de Isabel II. Después de siete años, les alegra seguir inmersos en labores de desarrollo e innovación y se enfocan en su expansión internacional.
- ¿Cómo funciona?
Kunak utiliza un dispositivo del tamaño de una caja de zapatos que se alimenta por medio de un panel solar para medir parámetros como la temperatura, la humedad, la concentración de gases y las partículas contaminantes que se encuentran cerca del lugar donde se realiza la actividad deportiva. Los datos se recogen en tiempo real y se envían a través de la nube a su plataforma. Allí es donde los interpretan con la ayuda del grupo experto en Calidad del Aire del CSIC.
“Aunque existen estaciones que miden la calidad del aire en muchas ciudades, queremos entender cómo afectan estos parámetros con una aproximación más precisa”, indica Miguel Escribano, responsable de desarrollo de negocio en la startup.
La compañía terminará su fase piloto en septiembre. Ahora se enfrentarán a un nuevo reto: buscar la correlación entre estos parámetros y el rendimiento de los atletas. “Existe literatura científica que prueba que el efecto de la contaminación es real e inmediato; lo que falta es recoger datos y digitalizarlos para entender cómo influye en su desempeño”, expone.
- ¿Por qué nos interesa?
El objetivo final del proyecto es llegar a conclusiones que permitan determinar las mejores horas para entrenar o competir o que puedan ser de utilidad para que los organizadores de eventos deportivos puedan suspender una competición o posponerla si las condiciones no son idóneas.
Actualmente, Kunak tiene desplegadas siete unidades repartidas entre México, Mónaco, Yokohama, Etiopía y Sidney y cuenta con un equipo móvil para desplazarse a otras partes del mundo. La maratón de México, el Mundial de atletismo de Doha, y los Juegos Olímpicos de Tokio son algunas de sus próximas paradas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.