Pauli: “Si sabes cambiar una bombilla, puedes tener internet a través de la luz”
El emprendedor belga Gunter Pauli, autor de ‘La economía azul’, apuesta por la sostenibilidad y el ecologismo como motor de transformación digital
La tarjeta de presentación de Gunter Pauli (Amberes, Bélgica, 1956) es algo más que una simple declaración de intenciones: “Yo quiero cambiar el mundo para mejor”. Y punto. Sin medias tintas. Con un reconocible acento español latinoamericano, este emprendedor belga, miembro del Club de Roma –una ONG integrada por científicos y políticos que lucha por mejorar el devenir de la Tierra–, apela a la sostenibilidad y al ecologismo como únicas formas de entender la innovación. La transformación digital que defiende y practica siempre parte del respeto por el medio ambiente. Esta forma de concebir el sistema mundial está reflejada en su libro La economía azul, en el que explica unas cien innovaciones que parten de la propia naturaleza. Estos días pisa Madrid para entregar los premios al emprendimiento de la Fundación Everis.
¿Qué significa hoy en día ser emprendedor?
Muchos tenemos el sueño de cambiar las cosas, pero la gente suele sentirse pequeña ante un reto tan grande. Lo más importante para un emprendedor es concretar. Si hablo de física o de internet por luz, perdería a todo mi auditorio salvo dos científicos que sí entenderían de lo que hablo. Es decir, si no soy capaz de explicar dónde está cada minero, cada túnel de la mina, alguien podría preguntarse por qué no todo el mundo hace lo que yo mismo hago. Se trata de justificar cuál es mi posición en todo el mercado.
¿Qué has aprendido de tu experiencia durante décadas como innovador?
Mi historia como emprendedor es de mercadeo, de comunicador. Intento dejar siempre claro todo lo que descubro. Pongo los retos de la Tierra en unos términos claros y con soluciones que cualquier persona entienda. ¿Alguien es capaz de comprender por qué no podemos hablar debajo del agua, por ejemplo? Cuando estoy enseñando a mi hijo a nadar, sería deseable que escuchara a sus padres para estar más tranquilo. Este es el sentido común que intento trasladar a los retos globales de cualquier tipo.
¿Cuál es el papel que juega la tecnología en medio de toda esta sencillez de la que hablas?
El conocimiento tecnológico no hace falta explicarlo. Nosotros, como emprendedores, damos la solución. La gente quiere saber cuál es la solución, no la caja negra. Yo trabajo como si todo fuera un sandwich. Necesitas dos rebanadas. Una será la ciencia, que la traduzco en algo concreto; la otra es comunicarlo con claridad. La fuerza de ambas partes es tremenda. El emprendedor tiene que darse cuenta de que ahí está la innovación y por debajo un entendimiento con la nueva generación de jóvenes. Después de 25 años, tenemos una aceleración de muchas innovaciones que serían fruto de debate por muchos expertos si no contáramos con una explicación de sus beneficios. Por ejemplo, podemos elaborar papel de piedra con los desechos de una mina. La evidencia demostrada es que mejora el medio ambiente e impulsa otros usos.
Pero sin inversión y capital, el recorrido de la innovación sería muy corto.
También hemos aprendido a acelerar a los inversores, pero no el típico unicornio o fondo de capital riesgo. Hay que centrarse en el inversor que quiere cambiar el mundo. Si yo puedo dejar una herencia que se llama internet sin radiofrecuencia, yo lo hago. Pongo mi dinero ahí.
Entonces, ¿cómo consigues captar a los inversores?
Se necesita un valor añadido. No se trata de ser el más barato. Hay que trabajar con un valor añadido alto a nivel financiero, social y ecológico. Es decir, la capacidad de reducir el consumo de iluminación pública al 80% te da indirectamente un capital. Yo busco dónde está este capital. Si no sometemos la innovación al rigor del rendimiento, no hay proyecto. La ineficiencia es el gran enemigo de la transformación digital. Otro ejemplo. Si puedo ofrecer una carga de 23 vídeos por segundo, te aseguro que hay un mercado más que interesado; y a cualquier precio. Para algunos esto será extraordinario e invertirán.
¿Por qué estás tan a favor de implantar internet a través de la luz?
Por una cuestión de seguridad. Es una forma de evitar los hackeos. Necesitarías cortarme la luz, porque es por donde se transmiten los datos, para atacarme. El 32% de las inversiones en tecnologías de la información es en ciberseguridad. Se trata de verlo de una forma integrado y no solo como un mero facilitador de conexión a la red.
¿Y por qué su uso no está tan extendido?
El invento de internet a través de la luz es de 2005. Sin embargo, desconocemos hasta que hay tres generaciones diferentes de LED. Si tenemos una que da luz y otra geolocalización, ¿por qué no usarlas a la vez? El valor añadido no es solo iluminar, sino dar múltiples servicios. Si sabes cambiar una bombilla, puedes pasar de tener una lámpara a luz a través de internet. No nos damos cuenta de que existen soluciones complejas, pero que, gracias a la innovación, son fáciles de adoptar. La belleza de la transformación es su sencillez.
¿Las bombillas LED tienen más usos todavía por explorar?
Nos permitirían cultivar una ensalada en poco más de dos semanas. ¡Imagínate lo que podríamos conseguir en Madrid con todos sus techos! El que apueste por esta agricultura hará una gran inversión. Lo malo es que esto implica gestionar al mismo tiempo las aguas del techo. Si tienes la posibilidad de eliminar la distribución, porque produces el alimento directamente en tu casa, también dejas atrás la logística y la presencia de camiones en el centro de la ciudad. Si calculas todo esto, te darás cuenta de que hay una posibilidad de transformación sostenible capaz de generar múltiples ingresos y beneficios.
¿El emprendimiento pasa por el autoconsumo?
El emprendedor no solo genera facturación. Para mí es todo aquel que aumenta el poder de compra. Un ejemplo sencillo. Con cáscaras de mandarina, siete cucharadas de azúcar y un vidrio, puedes crear tu propio limpiador de baños. Si elimino este producto de mi cesta, aumento mi capacidad adquisitiva y puedo destinarla a otra cosa. Alguien dedicado al autoconsumo es tan emprendedor como el que solo busca vender y facturar.
¿Hacia dónde se dirigirá la innovación en el corto y medio plazo?
Hacia la agricultura urbana. Creo que la mitad de este sector se dará en las ciudades con soluciones como las que comentaba de los techos. También la gestión de residuos tendrá un papel importante. Ya hay siete Ayuntamientos, como el de Ulsan en Corea y el de Lidköping en Suecia, que han apostado por no pagar por la recogida de basuras para convertirlas en ingresos. Lo que consiguen es que las ciudades estén pagadas por el tratamiento de desechos sólidos y líquidos.
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