Cómo poner al día un coche de más de 15 años por menos de 200 euros
¿Tu coche es una ruina? Te contamos cómo disfrutar de los últimos avances en un vehículo pre-revolución digital
El foco de la industria automovilística parece estar en la conducción autónoma, la necesidad de infraestructuras para aumentar la flota de coches eléctricos o la viabilidad de la pila de hidrógeno como solución para el medioambiente. Sin embargo, según el último estudio de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, la edad media del parque móvil está en 12 años y la previsión es que, a falta de ayudas públicas, esta cifra aumente considerablemente en los próximos años.
Por tanto, existe un enorme grupo para los que su vehículo es una mera herramienta que mientras cumpla con unos mínimos les dejará satisfechos. Pero, como a nadie amarga un dulce, nos planteamos cuál sería el resultado al instalar en un viejo coche gadgets digitales que lo acerquen, si no al futuro, al menos al presente y que cumplan con estos dos requisitos: no sumar más de 200 euros y que no requieran ninguna modificación estructural del vehículo.
Como conejillo de indias tomamos un Volkswagen Polo 1.2 gasolina de 2002. Un coche tan curtido como espartano: sin sensores de aparcamiento, sin control de velocidad ni tan siquiera cierre centralizado o elevalunas eléctrico; es apenas un sólido motor cubierto por metal y plástico. Tras una búsqueda por Internet nos decidimos por un prometedor conjunto de artefactos y procedemos a instalarlos.
Los gadgets
- Receptor Bluetooth MPow: 12,99 €
Instalación: Tan sólo es necesario conectarlo a la entrada minijack de la radio y emparejarlo con el móvil: unos pocos euros permiten disponer de un más que correcto dispositivo manos libres y propicia liberarse de los CD para disfrutar por los altavoces del coche de toda la música por streaming.
Uso: El enlace con el móvil permanece estable y la calidad e intensidad de sonido es más que aceptable. Tal vez el principal inconveniente está en el hecho de que el Bluetooth no entra automáticamente al recibir una llamada sino que, cuando esto ocurre, se debe seleccionar este modo manualmente.
Conclusión: Un must. Disponer de una entrada Bluetooth conectada al sistema de audio del coche por poco más de 10 € parece un buen trato.
- Purificador de aire Houzetek: 12,99 €
Instalación: La actualización del pino colgante del retrovisor que adornó nuestras vidas durante años. Un cilindro que, una vez conectado al mechero del coche, acciona un ventilador que depura el aire haciéndolo pasar por un pequeño filtro. Por desgracia, el conector al encendedor no está incluido y hay que hacerse con él por 10 € adicionales.
Uso: Su capacidad de filtrado es de 6 metros cuadrados, más que suficiente para un auto, y esos aromas heredados que tienen los coches viejunos parecen desaparecer. Sin embargo, al no tener batería recargable, el aparato debe ir siempre enchufado y su función se inhabilita con el coche apagado. Además, el dispositivo ofrece una tenue pero constante luz de cambiante color que puede dar un aire tuning discotequero no apto para todos los gustos.
Conclusión: ¿Tienes mascotas? ¿Tras aquel incidente que no quieres recordar quedó impregnado tu coche con ese molesto olor de fondo? En esos casos, es tu producto.
- Sistema inalámbrico de monitoreo de neumáticos Cacagoo TPMS: 58,99 €
Instalación: Sustituir los tapones de las válvulas de los neumáticos por los incluidos en el kit, conectar el monitor al mechero del coche y… todo listo.
Uso: Los datos ofrecidos son increíblemente precisos, y además ofrece información sobre la temperatura de cada neumático, estado de carga de la batería y la posibilidad de poner alarmas cuando la presión sea mayor o menor al rango establecido por cada usuario.
Conclusión: Este dispositivo permite ahorrar muchas visitas al taller: unas ruedas mal hinchadas pueden ser un problema de seguridad y suponer un coste extra como consecuencia del desgaste irregular y el gasto en combustible. Su precio será el que determine para quiénes es algo indispensable y para quiénes sólo un interesante extra.
- 'Dash-Cam' y cámara de visión trasera Toguard: 54,99 €
Instalación: Un dolor. Situar la cámara en el exterior trasero del coche, conectarla con la luz de marcha atrás y llevar el cable —ocultándolo— hasta el retrovisor delantero no está a la altura de cualquiera: de no haber tenido la ayuda de un habilidoso amigo (gracias, Pepe) hubiera tenido que acudir a un taller.
Uso: La calidad de la cámara trasera y delantera es muy buena, incluso con poca iluminación. El dispositivo incluye un shock-sensor que hace saltar la grabación automática si detecta un giro o deceleración brusca, para tener un registro del posible accidente. Además, el sistema de grabación en bucle optimiza el almacenamiento al sobreescribir automáticamente las grabaciones más antiguas. Todo ello controlado por una sencilla interfaz táctil en el retrovisor.
Conclusión: Extraordinaria calidad y prestaciones por menos de 60 euros. El problema es su compleja instalación. Por ello, a su precio habría que añadir unas dos horas de mano de obra de taller.
- Localizador Bluetooth G-tag: 14,95 €
Instalación: Aprovechando la instalación de la cámara trasera, en la que tuve que levantar gran parte de los paneles laterales, escondí en uno de ellos el dispositivo para que, en caso de robo, deshacerse de este localizador no sea tan sencillo.
Uso: La app que permite localizar el dispositivo es correcta y eficiente. El problema está en que no es un localizador GPS sino Bluetooth, con lo que el rango de geolocalización es reducido y, por tanto, poco útil en caso de sustracción del vehículo.
Conclusión: Disponer de un localizador es una muy buena, barata y sencilla opción. Pero hay que valorar el alcance del dispositivo que se necesita antes de comprarlo.
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