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Du Lan: “En China damos mucha importancia a la privacidad”

La compañía iFlytek presume de ser una de las principales tecnológicas especializadas en inteligencia artificial del país asiático. Hablamos con su vicepresidenta sobre aspectos controvertidos como la vigilancia y el sistema chino de reputación social

Du Lan, vicepresidente de iFLYTEK
Du Lan, vicepresidente de iFLYTEKNacho Gómez

Cientos de millones de usuarios y una valoración que ya supera los 10.000 millones de euros en la Bolsa de Shenzen (China). De ello presume iFlytek, una de las mayores empresas de inteligencia artificial (IA) en China. Su producto más conocido —iFlytek Input— es el Siri chino, un sistema de reconocimiento de voz líder de mercado en el país asiático. En 2017, iFlytek apareció en el sexto puesto del ranking de las 50 empresas más inteligentes de la revista MIT Technology Review. Su cartera de productos abarca desde la activación por voz en diferentes entornos (entre ellos, el coche) hasta la traducción y transcripción, el reconocimiento de imágenes o el diagnóstico médico. Y tienen claro que esto no sería posible si no dedicasen -dicen- un 25% de su presupuesto a I+D.

Entre tantas luces, alguna sombra: iFlytek ha sido acusada por Human Rights Watch de poca transparencia en el desarrollo de un sistema de vigilancia piloto —en colaboración con las autoridades chinas— capaz de identificar automáticamente las voces de personas concretas en conversaciones telefónicas. Sobre estos y otros temas hablamos con su vicepresidenta, Du Lan, de visita en España. La encontramos en Madrid, junto con otros líderes empresariales y emprendedores chinos, en un seminario organizado por la Fundación Consejo España China.

iFlytek opera desde 1999 y su principal foco es la investigación y el desarrollo de tecnologías inteligentes en el ámbito del habla y el lenguaje. Du presume de que, desde 2010, cuentan con una plataforma abierta para desarrolladores —iFlytek Voice Cloud— con más de 600.000 usuarios. También de que la apuesta del gobierno Chino en inteligencia artificial y la fortaleza de las empresas en este campo están ejerciendo presión sobre las compañías estadounidenses.

“La IA no es una amenaza ni una burbuja”, asegura Du. La ingeniera lamenta la mala imagen que a veces trasciende de esta tecnología: “Hacemos un llamamiento a la sociedad para que reconozca su valor. Tenemos que alcanzar un consenso, una acción común para impulsar su desarrollo en esta sociedad. Tenemos que valernos de nuestras posiciones [en referencia a los empresarios líderes] para convertirnos en una referencia positiva para el mundo”, reivindica.

Du destaca el potencial de esta tecnología para complementar y aumentar las capacidades humanas. Unas capacidades que asegura que la IA superará en un 90% cuando alcance la competencia de pensamiento y tras perfeccionar sus habilidades cognitivas. “No tenemos que estar preocupados. El tándem entre humanos y máquinas seguirá siendo necesario”, señala.

Se dividen en dos grandes categorías: una centrada en el consumidor final y la otra en la industria. En la primera destacan productos como el asistente por voz, un dispositivo traductor automático [nótese que esta entrevista no habría sido posible sin un intérprete, de carne y hueso, de español y chino], robots para niños o dispositivos para el hogar, como un altavoz inteligente.

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En la categoría industrial abarcan muchos sectores diferentes. “En educación utilizamos IA y big data para conocer el desempeño de cada alumno y diseñamos una formación personalizada. El software también permite corregir exámenes y redacciones de texto, incluso con parámetros subjetivos. De hecho, estas máquinas son más objetivas y más precisas que los humanos”, afirma. En salud, destaca sus algoritmos en el ámbito diagnóstico que “son capaces, por ejemplo, de detectar tuberculosis con una precisión de más de un 90%”. También han creado un micrófono que permite a los radiólogos dictar su informe, que queda por escrito, al tiempo que realiza la exploración.

Automatizar la atención al cliente es otra de sus áreas de producto. “Actualmente, en China, el 30% de las consultas en banca son atendidas ya por nuestro sistema, que puede responder preguntas como si fuera un humano”, asegura Du. Otros servicios de teleoperadores y restaurantes lo usan también. En automoción emplean su aplicación de reconocimiento por voz para diferentes comandos. La ingeniera asegura que su tecnología “es la única que puede funcionar bajo ciertas circunstancias”, como, por ejemplo, en un entorno ruidoso al bajar las ventanillas del coche cuando este circula a una velocidad alta.

La justicia y los medios de comunicación tampoco se libran. En el primer caso, iFlytek dice haber reemplazado al secretario judicial: “Ya no es necesario que alguien registre todo manualmente sino que nuestro sistema toma nota del auto y además analiza los datos de los casos anteriores —la jurisprudencia— y presenta al juez posibles soluciones”. También dicen estar en proceso de cubrir todas las necesidades de un reportaje: entrevistas, verificación, control del contenido... Y han creado una presentadora virtual, con la voz de una locutora china famosa, que conduce un espacio de información financiera. Incluso han resucitado a un popular presentador chino ya fallecido en CCTV, un programa de la televisión nacional del país.

Otro producto en este campo es una aplicación que transcribe materiales y archivos audiovisuales “a razón de una hora en 5 o 10 minutos”. Y han firmado un acuerdo con Cisco para la integración de su sistema de conferencias, que permite registrar y traducir al inglés, al japonés, al coreano o al chino lo que dice cada participante.

Dadas las acusaciones de HRW y el hecho de que sus productos tratan con datos de hogares, conversaciones... ¿cuál es la política de iFlytek en materia de privacidad? “Es algo que nos importa y preocupa especialmente. Como empresa grande en este sector nos fijamos mucho en los comportamientos colectivos de las personas, pero no buscamos datos individuales. Por ejemplo, Alibaba afirma que el 40% de las mujeres asiáticas utiliza la copa A en los sostenes y, para saber esto, no tiene que conocer sus nombres. En nuestro caso sucede igual, no utilizamos los datos sensibles ni llegamos a conocer la identidad de cada persona. Nos preocupa mucho que estos datos caigan en manos de malhechores”, sostiene Du.

No utilizamos datos sensibles ni llegamos a conocer la identidad de cada persona. Nos preocupa mucho que estos datos caigan en manos de malhechores

La vicepresidenta de iFlytek señala que este es un tema al que se da mucha importancia en China. “Por ello, el Gobierno ha promulgado la Ley de Ciberseguridad (CSL), que delimita el uso de los datos para proteger mejor los derechos legítimos de los ciudadanos, dando argumentos, referencias y mediciones de las sanciones contra las posibles infracciones”, afirma. ¿Cómo es esto compatible con un sistema de videovigilancia basado en reconocimiento facial tildado de ‘Gran Hermano’? “En China lo concebimos como una herramienta que usa el Gobierno para mantener la seguridad ciudadana, no como un sistema de vigilancia de su pueblo. Gracias a ello se capturó recientemente a cinco fugitivos en varios de conciertos de la gira del famoso cantante Jacky Cheung”.

Du destaca que “una de las razones por las que a la gente le gusta China es por su seguridad”. Y que el gigante asiático no es el único país que recurre a un sistema de videovigilancia. “Nueva York fue la primera ciudad del mundo en introducirlo de manera masiva, lo que mejoró en gran medida la resolución de los casos delictivos y redujo la tasa de delincuencia”, afirma Du. “El progreso de la tecnología ha contribuido a subir el coste de la delincuencia. Estos sistemas ayudan a la gobernanza de la sociedad”, sostiene.

En cuanto al también polémico sistema chino de crédito social, la ingeniera cree “muy oportuno” el desarrollo de tecnologías de inteligencia artificial para evaluar íntegramente la credibilidad de alguien en cuanto a su vida, a su trabajo, a su educación o incluso a su comportamiento durante el tiempo de ocio. “Desde nuestra empresa vemos la IA como un habilitador social e individual. Esperamos que esta tecnología sea aceptada y que podamos utilizarla para actualizar diferentes industrias e incluso para la mejora personal en cuanto a habilidades, competencias y valores”, concluye.

¿Invertir en España?

Du Lan reconoce que busca en España posibles socios que tengan algo que aportar en torno a la cadena productiva de iFlytek. Específicamente, en los sectores de salud y educación. “Si alguna empresa española desarrolla de verdad alguna tecnología esencial y disruptiva que pueda ser complementaria en estos campos con nuestra tecnología, bienvenida sea”, afirma. Eso sí, señala que, más que una inversión, busca algún tipo de colaboración.

Donde sí está invirtiendo iFlytek es en empresas de EE.UU. "Hemos establecido una filial en Silicon Valley, concebida como un centro de tecnología y de inversión, cuyo objetivo es identificar compañías que puedan vincularse con la nuestra", comenta Du. También invertido en alguna startup en Japón y en Israel, y tienen laboratorios asociados en Canadá y en Reino Unido, "sobre todo para el desarrollo de tecnologías".

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