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El ocaso de la televisión tradicional

Crecen las plataformas de contenido en 'streaming' pensadas para diferentes dispositivos en detrimento de un aparato que marcó una época

Hubo una vez en que la radio ocupaba el lugar central de todos los salones españoles. Pero el desarrollo económico de los años 70 hizo que los televisores salieran de los teleclubes, esos espacios públicos abiertos a todo aquel que quería disfrutar de este medio de comunicación, y entraran en los hogares. Este paso desbancó a la radio y, poco a poco, la televisión fue adquiriendo protagonismo.

De nuevo, volvemos a vivir una revolución. Las razones son diferentes, pero la conclusión es la misma: internet y las nuevas tecnologías están desplazando a la televisión convencional para adueñarse del tiempo libre de los ciudadanos. En esta línea, según el Observatorio Nacional de Telecomunicaciones, por primera vez en España los ordenadores han desplazado a la televisión. La ventaja es escasa, un 84,9%, frente a un 84,3%, respectivamente; pero hace dos años los televisores estaban en el 99,2% de los hogares.

“En esta evolución ha tenido mucho que ver el esfuerzo de los operadores por ofrecer una mejor conectividad a los consumidores. El sector ha pasado con relativa rapidez del 3G al 4G, y a la par ha ofertado paquetes de datos muy competitivos. Además la evolución de la tecnología con la aparición de mejores smartphones también ha contribuido. Hoy, más del 89% de los terminales son de este tipo”, explica Roberto Monge, director de operaciones de Telecoming.

El ejecutivo reconoce que los medios de pago integrados en el móvil, que permiten efectuar pagos de una manera sencilla, rápida y eficaz, están facilitando la transición a este dispositivo, que en cinco años ha pasado de copar el 3,6% del consumo de series y películas al 15%.

“La era de la televisión abierta durará quizá unas décadas más: el vídeo por Internet continuará expandiéndose y terminará por absorberla. Competir por una licencia televisiva es prohibitivo para la mayoría, pero para entrar en la red sólo tienes que tener un buen contenido y hacerlo accesible”, explican desde Netflix.

La primera plataforma extranjera de televisión a la carta en aterrizar en España, hace dos años, entró con fuerza y va camino de triplicar su contenido en español. La segunda fue HBO, a finales de 2016, y en este tiempo ha doblado su oferta y añadido nuevas aplicaciones para diferentes soportes. Amazon Video lo hacía poco después y este septiembre fue el turno de Sky.

Imagen promocional de los dispositivos en los que funciona la plataforma de Netflix.
Imagen promocional de los dispositivos en los que funciona la plataforma de Netflix.

Tras ellas, la previsión es que pronto llegue la televisión de Google —que ya ha entrado en el mercado americano a través de Youtube— Facebook, Apple, o Disney, que lanzará su propio servicio de transmisión en streaming en 2019. Todas ellas deben y deberán convivir con plataformas locales como Movistar, Wuaki o Filmin. Pero lejos de pensar que habrá un exceso de oferta, los expertos esperan que cada vez más competidores se unan a este mercado.

“Hay sitio para todos, porque la mentalidad de los consumidores en cuanto al pago de contenido está cambiando. En EE UU, desde hace muchos años, se tiene el concepto de que la mala televisión es gratis y que la buena tiene un coste, y, poco a poco, este pensamiento está calando en el resto del mundo”, afirma Mitch Lowe, cofundador de Netflix. De momento, un tercio de los hogares españoles ya tienen contratado un servicio de televisión de pago.

Lowe está convencido que estas plataformas irán poco a poco acabando con la piratería. “Ya hemos visto un descenso en este sentido. Lo que hacía falta para que la gente decidiera pagar eran contenidos de calidad a un precio justo y sus deseos ya están en el mercado” alega.

La creación de contenido propio es la gran apuesta de estas empresas. Solamente Netflix ha destinado 6.000 millones de dólares este año a este fin. “El contenido local funciona. Es indudable que la mayoría de usuarios siente más cercanas las historias creadas en su país y por ello gustan más”, comenta el cofundador de la plataforma.

Las nuevas tecnologías permiten funcionalidades que la televisión tradicional no podía llegar a imaginar y con las que difícilmente podrá competir. Un ejemplo: según ha revelado el diario Daily Mail, los usuarios de Netflix podrán elegir cómo quieren que se desarrollen sus series y elegir el final a partir de unas opciones predeterminadas.

¿Cambio de hábitos?

Ericsson apunta en un reciente informe que en 2020 solo un 9% de los estadounidenses serán espectadores de sillón, consumidores tradicionales. Del mismo modo, el informe prevé que, para ese año, la mitad del contenido televisivo y de vídeo estará presente en pantallas móviles, ordenadores portátiles y tabletas. Además, el 46% del visionado se realizará bajo demanda y el smartphone llegará a copar el 20% de nuestra vida digital.

Si dejamos a un lado las previsiones, la cosa no cambia tanto. Un informe de la consultora Nielsen refleja que el 47% de los españoles ya consumen vídeo bajo demanda. Del mismo modo, el estudio de Ericcson sobre consumo de televisión y medios audiovisuales asegura que su visionado en dispositivos móviles se ha incrementado en un 85% desde 2010 y que el tiempo medio que le dedicamos ha aumentado más de 200 horas anuales, lo que equivale a 1,5 horas más a la semana.

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