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La asignatura de programación se cuela en la licenciatura de Económicas

Las universidades europeas empiezan a incluir materias de computación en las licenciaturas de ciencias sociales para adaptarse a las nuevas necesidades del mercado

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La enorme cantidad de información que se genera a todas horas sobre nuestros hábitos sociales y de consumo (el big data) es una mina para las empresas. Poder diseñar productos basados en datos objetivos en vez de estimaciones y corazonadas es un sueño cumplido para los departamentos de desarrollo o marketing. Pero saber gestionar de forma correcta esa información no es sencillo. Para hacer frente a esta creciente demanda, la Universidad Comercial Luigi Bocconi de Milán ha anunciado que a partir del próximo año académico la asignatura de lenguaje de programación será obligatoria para todos los estudiantes de Ciencias Económicas. En la misma senda, en los últimos años una decena de universidades españolas han unido en un doble grado Informática y Administración de Empresas (ADE).

Para el 81% de los institutos financieros, la transformación digital es una prioridad

El centro privado milanés es uno de los primeros de Europa en introducir el lenguaje de programación como asignatura troncal en facultades distintas a las de informática. “Ha sido un paso necesario. Los tiempos son propicios para entender la relevancia de nuestra decisión”, afirma Annalisa Prencipe, responsable de los grados en económicas de la universidad italiana. Las fintech, término que surge de la contracción de los términos finanzas y tecnología, son, según la Fundación Caja de Ahorros (Funcas) y la consultora KPMG, el ámbito en el que se jugará el futuro del sistema financiero. En un estudio publicado el pasado mes de abril, las dos organizaciones explican que para la casi totalidad de los institutos financieros (el 81%) la transformación digital es una prioridad.

Casi todos los centros encuestados consideran necesario encontrar la forma de “activar el valor” de la ingente cantidad de datos que manejan las empresas financieras con el fin de mejorar el servicio, personalizarlo y desarrollar nuevas formas de negocios en un entorno que se hace cada día más competitivo. “Si en un primer momento la transformación digital ha conllevado una sustitución de las actividades, está claro que ahora dará vida a actividades adicionales”, detalla Santiago Carbó, director del observatorio sobre transformación digital de Funcas.

La gestión y el análisis de los datos tiene, sin embargo, un potencial revolucionario no solo en el ámbito bancario. Saber que todos los clientes ahorran en un determinado momento del mes, que pagan con tarjeta solo en hoteles o supermercados o que compran galletas solo a ciertas horas del día no sirve de nada sin profesionales que sepan aprovechar la información para optimizar las decisiones comerciales, pensar estrategias de marketing o planificar el desarrollo de servicios específicos.

“La diferencia es muy sencilla: todos saben conducir un coche, muy pocos cómo fabricarlo”, explica Ricardo Peña, profesor de informática de la Universidad Complutense de Madrid, uno de los centros que oferta cursar el doble grado en informáticas y ADE. El decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Granada abunda: “Hemos unido las dos titulaciones más codiciadas por los empleadores según las encuestas de la universidad”. La institución andaluza es una de los últimas en sumarse al reto de formar profesionales que sean a la vez informáticos y economistas. La universidad ofrecía 40 plazas para este curso; Cano detalla que se presentaron más de 300 solicitudes.

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La gestión del cambio digital en las instituciones financieras necesita de perfiles específicos, según Funcas, entre los cuales figura el chief data officer (CDO), es decir, quien define la estrategia y persigue los objetivos fijados a raíz del análisis de datos. En una entrevista al diario Corriere della Sera, el rector de la Universidad Bocconi ha ido más allá y afirmado claramente que “quien no sepa leer los datos está fuera del mercado”. Este último, sin embargo, avanza a pasos agigantados y la decisión de Bocconi ha añadido un elemento más al sempiterno debate sobre el retraso de las universidades en la carrera por adaptarse a las exigencias del mundo laboral.

“No sé si pudimos haber tomado esta decisión antes”, dice Prencipe. “Lo que es cierto es que estamos dentro de un diluvio, los cursos de coding se han multiplicado, y nuestra universidad ha respondido”. La responsable del ateneo milanés detalla que los estudiantes empezarán con el aprendizaje de los fundamentos de la lógica informática y del lenguaje de programación Python, hasta ir creciendo, año tras año, con problemas más complicados. Cano confía en que la creación de un espacio conjunto de trabajo entre las facultades de informáticas y ADE será un caldo de cultivo para nuevos proyectos cuya caracteristicas están por definir.

Los expertos consultados comparten la incertidumbre acerca del futuro, pero todos recalcan que este tipo de carrera tendrá un gran recorrido. “Considerando que la programación es tan básica como las matemáticas para el mundo que viene, todos los estudiantes tendrán que aprender sus fundamentos”, dice Peña. Prencipe, por su parte, pone el foco en los estudiantes que se encuentran ahora en las aulas de Bocconi que, a diferencia de los más jóvenes y más familiarizados con la programación, están en riesgo de no ser competitivos en el mercado laboral. “La idea no es enseñar informática, eso ya se hace. El punto es hacerlo bien”, concluye Carbó. Al fin y al cabo, el mismo Bill Gates se aficionó a la informática en los pupitres. Tenía 13 años. Era 1968.

Python, el lenguaje inspirado en el humor surrealista

La Universidad Bocconi ha elegido al lenguaje Python para impartir clases de programación. El Forum económico mundial considera Python uno de los lenguajes de programación más requeridos por la simplicidad de su sintaxis. Este lenguaje fue creado a finales de los años ochenta por el desarrollador holandés Guido Van Rossum. Algunas reconstrucciones apuntan a que Van Rossum escogió su nombre en homenaje al colectivo cómico británico Monty Python.

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