Silicon Valley revive pese a una amenaza llamada ‘Donald Trump’
Optimismo en Silicon Valley tras los últimos datos de Bloomberg. Los expertos creen que este es un momento óptimo para emprender
La llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca sumió a Silicon Valley en un halo de tristeza. Ante la incertidumbre de unas posibles nuevas reglas del juego, la inversión se paró.
Las malas expectativas terminaron por confirmarse cuando el magnate anunció que cancelaba primero la concesión de visados H-1B para las tecnológicas y se reabría después aunque con una importante rebaja (de 65.000 a 20.000) y un endurecimiento de los requisitos. Este visado es el preferido por el ecosistema empresarial del valle, dado que les permitía atraer talento altamente cualificado para cubrir puestos con escasa oferta de empleados en Estados Unidos.
La relación con las instituciones de Washington no ha mejorado. Esta misma semana, Donald Trump, arremetió contra el gigante global de la distribución Amazon, un ataque que se enmarca en su enquistado conflicto personal con su dueño Jeff Bezos. Amazon, cabe recordar, es propietaria del Washington Post, uno de los diarios que investiga con más recursos las actividades del millonario neoyorquino.
El ambiente en Silicon Valley es, en general, de preocupación. El verano, sin embargo, parece haber devuelto las buenas noticias a Silicon Valley, y tanto startups como inversores de capital riesgo dan síntomas de mejora. No solo eso, los indicadores de la agencia Bloomberg sostienen que es este es el mejor momento para emprender en Estados Unidos.
Su barómetro de startups, que se basa en las condiciones de las empresas de tecnología privadas, acaba de llegar al punto álgido tras registrar un alza de un 53% con respecto a hace un año, cuando se pensaba en la demócrata Hillary Clinton como inquilina de la Casa Blanca. Este indicador se comenzó a publicar en 2007, el año de la crisis financiera. Aquel constituyó un duro golpe para Wall Street y el sistema bancario. La gran crisis , sin embargo, se topó con un Silicon Valley recién repuesto de la burbuja .com de comienzos de siglo.
Este barómetro ofrece otros datos de interés: muestra una mejoría del 18% en el número de acuerdos cerrados. Es decir, las veces que las startups han conseguido dinero de los inversores. “Un número saludable de acuerdos sugiere un entorno alcista para las startups”.
El índice, no en vano, se ha beneficiado de estas generosas rondas que están obteniendo las empresas nacidas a lo largo del año. Sobre todo en sectores como inteligencia artificial, robótica y salud.
Así, el número de startups que ha captado dinero por primera vez ha crecido en un 36,3% en el último ejercicio, lo que sugiere un mayor apetito de los inversores por la toma de riesgos. Por otro lado, en un ambiente tan dinámico, es normal que los empleados se arriesguen a dejar sus empresas para probar suerte en el universo de las startups. En las corporaciones, de hecho, se ve con buenos ojos esta práctica, dado que casi siempre se sale para ofrecer un servicio relacionado con el campo que conocen bien, para mejorar un proceso.
Hay muchas posibilidades, además, de que el anterior empleador se convierte en un cliente potencial, o, en el mejor de los casos, termine comprando esa startups que tan bien encaja con su visión pero no se atrevió a incubar y promover en casa.
Y si todo sale mal, casi siempre sigue la puerta abierta. Welsey Chan, socio de Felicis Ventures, es uno de los que apoya esta tesis: “Si están pensando en dejar Google o Facebook para montar tu startup, seguramente sea el mejor momento para hacerlo”, sentencia.
Dentro de esta ola de optimismo, dan una advertencia: se ha registrado a su vez un retroceso en las compañías que alcanzan una de las dos metas deseadas: cotizar en Bolsa o ser adquiridas. Son los denominados exits, que dan oxígeno al ecosistema al devolver dinero a los inversores (casi siempre multiplicado) y permiten que se financien nuevas ideas. Estas operaciones han caído un 29% con respecto a hace un año. Otro dato negativo del índice de Bloomberg es el importe que han logrado captar las empresas. 780 millones de dólares, el 13,1% menos que hace un año.
En esta misma línea se encuentra el decepcionante desempeño de Snapchat y Blue Apron, con bajadas del 19% y el 50% en relación con la cifra de sus estrenos.
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