Esta empresa domina el pago móvil en América Latina
Comenzó como un sistema de SMS para programas de televisión, hoy gestiona 36 millones de transacciones mensuales
Serge Elkiner (Bruselas, 1979) habla español con acento latino, más concretamente algo que se puede interpretar como mezcla entre Ecuador y Miami. Su mirada está tan puesta en América Latina que nadie diría que es belga. La empresa que dirige constituye un ejemplo de cómo se puede conjugar uno de los verbos preferidos de Silicon Valley: trabajar a largo plazo. Él pivotó y encontró algo mejor. Yellow Pepper nació en 2004. En 2017 ya es rentable y lidera el pago a través del móvil en América Latina. Lo hace de una manera muy sutil. El usuario no lo percibe, pero es su sistema el que hace posible la transacción que trata de llevar a cabo. Como él mismo dice, no son una startup al uso: “El crecimiento ahora es exponencial, pero al principio no lo era. Cambiamos de sector, pero no de tecnología”. Son B2B2C, o dicho de manera más sencilla, una plataforma que ofrece servicio para que otros lleguen al consumidor.
Elkiner estudió en Boston y allí decidió crear la empresa en 2004. Un año después, sintió que en América Latina había una oportunidad. Comenzaron a ofrecer gestión de SMS para canales de televisión. “Servía para votar a candidatos en concursos, pronunciarse en una encuesta… Era una forma de interacción con la audiencia que no se daba antes de Twitter”, expone.
Los dueños del Banco Pichincha, uno de los más relevantes de la región, daba sus primeros pasos en banca móvil. Llegaron a un acuerdo para poder hacer pequeñas consultas, como saber el saldo, mirar si se ha pagado una factura… Entonces la penetración de Internet era baja. Pero no así la del móvil. El experimento inicial funcionó y en breve pasaron a contar en su cartera con 50 bancos, a manejar 6,5 millones de clientes y 36 millones de transacciones mensuales.
Este modelo les daba interesantes ingresos con un mínimo margen por transacción. Era un negocio basado en el volumen. Hace cuatro años pensaron que la ola de los telefonos inteligentes era una nueva oportunidad, por lo que, sin dejar de lado los SMS, se convirtieron en una marca blanca para bancos en México, Colombia y Ecuador. Ahora hacen de intermediario de pagos entre más de 400.000 comercios y las entidades financieras.
“Añadimos un software en el TPV (terminal en el punto de venta) para recibir pagos a través del móvil. Así pagan con el teléfono en tiendas y se bancariza desde el primer momento”, explica. Con cada transacción se envía un SMS que verifica el pago, como se hace en muchas cuentas de correo o servicios con seguridad en dos pasos. El usuario recibe un código con seis dígitos que introduce para activar el pago, enviando la señal a su banco de que no hay fraude. “Es como una contraseña temporal, solo para esa gestión. Una vez que se usa, caduca”, detalla. Una de las ventajas es que el vendedor no se queda con el número de tarjeta de crédito o débito, por lo que el fraude se minimiza y tampoco retiene información personal del consumidor.
Yellow Pepper, con oficinas centrales en Miami, cuenta con 65 empleados, con sucursales en Ciudad de México, Colombia, Ecuador y Ho Chi Minh City, donde está parte del desarrollo técnico. Su valoración supera los 100 millones de dólares.
En Ecuador, el país donde más se han expandido, están probando soluciones de envío de dinero entre particulares. Como ya hace Venmo en Estados Unidos o como acaba de anunciar Apple a través de iMessage.
Esta evolución les ha permitido combinar ingresos. Mientras que el SMS sigue reportando el 50% de los ingresos, las transacciones inteligentes complementan con cobro por licencias de uso de la plataforma y por cada usuario activo.
Sus siguientes pasos se orientan hacia el Sur del continente americano. “Además de en República Dominicana queremos llegar al Cono Sur”, reconoce. En un plano más futurista se plantean entrar en el sector de los bots conversaciones a través de mensajería y Facebook. Lo harán de la mano de Visa y Mastercard.
Este año último año han conseguido ser rentables: “Hemos trabajado más de diez años para tener esta infraestructura. Muchos han muerto en el camino. Nosotros registramos un crecimiento del 80%”.
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