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Pensar como un millennial, el objetivo último del ‘reverse mentoring’

Los CEO senior se ayudan de su empleados jóvenes para no perder el hilo en las tendencias y los nuevos comportamientos digitales

El desarrollo de las nuevas tecnologías nos ha obligado a adaptarnos a las nuevas formas de trabajar y las necesidades de unos clientes o usuarios eminentemente digitales. Y, aunque intentamos subirnos a esta ola tecnológica, hay algunos profesionales que necesitan un empujón para adaptarse a la nueva forma de pensar y hacer las cosas. En este momento de eclosión de start-ups con nativos digitales al frente, a los CEO senior no les queda otra que renovarse o bajarse del carro. Para conseguirlo, cada vez son más las empresas que optan por el reverse mentoring, una práctica en la que un mentor joven acerca al jefe de la empresa a la forma de pensar de los millennials.

El 'reverse mentoring' no tiene nada que ver con la edad sino con tu diposición a cambiar tu forma de pensar" Paulo Morgado, CEO de Capgemini España

Este reciclaje va más allá de la idea tradicional de un joven enseñando a un señor cómo funciona Twitter o el último iPhone: la clave es conseguir que el CEO entienda el comportamiento de los seres digitales y piense sobre la realidad como lo harían ellos. Este es al menos el punto de vista de Paulo Morgado, consejero delegado de Capgemini en España, que lleva desde el año pasado trabajando mano a mano con Ernesto Gonzalo, uno de los empleados de la consultora, con quien se reúne periódicamente para hablar sobre las tendencias que Gonzalo detecta en su trabajo diario con la experiencia de los usuarios.

Cada vez más empresas adaptan esta forma de trabajar que prioriza el desarrollo del pensamiento digital —la revista Real Estate Market & Lifestyle lo señala como una de las 20 tendencias internacionales en el espacio de trabajo—. Nació con General Electrics y se ha ido extendiendo durante los útlimos años con el calado de la transformación digital. Alrededor del 85% de los profesionales se relaciona con al menos tres generaciones en su lugar de trabajo. Generaciones que no piensan ni se relacionan de la misma forma, no hablan el mismo lenguaje, ni utilizan las mismas herramientas. Esta retroalimentación continua entre mentor y mentee las acerca y permite retener el nuevo talento, renovar el pensamiento estratégico de la compañía e instaurar un flujo de innovación continuo.

Normalmente este tándem está formado por un senior y un joven pero, según Morgado, "no tiene nada que ver con la edad, sino con tu disponibilidad para cambiar tu forma de pensar". Esto implica trabajar más sobre la marcha e intentar plantearse menos el futuro. "Tengo que tener la capacidad de adoptar el cortoplacismo típico del mundo digital: no preguntarme lo que voy a hacer mañana en ciertas cosas pero saber lo que voy a hacer el mes que viene según la estrategia de mi compañía".

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El mentor tiene acceso a un tipo de información que no tiene el CEO, porque se mueve en otro ambiente, por eso abrir canales de comunicación directos entre ellos es un paso imprescindible. Ernesto Gonzalo, el mentro del consejero delegado de Capgemini explica que su trabajo consiste en "reunir las ideas de la gente y buscar las mejores para aportarlas al negocio". "Cuando nos reunimos le presento esas ideas, artículos sobre nuestra competencia, cosas nuevas que van a salir, charlas interesantes...", cuenta Gonzalo.

Es necesario que el jefe esté predispuesto porque supone un esfuerzo de cambio también personal" Diana Navarro, psicóloga laboral

Y aunque al hablar de reverse mentoring el foco se suele poner en el CEO, lo cierto es que se trata de un proceso bidireccional en el que los dos participantes tienen que ganar algo para que sea efectivo. "Como requisito mínimo, tiene que ser voluntario. Pero tampoco se aguanta si no hay algún provecho para el mentor", explica Morgado. Y la psicóloga laboral Diana Navarro está de acuerdo: "Es necesario que el jefe esté predispuesto porque supone un esfuerzo de cambio también personal". En este caso, lo que gana el mentor es que tiene acceso directo al consejero delegado de la compañía, algo difícil de imaginar para cualquiera que trabaje en una empresa de 4.000 empleados. También saca provecho de los contactos del CEO y de su capacidad para solucionar las incidencias que puedan surgir.

No todos los jefes lo tienen fácil para subirse a esta nueva forma de concebir la realidad. "Transparencia, accesibilidad y no tener miedo a las cosas que no dominas", son comportamientos que un CEO que quiera adaptarse a este mundo tiene que tener, según Morgado, que también es autor de libros vinculados al management en el contexto de la transformación digital. Y nuestra psicóloga Navarro añade: "También es importante sentirse autoeficiente, pensar con humildad que eres jefe, pero no lo sabes todo y tener un espíritu creativo y flexible".

Según ellos, el reverse mentoring es importante porque agiliza los procesos y ayuda a que la empresa actúe como un ente digital. Al final, que el jefe máximo no se quede desfasado implica que la compañía también desarrollará comportamientos más digitales. "Las personas están mucho más avanzadas tecnológicamente que las empresas porque tienen una capacidad de adaptación brutal", cuenta Gonzalo. "Pueden borrar una aplicación si no les gusta, pero si una compañía trabajacon una app a lo mejor no tiene tanta flexibilidad para cambiarla. En esta dinámica es mucho más rápida la interacción que tenemos las personas dentro de la empresa que la misma empresa. Eso es un poco la metodología que se intenta trasladar en este reverse mentoring", concluye.

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